El Spikeball es un juego de estrategia en equipo, que fomenta la relación y coordinación entre los compañeros. Se requiere puntería, control y agilidad, más que una buena condición física y no hay contacto físico entre los jugadores por lo que también es un deporte seguro.
No existen fuentes oficiales respecto a sus inicios, no obstante, en internet, aparecen algunas que indican que en 1989 un caricaturista, diseñador industrial y fabricante de juguetes estadounidense llamado Jeff Knurek inventó en un mismo deporte el vóleibol y el juego de las cuatro cuadras (‘four square’ en inglés).
Así, nació lo que originalmente se llamaría ‘roundnet’, comercializado por la empresa Tomy, aunque posteriormente pasaría a ser conocido como spikeball.
Hoy, este deporte se ha hecho viral en redes como Tik Tok por la facilidad y la transversalidad al practicarlo, dado que solo se requiere una red circular que se coloca en el suelo y una pelota. Se juega en parejas con el objetivo de no dejar caer la pelota al piso y ganar el punto al botar la pelota contra la red y que la otra pareja no logre responder el tiro.
Este es un deporte muy sencillo de aprender y muy divertido de practicar. Se puede practicar a cualquier edad. La altura no es determinante. Además, también resulta adecuado para jugar personas de movilidad reducida como podrían ser las personas en silla de ruedas.
En este deporte relativamente nuevo es en el que dos ex alumnos de la Universidad Andrés Bello han incursionado con exitosos resultados a nivel nacional, incluso clasificando al Mundial de Bélgica 2022, el que se realizará entre el 8 y el 11 de septiembre.
Valeria Ripoll, titulada de Kinesiología de la UNAB, el 2016, y que además posee un título de Fisioterapia por la Universidad Europea de Madrid, junto a Diego Quense, egresado de Pedagogía en Educación Física de la UNAB el 2022, clasificaron al certamen del “Roundnet World Champion Ship 2022”, en Bélgica.
Para conocer más de este juego y cómo clasificaron al Roundnet World Champion Ship 2022, los alumni UNAB contaron sus impresiones a Noticias UNAB.
¿En qué consiste este deporte? ¿Cómo es la experiencia de practicarlo aquí en Chile?
Valeria Ripoll: Roundnet es un deporte con reglas bien parecidas al vóleibol playa. Para jugarlo se necesita una pelota de unos 30 cm de circunferencia, un set de 91,4 cm de diámetro con una altura de 20,3 cm donde la plataforma está cubierta por una red (es como una cama elástica pequeña) y se juega con 4 personas (2 duplas). Es un juego de 2 contra 2, donde cada equipo tiene máximo 3 toques para atacar la pelota al set, este ataque debe dar 1 bote en la red y salir del set para que el equipo contrario reciba y contraataque. El juego es en 360° lo que lo hace muy dinámico y entretenido. El punto se hace cuando el equipo contrario no recibe tu ataque o cuando el equipo inverso no logra atacar la pelota correctamente al set. Se juega a los 21 puntos y al mejor de 3 sets.
En Chile es entretenido jugarlo, ya que contamos con varias superficies donde se juega arena, gimnasio, pasto sintético y pasto natural.
El mundial es en pasto. En la región de Valparaíso está el club Fullspike y acá entrenamos con mi dupla Constanza Mussiett. Es bastante exigente el nivel, pero eso me gusta a mí, la exigencia y los resultados.
¿Cómo fueron seleccionados al mundial? ¿Qué sintieron?
Valeria Ripoll: Este mundial es el primero de la historia y, por reglamento, se decidió que por país pueden ir 3 duplas damas y 5 duplas varones. Para seleccionar a los representantes chilenos, se hicieron 3 clasificatorias: marzo, abril y mayo.
Se consideraban las 2 mejores fechas y eso daba un puntaje. Nosotras salimos terceras en la primera fecha, segundas en la segunda fecha y primeras en última. Obtuvimos un puntaje individual de 900 puntos. Esto nos dejó clasificadas como Chile 2 para ir a representar a país en Bélgica.
Diego Quence: Jugué las tres fechas clasificatorias para el mundial, obteniendo dos buenos resultados, quinto y segundo lugar, los que me permitieron entrar en el top 10 de Chile y clasificarme al Mundial de Bélgica 2022. El proceso estuvo lleno de emociones, ya que mis resultados y nivel de juego fueron mejorando fecha tras fecha. Además, tuve una lesión después de la primera fecha en Santiago, la que me llevó a “ponerme las pilas” y comenzar a realizar una buena preparación física como entrenamiento técnico-táctico para lograr el objetivo. Fue muy emocionante saber que todo ese sacrificio de casi tres meses dio los frutos esperados.
¿Cómo crees que este mundial impactará en tu vida?
Diego Quence: Disputar un mundial en cualquier disciplina deportiva es una experiencia social y deportiva muy rica y única. Además, contender el primer mundial es algo increíble, impensado para mí, al menos cuando comencé a jugar 4 años atrás. Esta experiencia nos va a contactar con todo el mundo del Roundnet y nos va a permitir aprender de los mejores y entender cómo se desarrolla este deporte en otras partes del mundo. Para los que trabajamos en deporte, nos va a dar un gran aporte al currículum y nuestra experiencia de vida.