No es ningún secreto que Barrio Italia aloja una gran diversidad de comercios –desde los eclécticos bares, restaurantes y cafeterías, hasta un sinnúmero de tiendas retail de baja escala, vegas, espacios co-work, mueblerías, entre otras– todos negocios que dan vida al universo de este cada vez más poblado distrito compartido entre las comunas de Providencia y Ñuñoa.
Es así como la industria del vino no queda exenta del boom comercial en este barrio turístico patrimonial, ofreciendo a sus paseantes y vecinos propuestas diferentes que a continuación se describen como parte del ADN de este pintoresco lugar de la ciudad para disfrutar en la temporada de invierno.
Ubicada en la placa comercial de un edificio residencial en avenida Condell 1575, Local 1, Ñuñoa, acaba recientemente de abrir sus puertas esta tienda que “tiene la característica que se ha ido formando sobre la base de la opinión de sus propios clientes”, dice su dueña Andrea.
“Pon esto, saca esto otro”, comenta que es la información que más aprecian de quienes los visitan.
Luego de varios años dando vueltas en familia por el mundo, decidieron montar esta vinoteca que, según Andrea, se diferencia en hacer “partícipe activamente a los clientes en el proceso de elección de los productos y servicios”.
Vaya estudio de campo, método de escucha activa in situ a través del cual muchos emprendedores han obtenido perspectivas de producto, servicio y venta. De ahí que se dice que “más que la oferta, lo verdaderamente importante es la demanda”, sensibilidad que tendrá por objetivo final identificar las actuales tendencias y ocasiones de consumo de la clientela.
En la tienda podemos encontrar no solo vino proveniente de pequeños y reconocidos productores nacionales –siempre prefiriendo el trato directo con el productor por sobre los intermediarios– sino también alimentos gourmet envasados, libros y, como si fuera poco, una membresía de etiquetas seleccionadas para disfrutar mensualmente.
Adicionalmente, varias veces al mes algún enólogo o sommelier hace una cata de vino abierta al público que gratuitamente se presenta en la terraza de la Vinoteca Italia.
Inserto en el 2° piso de Casa La Candelaria se sitúa este espectáculo de tienda que goza de un amplio portafolio de vino de pequeños productores que dan vida a anaqueles con creativas etiquetas provenientes de los distintos territorios vitícolas del país.
Según sus dueños Christopher y Anaís, este es un emprendimiento que se construye “desde el vino y para el vino”, entendiendo que más que vender un producto, aquí se habla de proyectos, familias y amigos.
Por dentro la tienda es estrecha y cuenta con estanterías que cubren las paredes que invitan a conocer una amplia oferta de más de 120 exponentes del mejor vino chileno. La experiencia se complementa toda vez que sus propios dueños atienden el local, entregando un servicio informativo según el nivel de conocimiento de cada cliente.
“No todos las personas que llegan aquí entienden sobre vino. Algunos saben mucho o algo, sin embargo, la gran mayoría está pidiendo mayores informaciones, incluso a los de una ficha técnica”, cuenta Chris.
Además, Anaís nos relata sobre una experiencia dentro y fuera de la tienda: “Al interiorizarnos sobre los vinos de cada proyecto que aquí se exhiben, nuestros clientes logran conocer la historia detrás de la botella gracias a las visitas periódicas que hacemos a viñas y viñedos, ya que contamos con servicio enoturístico para todos quienes deseen explorar con mayor profundidad”.
Hace algunos años atrás, el destacado sommelier Ricardo Grellet abrió un primer local en General Holley, Providencia. Hoy ya cuenta con una segunda tienda en plena avenida Italia 1392, Providencia.
Con una selección sobre las 300 etiquetas procedentes de la casa matriz, encontramos vinos que tiene la característica de abordar a un público bastante grande, desde las clásicas etiquetas de entrada más comerciales hasta vinos de alta gama y baja producciones, incluso extranjeros. Y precisamente aquí radica el sello detrás del “profesional del servicio de vino”, también denominado sommelier, quien ofrece vino luego de identificar las necesidades de cada consumidor final.
Por supuesto la oferta es mucho más que vinos ya que también es posible encontrar otros alcoholes, sobre todo para aquellos amantes del destilado. Lo mejor de todo es que cuentan con un Marketplace en la página web para que puedas beber sin moverte de la comodidad de del hogar, así como de un club de membresías “pequeño”, especialmente diseñado por su director sommelier para ofrecer las mejores cepas, valles y añadas disponibles.