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Cambio climático: ¿tiene sentido plantar árboles para frenarlo? Conciencia M

Cambio climático: ¿tiene sentido plantar árboles para frenarlo?

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Los árboles pueden ser poderosos aliados en la lucha contra el calentamiento global, porque pueden absorber CO2. Pero plantarlos no es de por sí la única herramienta adecuada para abordar la crisis climática.


Los árboles son majestuosos y poderosos. Su madera es valiosa, son fuente de oxígeno y absorben dióxido de carbono (CO2). Los bosques del mundo almacenan alrededor de 16 mil millones de toneladas métricas de dióxido de carbono cada año, un poco más del triple de lo que emiten los países europeos anualmente. Pero estas áreas boscosas se están reduciendo a un ritmo alarmante.

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), cada año se pierden alrededor de 10 millones de hectáreas de bosque, debido, sobre todo, a la expansión de la agricultura. Y cuando se talan los árboles, gran parte del carbono que almacenan se libera a la atmósfera.

En las últimas décadas han surgido decenas de iniciativas que intentan compensar los daños, plantando miles de millones de árboles para absorber más CO2 del aire. Los gobiernos de todo el mundo y empresas como Microsoft y Nestlé se han comprometido a plantar árboles.

Según la científica conservacionista Kate Hardwick, del Proyecto de Banco de Semillas del Milenio, en el Real Jardín Botánico de Kew, Reino Unido, dichas iniciativas «realmente captan la atención de la gente, y esta reflexiona sobre el tema. Pero creo que el mensaje se ha simplificado demasiado».
«La reforestación es parte de la respuesta, pero no ayuda si solo se enfoca en los árboles», añadió.

Turistas participando en el cuidado y reforestación de una selva tropical.

Cuidar y reforestar las selvas tropicales es crucial en la lucha contra el cambio climático.

¿Cuánto pueden en verdad aportar los árboles?

Para realizar la fotosíntesis, los árboles absorben dióxido de carbono y lo mantienen atrapado en sus hojas, raíces, troncos, ramas y en el suelo. Los seres humanos emitimos, en promedio, poco menos de 40 mil millones de toneladas métricas de CO2 cada año por la quema de combustibles fósiles y el cambio de uso de la tierra.

Los investigadores estiman que plantando nuevos bosques y cuidando los existentes, podría absorber entre 40 y 100 mil millones de toneladas de CO2, pero habría que esperar décadas hasta que los árboles recién plantados crezcan. La Real Sociedad de Londres para el Avance de la Ciencia Natural estima que la reforestación podría eliminar de 3 a 18 mil millones de toneladas de CO2 por año, mientras que una mejor gestión forestal podría ahorrar de 1 a 2 mil millones de toneladas.

Susan Cook-Patton, científica sénior en restauración forestal de la organización estadounidense Conservación de la Naturaleza, dice que es difícil concretar una cifra: la reforestación es «definitivamente una opción poderosa».

Pero primero hay que encontrar el espacio disponible para plantar árboles. Y luego estos deben ser monitoreados y cuidados para que puedan convertirse en árboles maduros. Si los proyectos de plantación no se planifican adecuadamente, es probable que no tengan éxito a largo plazo, y sean un enorme desperdicio de recursos.

Reforestación: ¿qué podría salir mal?

En 2021, Hardwick y otros científicos de Kew publicaron 10 reglas de oro sobre la reforestación. Hacen hincapié en no solo plantar grandes cantidades de árboles, sino en restablecer sus hábitats.

Además, recalcan que el éxito de un proyecto puede depender si se plantan los árboles correctos en el lugar idóneo. De lo contrario, el resultado puede ser prejudicial. «Si se plantan árboles en suelos ricos en carbono como la turba, por ejemplo, entonces se emitirá más carbono del suelo del que se está ganando con el crecimiento de los árboles», aseguró Hardwick.

La investigadora aportó otro ejemplo negativo: la plantación generalizada de acacias y pinos exóticos en zonas de matorrales nativos de Sudáfrica, que desplazan a la flora autóctona y provocan escasez de agua.

Susan Cook-Patton cree que “no hay una sola solución contra el cambio climático”. «Nos gusta plantar árboles. Es divertido hacerlo, pero a menudo puede ser más barato, más efectivo y más fácil dejar que los árboles crezcan solos», zanja.

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