Son criados por sus apariencia distintiva y «adorable», pero esas características causan trastornos de salud mucho más frecuentes y serios que los de otras razas, según un nuevo estudio.
Lo que los hace adorables a los ojos de otros, para ellos es un suplicio.
Los «pug», también conocidos como carlinos o doguillos, son perros de baja altura y aspecto macizo.
Al igual que los boxer o los bulldog, son lo que se conoce como braquicéfalos, especies de cara plana o achatada y hocico corto. (La palabra «braquicéfalo» deriva de los términos griegos «braqui» o corto y «céfalo» o cabeza).
Los pug son criados por su apariencia distintiva, pero esas mismas características populares se han llevado a tal extremo que representan serios riesgos para su supervivencia.
Un nuevo estudio de científicos británicos indica quelos pug enfrentan problemas de salud tan graves que «ya no pueden ser considerados un perro típico desde una perspectiva de salud».
La investigación, realizada por el Royal Veterinary College o Real Colegio Veterinario de Reino Unido, reveló que la salud de los pug ahora es sustancialmente diferente y mucho peor que la de otros perros.
El estudio comparó la salud de 4.308 perros pug y 21.835 perros de otras razas en Reino Unido.
La investigación concluyó que los pug tienen casi el doble de probabilidades de experimentar uno o más trastornos al año, en comparación con otros perros.
«Ahora sabemos que varios problemas de salud graves están relacionados con la forma extrema del cuerpo de los pugs que muchos humanos encuentran tan atractiva», dijo Dan O’Neill, profesor asociado de epidemiología de animales y autor principal del nuevo estudio.
Antes de ahondar en los problemas de salud de los pug, un poco de historia.
En su estudio, los científicos británicos incluyen un apartado sobre los antecedentes y características generales de la especie.
«Se cree que los carlinos representan una morfología de perro antigua», señalan los investigadores.
Perros de hocico corto similares al pug actual «ya fueron documentados por Confucio en el año 551 AC».
La raza se origina precisamente en China, pero en el siglo XVI comerciantes holandeses llevaron ejemplares a Europa y actualmente los pug son particularmente buscados en Reino Unido, aunque su popularidad es global.
Una encuesta de la mayor federación de Kennel Clubs, la Federación Cinológica Internacional, señaló que los pug son una de las 30 razas más populares a nivel internacional.
Los científicos del Royal Veterinary College señalan que el nombre de la raza «deriva de pugnus, puño en latín, porque el perfil lateral de la cabeza se asemeja a la forma de un puño cerrado».
El nombre «carlino» proviene de un antiguo comediante italiano del siglo XVIII, Carlo Antonio Bertinazzi, quien era llamado Carlin y que en sus representaciones vestía de arlequín con un antifaz negro que recordaba al área negra en torno a los ojos del pug.
La popularidad de los pug ha aumentado considerablemente en las últimas dos décadas.
En Reino Unido, por ejemplo, el número de registros se triplicó entre 2005 y 2015.
Esto se debe principalmente a que el tamaño pequeño del cuerpo del pug, combinado con su nariz corta y sus ojos y cabeza grande «puede despertar emociones positivas al adaptarse a la configuración facial del ‘esquema de un bebé’, lo que desencadena respuestas de crianza innatas en los humanos», señalan los investigadores británicos.
Y agregan: «Estudios empíricos han demostrado que estas características aumentan el atractivo, particularmente para las mujeres».
Las mismas características faciales que algunas personas encuentran tan adorables se han asociado ampliamente con varios trastornos.
El nuevo estudio cita entre los padecimientos más frecuentes de los pug el síndrome de obstrucción de las vías respiratorias braquicefálicas (BOAS por sus siglas en inglés).
Esto significa que debido a su hocico muy corto, los pug sufren frecuentemente dificultades para respirar.
También pueden padecer ulceraciones o lesiones en la córnea, debido a la irritación constante con el pelo del pliegue nasal.
Por otra parte, al tener dificultades para respirar no toleran bien el calor, y por tener la tráquea más estrecha que otras razas de perro pueden padecer otros problemas respiratorios y del corazón.
La obesidad es otro gran problema, agravada por la limitación de movimiento debido a las dificultades respiratorias y el hecho de que los pug, a pesar de su tamaño pequeño, tienden a ser sobrealimentados por sus dueños.
Esta raza presenta además un alto grado de endogamia. Un estudio de 2008 de científicos de Imperial College señaló que 10.000 pug registrados en Reino Unido tenían un grado tan elevado de consanguinidad que representaban el equivalente a solo 50 individuos distintivos.
Los hallazgos del estudio del Royal Veterinary College no «son una sorpresa» para la Myfanwy Hill, cirujana veterinaria que trabaja en la Universidad de Cambridge.
«El problema que tiene es que es un perro con un cráneo más pequeño, pero nada del resto del perro se ha vuelto equivalentemente más pequeño», señaló Hill a la periodista Manish Pandey del programa Newsbeat de la BBC.
«Sus cerebros están aplastados en una caja que es demasiado pequeña», y otros tejidos blandos están «comprimidos en un espacio más reducido».
Hill asegura que debido a sus fosas nasales estrechas, los carlinos deben «tratar de respirar como si lo hicieran través de una pajilla realmente estrecha», por lo que algo simple como respirar se vuelve «un trabajo mucho más difícil».
La imagen común que tenemos de los perros pug sonriendo y sacando la lengua, como si estuvieran jadeando, denota en realidad un serio problema, según Hill.
«Realmente tienen que respirar por la boca, porque no pueden respirar eficientemente por la nariz».
La abundancia de pliegues también puede causar problemas cutáneos. «Tienen más piel de la que necesitan para el tamaño de su cara», lo que puede causar infecciones en la piel, dolor y picazón.
Y la «cola atractiva» en forma de espiral que gusta a mucha gente en realidad muestra una «vértebra malformada» que puede resultar en hernias discales.
O’Neill dice que es importante «centrarse en la salud del perro en lugar de los caprichos del dueño cuando estamos eligiendo qué tipo de perro tener».
«Mientras se mantengan estas características extremas y poco saludables, continuaremos recomendando encarecidamente a los propietarios potenciales que no compren razas braquicefálicas como los pug», señaló por su parte Justine Shotton, presidenta de la Asociación Veterinaria Británica.
Hill afirma que las personas que compran perros lo hacen «de buena fe» y es importante «no atribuir culpas».
Quienes ya son dueños de perros pug pueden tener algunas precauciones en cuenta.
Una de ellas es estar alerta ante posibles síntomas de dificultades respiratorias, como jadeo excesivo o mucho ruido al respirar.
El cuidado es especialmente importante durante el verano, cuando los pug corren un mayor riesgo de problemas relacionados con el calor por lo que deben mantenerse frescos.
Y aunque los «cuerpos en forma de barril son realmente lindos para muchos» el control del peso es importante, porque «un perro de cara corta con sobrepeso como un pug corre un riesgo aún mayor».
«Los animales tienen pensamientos y sentimientos propios», señaló Hill a la BBC.
«Debemos asegurarnos de que tengan una vida larga, feliz y saludable».