Diversos cambios llegaron para quedarse en la industria gastronómica. Uno de ellos, es el uso de códigos QR para ver la carta de cada local y así evitar el contacto directo, que puede ser peligroso para la propagación del Covid-19.
Debido a la pandemia, varios cambios se tuvieron que hacer en el sector gastronómico y no solo con los aforos, sino también los medidores de temperatura y dispensadores de alcohol gel se hicieron parte del “nuevo personal” de los locales de comida.
Sin embargo, una de las tecnologías que más se usa actualmente, tanto en Chile como en el extranjero, son los códigos QR para ver la carta de comida. Esta herramienta, luego de años de ser usada sin mayor éxito, ha encontrado un espacio ideal en los restaurantes bajo las nuevas medidas sanitarias, reemplazando el viejo menú.
Este cambio no sólo logró abaratar costos y eficiencia al momento del servicio, sino que también entregó flexibilidad a los locatarios para probar nuevos platos y ofrecer una variedad distinta de acuerdo a la demanda y preferencia de los consumidores. Pero también logró su objetivo de evitar el contacto y así reducir la posibilidad de contagios.
Además de esta ventaja, también planteó el desafío de mantener actualizado constantemente el menú. Con esto, los locatarios están en constante búsqueda de nuevos productos para experimentar en sus preparaciones y ofrecer una carta dinámica para atraer nuevos clientes.
“Al ser un proveedor integral, vemos como muchos de nuestros clientes van modificando continuamente su listado de abastecimiento, probando con diferentes categorías que ofrecemos en nuestro mix de productos”, indicó Gustavo Braun, gerente general de ICB Food Service.
De acuerdo a una encuesta realizada por la Asociación Chilena de Gastronomía (Achiga), desde que llegó el coronavirus, se perdió un 46% de los empleos, la caída de las ventas se agudizó entre un 51% al 95% y un tercio de la industria no logra acceder a instrumentos de apoyo dispuestos por el Gobierno como créditos y subsidios.
Sin embargo, el sector gastronómico ha sido uno de los que más se ha podido adaptar a las nuevas formas de consumo de esta “nueva normalidad”, y así ha quedado demostrado con el uso de esta nueva tecnología, la cual, especialistas, señalan que llegó para quedarse.