Nuestro modelo de construcción tiene 50 años de historia. Y desde entonces hemos venido haciendo las cosas de la misma forma, teniendo buenos resultados. En ese sentido la construcción nacional ha tenido una buena evolución. Lamentablemente, no nos podemos quedar construyendo el futuro con materiales del pasado.
Hoy en día existen muchos tópicos de interés que han salido a la luz, como el calentamiento global. Es necesario enfatizar en lograr un modelo que sea sustentable y que perdure en el tiempo, que desarrolle la economía circular, que forje una colaboración entre todos los entes y que exista un reciclaje en el modelo de producción.
Es efectivo que tenemos un retraso a nivel mundial, pero ya se están viendo con buenos indicios las nuevas tecnologías que se están creando para esto y eso, es algo que Chile tiene que empezar a incorporar desde ya.
Sabemos que el modelo básico de la economía es el costo/productividad y que si no existe un rol del Gobierno o de reglamentaciones locales, así como también internacionales, que incentiven este cambio más sustentable, será un camino muy difícil de transitar.
Que una empresa por iniciativa propia cambie todo su modelo de producción e implemente, por ejemplo, el BIM – Building Information Modeling- que ya se ocupa a nivel mundial pero que en Chile es muy incipiente, implica que se realice un gasto extra. Pero si el Gobierno tuviera sus reglamentos en favor de la ecología y el medio ambiente, podría ayudar a acelerar este proceso.
En el escenario opuesto, será sumamente difícil realizar este tipo de cambios, pensando en que no todas las empresas pueden tener una visión de conciencia medioambiental por sobre aquella de generar utilidades. Esa, es la visión que necesita el sector de la construcción.
Aquí llega el rol de las startups, que es facilitar tecnología de una manera totalmente eficiente en tiempos muy rápidos, dando resultados que sean positivos a los nuevos cambios, acelerando y facilitando todos los procesos, otorgando mediciones cuánticas de crecimientos y mejoras, entregando un punto de vista mucho más transversal. Vienen a dar una bocanada de aire fresco a la industria y son un gran actor para poder crear estos ecosistemas tan necesarios.
Precisamos del sector privado y del sector público para generar un círculo absolutamente virtuoso, en función de un mismo fin: acelerar la transformación digital y ser más amigables con el medio ambiente.
Junto a Corfo, desde hace muchos años traemos distintos tipos de instancias para mostrar las cosas que se están realizando de manera internacional y que se pueden aplicar a nivel local. Conferencias, seminarios virtuales, capacitaciones, mentorías, inversión y tecnología para levantar nuevas formas de trabajar en un sector que tiene la obligación de rejuvenecer.