¡Hola, feliz 18! En esta versión resumida de Fiestas Patrias he querido ir directo al tronco y dejar las ramas para otra ocasión. Esto, porque cada día pasan cosas. Las cicatrices que va dejando el cambio climático nos recuerdan que los efectos del calentamiento global los padecemos en todas partes, sin importar el PIB de los países ni su lugar en la OCDE.
De algún modo, el desastre que la humanidad se ha encargado de desatar, tiene una respuesta de la naturaleza totalmente democrática. Aunque los países ricos por lejos son los que más toneladas de CO2 lanzan diariamente a la atmósfera y la islas pobres del Pacífico las primeras que veríamos desaparecer, nadie se salva de las olas de calor, de los tifones, huracanes, sequías e inundaciones.
Tan así es la situación que quise partir esta edición de Juego Limpio con un fenómeno que no había sido observado antes. Un deslizamiento de rocas en Groenlandia, causado por el debilitamiento de un glaciar, generó un megatsunami nunca visto, capaz de producir una onda sísmica que sorprendió a geólogos de todo el mundo, que no comprendían el origen del sismo que tuvo a buena parte del planeta temblando por 9 días.
En cuanto a las acciones climáticas, te dejaré también el reciente estudio Big Oil in Court, el que por primera vez contabiliza las causas judiciales que enfrentan las grandes corporaciones petroleras. Las demandas y causas penales contra estos gigantes de la industria de los combustibles fósiles están sumando acciones, hasta ahora sin precedentes.
Y gracias a nuestro convenio con el Instituto de Ecología y Biodiversidad (IEB) –el que junto a sus investigaciones ha tomado también la iniciativa de recordarnos que la crisis global no es solo climática, sino también ecológica–, te traigo una nueva entrevista, esta vez al ecólogo Juan L. Celis-Diez, sobre los desafíos de la agricultura.
¡Así nomás! ¡Partamos a zapatear con Juego Limpio!
En septiembre de 2023, un enorme deslizamiento ocurrido en Groenlandia provocó una misteriosa señal sísmica de 9 días de duración, además de un tsunami de 200 metros de altura. Esta señal sin precedentes se registró con excelente detalle en múltiples observatorios sismológicos a nivel mundial, incluido el Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (OVSICORI). El principal responsable del deslizamiento: el cambio climático.
La descripción científica de este acontecimiento se publicó recientemente en la revista Science. Los sismógrafos son instrumentos científicos sensibles que registran las vibraciones que se propagan por el suelo.
El movimiento de esta gran masa de agua generó vibraciones a través de la Tierra, sacudiendo el planeta e irradiando ondas sísmicas observadas a nivel mundial. Nunca los científicos habían observado un mecanismo tan inusual que provocara una señal sísmica global.
Cuando los autores del estudio descubrieron la señal, la registraron como un USO, o sea, como un objeto sísmico no identificado. Al mismo tiempo, las autoridades y los investigadores que trabajaban en la zona se enteraron de que se había producido un gran tsunami en un fiordo remoto del noreste de Groenlandia.
Los dos equipos unieron sus fuerzas en un grupo multidisciplinario que contó con una colaboración única de 68 científicos de 40 instituciones en 15 países, combinando datos sismológicos, de infrasonido, además de mediciones de campo únicas, imágenes terrestres y satelitales, así como simulaciones de olas de tsunami. El equipo también utilizó imágenes capturadas por el ejército danés, que navegó hacia el fiordo pocos días después del evento para capturar el colapso de la cara de la montaña y el frente del glaciar junto con las dramáticas cicatrices dejadas por el tsunami.
Fue gracias a esta conjunción de datos, tanto de campo locales como de observaciones remotas, lo que permitió al equipo resolver el rompecabezas y reconstruir la extraordinaria secuencia de eventos en cascada de septiembre de 2023.
¿Qué descubrió? Que el deslizamiento de tierra y hielo responsable de la señal sísmica se produjo en la cima de una montaña que anteriormente se elevaba 1,2 km por encima del fiordo. El volumen de material que se desplomó fue enorme: más de 25 millones de metros cúbicos, suficientes para llenar 10 mil piscinas olímpicas.
El cambio climático global: el principal responsable
De acuerdo con el estudio publicado por la revista Science, este deslizamiento fue causado por el adelgazamiento de los glaciares en la base de la montaña en las últimas décadas, provocado en última instancia por el cambio climático.
Kristian Svennevig, autor principal del estudio, que se desempeña en el Servicio Geológico de Dinamarca y Groenlandia (GEUS), recuerda que «cuando nos embarcamos en esta aventura científica, todo el mundo estaba desconcertado y nadie tenía la menor idea de qué pudo haber causado esta señal. Todo lo que sabíamos era que estaba asociada de alguna manera con un deslizamiento de tierra. Finalmente logramos resolver este enigma mediante un enorme esfuerzo interdisciplinario e internacional».
La señal era tan desconcertante que uno de los miembros del equipo científico intentó recrear el efecto de oscilación de larga duración en la bañera de su casa. Sin embargo, no lograron simular el mismo efecto, por lo que se dejó en manos de modelos matemáticos detallados el demostrar que la dirección del deslizamiento, junto con el canal del fiordo, excepcionalmente estrecho y sinuoso, era la última pieza que faltaba en el rompecabezas de cómo el cambio climático sacudió la Tierra durante 9 días.
El estudio concluye que, con la rápida aceleración del cambio climático, será más importante que nunca caracterizar y monitorear las regiones que antes se consideraban estables y proporcionar una alerta temprana de estos deslizamientos de tierra y tsunamis masivos.
Desde que el calentamiento global pasó a ser una de las principales agendas –no la única ni tampoco la más importante– para las relaciones multilaterales, las acciones climáticas han corrido por diferentes frentes, que van desde las manifestaciones ciudadanas a las cumbres de expertos y, desde estas, a los tribunales penales.
De la asociación internacional Periodistas por el Planeta llegó a mis manos un interesante informe que revela, por primera vez, la presión judicial a la que están sometidas las empresas globales de combustibles fósiles
El informe Big Oil in Court – The latest trends in climate litigation against fossil fuel companies, elaborado por Oil Change International y Zero Carbon Analytics, contabilizó en 86 las demandas climáticas activas contra las mayores empresas productoras de petróleo, gas y carbón del mundo, entre ellas, BP, Chevron, Eni, ExxonMobil, Shell y TotalEnergies.
Aunque los argumentos son distintos entre sí, el informe agrega que dos de cada cinco casos se refieren a reclamaciones de indemnización por daños del cambio climático.
El número de demandas presentadas cada año contra empresas de combustibles fósiles –responsables de un 69% de las emisiones globales de dióxido de carbono– casi se ha triplicado desde que se alcanzó el Acuerdo de París en 2015.
Para entender el asunto de forma práctica, habría que señalar que son tres los tipos de demandas:
El análisis de Oil Change International y Zero Carbon Analytics es el primero en evaluar el crecimiento y las tendencias en litigios climáticos específicamente contra las principales empresas productoras de combustibles fósiles, y se basa en análisis anteriores como los informes de Tendencias Globales en Litigios por Cambio Climático de la LSE.
Para identificar los casos contra las empresas productoras de combustibles fósiles, se utilizó la lista «Carbon Majors» de 122 de los mayores productores de petróleo, gas, carbón y cemento del mundo.
La lista no es exhaustiva y no incluye a las empresas de combustibles fósiles que participan en el procesamiento, la distribución y el uso de petróleo, gas y carbón. Por lo tanto, el análisis presentado por el informe es una estimación de la escala de los litigios relacionados con el clima contra las empresas productoras de combustibles fósiles.
Más de la mitad de todos los casos se han presentado en Estados Unidos (58%) y otro 24% en Europa. Esta distribución es similar a la de todos los casos climáticos, donde el 65% de estos se presentan en EE.UU.
Tipos de casos climáticos contra empresas de combustibles fósiles
De acuerdo con el informe Oil Change International, los tipos de casos contra las empresas de combustibles fósiles varían significativamente y, a menudo, en cada caso individual se plantean múltiples demandas interrelacionadas.
El motivo más frecuente para presentar una demanda contra las empresas de combustibles fósiles, que representa el 38% de los casos, se relaciona con su responsabilidad en los daños causados por los impactos del cambio climático, como el clima extremo. El número de estos casos ha aumentado drásticamente en los últimos años: solo se presentaron tres antes de 2017 y 30 desde entonces.
Casos de daños climáticos
La ciencia climática ahora puede atribuir directamente fenómenos meteorológicos extremos individuales al cambio climático. En los últimos 20 años, los datos se han vuelto significativamente más precisos y hay más de 500 estudios que atribuyen los fenómenos climáticos extremos a los resultados del aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero derivadas de la quema de combustibles fósiles.
También existe información sólida sobre las emisiones históricas de las compañías de combustibles fósiles, a través de la cual es posible calcular la contribución de una empresa a las emisiones globales de gases de efecto invernadero. Como resultado, es posible cuantificar de manera creíble la contribución de una empresa individual de combustibles fósiles a un evento climático extremo específico y cualquier daño que resulte de él.
Es probable que continúe la importante tendencia al alza de nuevas demandas contra las empresas de combustibles fósiles. Si se establecen precedentes legales en casos exitosos contra estas compañías, es factible que haya más causas que busquen basarse en ellos. Los casos también pueden establecer normas e incidir en la licencia social de las empresas para operar y en su acceso a la financiación.
Los efectos negativos del cambio climático y de los fenómenos meteorológicos extremos aumentarán a medida que el mundo siga calentándose. Dada esta tendencia, es probable que la presión judicial contra las empresas de combustibles fósiles siga aumentando.
Siendo su principal área de investigación los servicios ecosistémicos en paisajes antrópicos, el doctor en Ecología y Biología Evolutiva de la Universidad de Chile, investigador del IEB y profesor adjunto de la Escuela de Agronomía de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, está seguro de que la agricultura es vital para la alimentación global, pero también admite que es la principal causa de pérdida de biodiversidad.
Sistemas agrícolas más diversos y heterogéneos son más productivos que los monocultivos, opina. La biodiversidad (como la diversidad del suelo y la polinización de insectos) resulta clave –sostiene el investigador– para mejorar la eficiencia agrícola.
En esta entrevista, el ecólogo enfatiza lo fundamental que es integrar enfoques agroecológicos y de intensificación ecológica en los sistemas productivos. «La solución no es seguir reemplazando ecosistemas por agricultura, sino incorporar la biodiversidad en el paisaje agrícola para mejorar la eficiencia productiva», dice.
-¿Cuál es el desafío principal de la agricultura en relación con la biodiversidad?
-La agricultura es fundamental para asegurar la alimentación global y nuestro bienestar. Sin embargo, también es la principal responsable de la pérdida de biodiversidad, ya que al menos un 30% de la superficie terrestre es agrícola. Además, el manejo agrícola, como el uso excesivo de agroquímicos y la degradación del suelo, genera impactos negativos. Paradójicamente, la agricultura es una de las industrias más afectadas por la crisis ambiental global, con pérdidas importantes en productividad. Frente al desafío de alimentar a 10 mil millones de personas para 2050, es necesario cambiar de rumbo para no comprometer la integridad del planeta.
-La industria agrícola sostiene que es necesario aumentar la superficie agrícola para alcanzar las metas del 2050. ¿Qué opinas sobre esa postura?
-Esto plantea una falsa paradoja entre producir o conservar. La evidencia demuestra que los sistemas agrícolas más diversos y heterogéneos son más productivos por unidad de superficie que los grandes monocultivos. Una agricultura con mayor diversidad a nivel intrapredial, como los policultivos, y con más heterogeneidad a nivel paisajístico, conservando ecosistemas naturales y corredores biológicos, es más eficiente.
-¿Cómo influye la biodiversidad en la productividad agrícola?
-La agricultura depende de la biodiversidad, porque esta provee beneficios ecosistémicos cruciales. Por ejemplo, la diversidad de microorganismos en el suelo mejora la nutrición de los cultivos; los insectos y vertebrados controlan plagas; la vegetación natural contribuye a generar microclimas y a la recarga de acuíferos; y los insectos polinizan cultivos. Un tercio de nuestros alimentos depende de la polinización de insectos. Por lo tanto, la solución no es seguir reemplazando ecosistemas por agricultura, sino incorporar la biodiversidad en el paisaje agrícola para mejorar la eficiencia productiva.
-¿Qué papel juegan las áreas protegidas en la conservación de la biodiversidad agrícola?
-Las áreas protegidas (AP) son fundamentales para la conservación de la biodiversidad. La meta global es proteger el 30% de las zonas terrestres para el final de la década, según el acuerdo Kunming-Montreal de la COP15. Sin embargo, no es viable conservar todo el territorio solo con AP, ya que suelen estar aisladas y rodeadas de grandes extensiones agrícolas que crean barreras para la biodiversidad. Necesitamos conectividad entre AP mediante corredores biológicos y también incorporar la biodiversidad en los sistemas agrícolas para que sean productivos y conservacionistas a la vez.
-¿Qué propuestas se están discutiendo a nivel internacional para integrar la biodiversidad en la agricultura?
-Desde la COP15, se ha solicitado incluir enfoques agroecológicos y de intensificación ecológica como alternativas sostenibles. La idea es promover instrumentos financieros que incentiven la conservación de la biodiversidad en sistemas agrícolas, optimizando los beneficios ecosistémicos y reduciendo los monocultivos convencionales. Esto generaría paisajes de conservación donde las AP sean el núcleo y las zonas agrícolas actúen como áreas buffer productivas y amigables con la biodiversidad, creando un enfoque «win-win«.
-¿Cómo se proyecta Chile en este contexto global?
-Chile aspira a ser una potencia agroalimentaria, por lo que es crucial que en la COP16 se discuta un nuevo marco de acción para sistemas agrícolas, con la participación activa del sector agrícola chileno. Este marco permitirá avanzar hacia sistemas productivos sostenibles, esenciales para alcanzar las metas de conservación y seguridad alimentaria.
Caso 1: Por riesgo ambiental ordenan medidas contra astillero en Puerto Montt
La Superintendencia del Medio Ambiente (SMA) ha emitido una serie de medidas contra el astillero «Concesión Marítima Astilleros Vergara», ubicado en Puerto Montt, debido a posibles incumplimientos de su Resolución de Calificación Ambiental (RCA). El proyecto, que consiste en la construcción y reparación de artefactos navales, fue aprobado favorablemente en 2010 bajo la RCA N° 58 y cuenta con una concesión marítima en un sector de playa. Sin embargo, recientes denuncias han señalado la falta de cumplimiento de las obligaciones ambientales establecidas.
En mayo de 2024, la SMA recibió denuncias de la Gobernación Marítima y la Capitanía de Puerto de Puerto Montt por emisiones de ruido, polvo y contaminación, específicamente en el proceso de carenado de los navíos. Tras inspecciones en el lugar, se constató que el astillero no ha presentado su Programa de Vigilancia Ambiental y que la zona de carenado no cuenta con un galpón metálico con techo, como lo exige su permiso.
Ante estos incumplimientos, la SMA ha dictado las siguientes medidas: prohibir las actividades de carenado en áreas abiertas, incluyendo la playa, durante 90 días hábiles; realizar la limpieza de la playa y las zonas del astillero donde haya acumulación de materiales contaminantes; y presentar un Programa de Vigilancia Ambiental con un plan de monitoreo en un plazo de 15 días hábiles.
Con estas acciones, se busca mitigar el impacto ambiental del astillero y garantizar que las actividades se ajusten a las normativas vigentes.
Caso 2: Extienden paralización de obras de Inmobiliaria Rossan en humedal Valle Volcanes
La Superintendencia del Medio Ambiente (SMA) ha renovado por 30 días la paralización total de las obras de la Inmobiliaria Rossan Ltda., que afectan al humedal Valle Volcanes en Puerto Montt. La decisión responde a los riesgos ambientales derivados de actividades como el despeje de vegetación, movimientos de tierra, escarpado del terreno, intervención de cauces y la extracción de tocones de alerces en la zona.
La medida fue impuesta originalmente el 19 de julio de este año, como parte de un proceso sancionatorio, debido a que la empresa no cuenta con una Resolución de Calificación Ambiental (RCA) para ejecutar obras dentro del humedal, el cual se encuentra dentro del límite urbano. Estas acciones han causado alteraciones físicas y ecológicas al ecosistema del humedal, lo que llevó a la intervención de las autoridades.
Tras la autorización del Tercer Tribunal Ambiental, la SMA extendió la paralización, argumentando que persiste un riesgo inminente de daño ambiental si las obras se reanudan en los siete lotes intervenidos. Cabe recordar que la inmobiliaria afectó un total de 12,2 hectáreas del humedal antes de la notificación de la primera resolución que detuvo las actividades, el 28 de junio.
Pese a los pronunciamientos previos del Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) y de la Municipalidad de Puerto Montt, la empresa continuó con las obras, lo que ha generado preocupación por el impacto sobre el ecosistema y los flujos naturales del humedal.
Así hemos llegado al final de esta edición resumida de Fiestas Patrias. Que tengan un feliz 18 y nos encontramos en una semana más, en una nueva edición de Juego Limpio. ¡Nos vemos!
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