Publicidad

Avances globales vs. eventos climáticos extremos

Publicidad


¡Hola! Hace unos días, un lector de Juego Limpio me escribió para agradecer la información entregada semana a semana, pero terminó con una petición que en rigor era el sentido central de su mensaje: destacar las acciones que se llevan a cabo día a día para cambiar el rumbo actual de las cosas.

Es cierto, en Chile y en el mundo diariamente se trabaja contra la corriente para desarrollar nuevas tecnologías, combatir la contaminación a través de debates legislativos de impacto local y global, elaborar nuevas estrategias de conservación de especies en peligro y publicar informes o estudios científicos que tienen como gran objetivo el llamando a la acción, con sentido de urgencia.

Aunque parezca desalentador, la comunidad científica no cesa en su intento, o deber moral –como lo describe el oceanógrafo Osvaldo Ulloa– de insistir en que se acabó el tiempo para dudar y que tampoco podemos esperar que la tecnología termine por hacer lo que los líderes mundiales se comprometieron a realizar en el Acuerdo de París de 2015: evitar que el calentamiento global supere el umbral de los 1,5 grados.

En esta edición y con este propósito, he querido traerles una reciente publicación de la revista BioScience que recuerda la advertencia que hicieran 15 mil científicos el 2020 sobre que dicho umbral ya se traspasó. Y el editorial de la revista Nature de estos días, que llamó a no confiarse en que las tecnologías de frontera que se están impulsando en el mundo, para sacar CO2 de la atmósfera y sepultarlo en forma de roca en el subsuelo, sean la solución que lleve a bajar la temperatura, porque los eventos extremos ya se desencadenaron.

En esta edición comentaremos también la ventana de economía sustentable que trae el desarrollo de hidrógeno verde en Chile y su contribución al combate al cambio climático. Clave en esta parte son las reflexiones de Marcos Kulka de la H2 Chile, que restó gravedad a las observaciones que se han levantado contra el megaproyecto de amoniaco verde, en específico aquellas expuestas por el Consejo de Monumentos Nacionales. «Es normal, dado el orden de magnitud de estos proyectos», dijo.

Adicionalmente, llevaré a ustedes un recuento de los avances globales en la lucha contra el cambio climático, como así también un recuento de los eventos extremos ocurridos durante 2024, para que no olvidemos el sentido de urgencia.

Dejaré para el final el proyecto de conservación del cóndor andino que lleva a cabo la PUCV y una entrevista al gerente del IEB, a una semana de la Cumbre de la Biodiversidad en la ciudad de Cali, Colombia.

Dicho lo anterior, arranquemos de una vez como Juego Limpio.

  • Antes de comenzar, quiero invitarte a que compartas Juego Limpio, así nuestra comunidad crecerá más cada día. Si aún no te sumas, o si alguien que te aprecia te compartió este boletín, te invito a que te Inscribas gratis, para que no te pierdas los análisis y descubras los secretos del tema climático.

 Inscríbete gratis

1

La semana del H2V y la polémica por las observaciones contra el proyecto de amoniaco verde

Lo adelantamos hace un par de meses. La oposición al megaproyecto de amoniaco verde en Magallanes, operado por HNH Energy, rápidamente concitó la oposición del conjunto total de las organizaciones dedicadas a la protección y conservación del medio ambiente en Chile. Entre los múltiples argumentos, la magnitud de la planta –y de su inversión, estimada en US$ 11 mil millones– es vista con recelo y cautela, debido a la carga ambiental que impondría sobre el territorio el conjunto industrial más grande de Magallanes.

A esto se suma la observación que planteó hace unos días el Consejo de Monumentos Nacionales (CMN), que propone el cambio del trazado de caminos, que –tal como está proyectado– destruiría el legado patrimonial de la estancia San Gregorio, hacienda ligada a la familia Menéndez y el imperio ganadero que implantó en Magallanes a costa de la sangre de los selk’nam.

Días después de que se celebrara el Día Internacional del Hidrógeno Verde, conversé para Juego Limpio con Marcos Kulka, el presidente de la asociación gremial de hidrógeno verde, H2 Chile, sobre la demora con que se entregan los permisos, el alto precio de producción de hidrógeno mediante electrólisis y la estrategia de Chile para insertarse en el mercado global de H2V. La conversación se produjo un mes después que el Banco Central, a través de su blog, publicará un artículo que puso en relieve a Chile como «un líder emergente en la producción de hidrógeno verde para combatir la crisis climática».

Aun cuando el acento de estos días ha estado puesto en la polémica sobre la postura del CMN ante el proyecto de amoniaco verde, Kulka fue enfático en restar gravedad a la situación. En ningún caso esta postura o reclamación pone en duda la viabilidad del proyecto, es más –apunta– encuentra que es totalmente normal que, en proyectos de esta envergadura, las instituciones públicas pongan el acento –con vehemencia, por cierto– en el campo de su interés.

«En orden a la magnitud de estos proyectos, resulta natural que lleguen las observaciones. Cuando un proyecto tiene muchas observaciones, para los desarrolladores de proyectos no es algo sorpresivo». Pero, claro, advierte que es imposible tomar cada una de las observaciones que se solicita. En tal caso, los proyectos se harían inviables, situación que conlleva un problema mayor, dado que estos proyectos –más allá del negocio en sí mismo– responden al sentido de urgencia que implica sustituir los combustibles fósiles, produciendo energía con emisión cero de gases de efectos invernadero. Que es el tipo de hidrógeno que se producirá en Chile y para el mundo, debido a su combinación con las energías renovables en nuestro país, como la solar, eólica e hidráulica.

«Lo que nosotros tenemos, el desafío intelectual que tenemos desde el Gobierno, desde los privados, desde la sociedad civil, de la comunidad, de la ONG, es que efectivamente estos proyectos se puedan desplegar y que, cuando se desplieguen, cumplan su promesa de valor, que en el fondo es generar el valor en el territorio local, que generen empleo, que generen servicios, y que combatan el cambio climático», dijo Kulka, cuya entrevista completa la publicaremos esta semana como un bonus track de Juego Limpio en El Mostrador.

Tal como comenté recientemente, el Banco Central destacó que con un potencial energético superior a los 1.800 gigavatios (GW), que supera ampliamente la demanda interna del país, Chile presenta una ventaja competitiva en esta industria. El costo estimado de producción para 2030 se calcula en torno a 1 USD por kilogramo de hidrógeno, lo que coloca a Chile en una posición favorable frente a otros países competidores. Esta ventaja ha atraído inversiones millonarias para el desarrollo de proyectos de H2V y sus derivados, como el amoniaco, el metanol y los e-combustibles.

Actualmente, cinco proyectos se encuentran en el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA), con una inversión total estimada en 15 mil millones de dólares. Estos proyectos, una vez en funcionamiento, producirán más de 300 kilotoneladas de H2V anualmente.

Además, hay numerosos proyectos anunciados que están en fases preliminares, muchos de ellos también en Magallanes. Estos requieren la instalación de plantas desaladoras para reducir costos de transporte y aprovechar su cercanía al mar. Se espera que estas iniciativas comiencen a ejecutarse entre 2025 y 2026.

La creciente demanda de hidrógeno verde, tanto en Chile como en el mercado internacional, está alineada con los objetivos globales de carbono-neutralidad para 2050. Se proyecta que la demanda externa será la principal impulsora, con más de 1.000 kilotoneladas de H2V destinadas a la exportación para 2035.

En cuanto a la demanda interna, sectores como el transporte, la minería y la industria comenzarán a requerir H2V en la próxima década. Este panorama de demanda creciente impulsa la materialización de los proyectos, lo que se traducirá en importantes beneficios económicos y ambientales para Chile.

La materialización de estos proyectos, no solo posicionará al país en el mercado del hidrógeno verde, sino que también tendrá un impacto positivo en el crecimiento económico a largo plazo. Según estimaciones del Banco Central, el crecimiento del PIB no minero podría beneficiarse significativamente de estas inversiones, especialmente si los proyectos hoy en etapa de diseño logran concretarse.

Con la presión global para alcanzar objetivos de sostenibilidad y la creciente demanda de energías limpias, Chile tiene una oportunidad única para liderar la producción de hidrógeno verde a nivel mundial.

2

Tiempos peligrosos según Nature y BioScience

Esta imagen, de los líderes mundiales que firmaron el famoso Acuerdo de París en diciembre de 2015, es un recuerdo vivo de que entre preocuparse y ocuparse de un problema hay una línea divisoria muy gruesa. Para este número de Juego Limpio, el prestigioso oceanógrafo chileno Osvaldo Ulloa me envió un estudio publicado apenas hace una semana por la revista BioScience, de la Academia de Oxford, con el siguiente mensaje: «Por si te sirve, aunque no es muy optimista».

El estudio, titulado «Tiempos peligrosos en el planeta Tierra» y publicado el 8 de octubre pasado, para ser franco, es un clamor de la comunidad científica mundial, que confiesa de algún modo el fracaso del compromiso por revertir el calentamiento global. En el paper, 15 científicos vuelven a hacer suya un masiva advertencia realizada por 15 mil científicos que, en 2020, dieron cuenta de las consecuencias devastadoras de un cambio climático irreversible.

«Creo que la comunidad científica, o al menos parte de ella, tiene claro que ya no lograremos lo acordado en el Protocolo de París (no sobrepasar los 1.5 grados Celsius de calentamiento del planeta) y esto representa una amenaza grande de la que hay que estar conscientes», me dice Ulloa y agrega: «En ese escenario, algunos científicos sienten el deber moral de advertir que no se están tomando las medidas adecuadas y que vamos hacia un desastre planetario».

En concreto, el estudio sostiene que, a pesar de seis informes del IPCC, 28 reuniones de la COP, cientos de otros informes y decenas de miles de artículos científicos, «el mundo ha logrado muy poco en términos de cambio climático, en parte debido a la férrea resistencia de quienes se benefician financieramente del actual sistema basado en combustibles fósiles».

Esto ha llevado a la humanidad –refiere el artículo– a encontrarse al borde de una catástrofe climática irreversible. Lo que antes eran advertencias de la comunidad científica, ahora se manifiesta como una realidad devastadora. Los impactos del cambio climático, impulsados por las crecientes emisiones de gases de efecto invernadero y los cambios en los ecosistemas, amenazan la existencia misma de la vida en la Tierra. A pesar de los esfuerzos y alertas de más de 15.000 científicos –y del conocimiento de las corporaciones de combustibles fósiles desde hace décadas–, seguimos moviéndonos en la dirección equivocada.

Las emisiones de combustibles fósiles han alcanzado niveles récord, y las políticas actuales nos llevan a un escenario de aumento de temperatura global de aproximadamente 2,7 °C para el año 2100 (UNEP 2023). Este panorama supera con creces el límite de 1,5 °C establecido en el Acuerdo de París, lo que implica consecuencias catastróficas para los ecosistemas y las poblaciones humanas. El planeta ha entrado en una fase climática desconocida para la humanidad y nuestros ancestros dentro del género Homo (CenCO2PIP Consortium et al., 2023), con efectos que resultan impredecibles.

Con la cuenta regresiva para la COP29, este informe busca transmitir, de manera clara y directa, la urgencia de abordar esta crisis global, destacando la necesidad de intervenciones políticas inmediatas y valientes. Solo a través de una movilización colectiva podremos salvaguardar la vida en la Tierra y garantizar un futuro digno para todos.

Editorial de Nature

Junto a este informe, hace pocas horas la prestigiosa revista Nature provocó impacto mundial al publicar el siguiente editorial: «No hay que sobrepasarse: por qué la eliminación del dióxido de carbono logrará muy poco y demasiado tarde».

En síntesis, el editorial explica que, ante la frustración de no poder reducir la emisión de gases de efecto invernadero como se requiere, los científicos a nivel global han tomado la decisión de orientar sus esfuerzos a soluciones tecnológicas que permitan hallar cómo extraer CO2 directamente de la atmósfera para bajar la temperatura del planeta.

En efecto, hace unos meses llegó a mis manos la información sobre una iniciativa que se desarrolla en Islandia, que –imaginé– se vería en un futuro no muy cercano. Se trata de Mammoth, proclamada como la más grande  aspiradora de CO2 del mundo. Operada por la compañía suiza Climeworks, esta instalación busca reducir la polución climática extrayendo el dióxido de carbono directamente de la atmósfera, mediante un proceso innovador. La idea es transportar el carbono a las profundidades de la tierra, gracias a una colaboración con la compañía Carbfix, para que se transforme naturalmente en piedra, logrando así una captura permanente del carbono.

En el editorial se advierte que, aunque las tecnologías para remover CO2 funcionen, revertir los daños será extremadamente difícil. Esta semana, también en Nature , un equipo dirigido por Carl-Friedrich Schleussner en Climate Analytics –un instituto de investigación sin fines de lucro en Berlín–, informó que incluso un sobrecalentamiento temporal permitirá que los impactos climáticos se acumulen durante las próximas décadas ( CF Schleussner et al . Nature 634 , 366–373; 2024 ). Schleussner y su equipo estiman que, para limitar el calentamiento a 1,5 °C, se necesitaría eliminar hasta 400 gigatoneladas de carbono de la atmósfera para 2100. Esto es equivalente a revertir las emisiones del sector energético de Estados Unidos durante 80 años. Incluso si fuese posible, algunos sistemas terrestres, como el aumento del nivel del mar y los cambios en los ecosistemas, no volverían a su equilibrio anterior.

A medida que las temperaturas superen el umbral, el riesgo de alcanzar puntos de inflexión climáticos –como el colapso total de la capa de hielo de Groenlandia o la muerte regresiva de la Amazonía– aumentará. Incluso si las tecnologías logran reducir el calentamiento a niveles anteriores, estos eventos catastróficos podrían desencadenarse de manera irreversible.

El reciente cierre de la última planta de carbón en el Reino Unido, el 30 de septiembre de 2024, y la inversión de 29 mil millones de dólares en tecnologías de captura y almacenamiento de carbono, son un primer paso hacia la reducción de emisiones. El mensaje es claro: no podemos darnos el lujo de esperar. La eliminación del CO2 de la atmósfera es crucial, pero no será suficiente si no se acompaña de una reducción agresiva de las emisiones y la creación de resiliencia en las comunidades más vulnerables.

3

Avances globales en la lucha contra la crisis climática

Aun cuando las advertencias científicas resultan inapelables, en este número de Juego Limpio he querido destacar las recientes victorias que se han dado en varias partes del mundo y que, lejos de ser un eslogan fácil, nos ofrecen un rayo de esperanza. Desde acuerdos sobre plásticos hasta fallos judiciales que protegen los derechos humanos y el medio ambiente, los últimos meses han sido testigos de importantes avances que muestran que el trabajo colectivo y la perseverancia pueden marcar una diferencia real.

Aunque todavía no puede ponerse en práctica, Chile fue uno de los países pioneros en el mundo en establecer una legislación que proteja la biodiversidad oceánica de los plásticos de un solo uso. Otro de los países que ha seguido un camino similar es Canadá. De hecho, uno de los avances más significativos este 2024 fue un acuerdo alcanzado por representantes gubernamentales en Ottawa, donde se sigue avanzando hacia un acuerdo internacional jurídicamente vinculante sobre la contaminación por plásticos. Aunque el borrador actual aún no es suficiente, contiene medidas clave que pueden ayudar a frenar uno de los mayores problemas ambientales del planeta.

Además, una histórica victoria en Suiza demostró que la inacción frente a la crisis climática puede ser considerada una violación de los derechos humanos. Un grupo de mujeres suizas logró que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos fallara a su favor, obligando al gobierno de ese país a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero.

En Estados Unidos, la Agencia de Protección del Medio Ambiente (EPA) implementó nuevas normas para frenar los contaminantes tóxicos de más de 200 plantas petroquímicas, lo que beneficiará a miles de personas que viven en áreas afectadas por la contaminación industrial, como el tristemente célebre “Callejón del Cáncer”.

En Perú, los habitantes de La Oroya ganaron un caso ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos, logrando que el Gobierno fuera declarado responsable por la exposición a metales tóxicos y la violación del derecho a un medio ambiente sano.

Otro de los ejemplos recientes es la histórica victoria en Noruega, donde se logró que la Corte determinara la invalidez de los permisos de explotación de tres yacimientos de gas y petróleo en el Mar del Norte, debido a la falta de consideración de los impactos climáticos. Esto obligó a las empresas Equinor y Aker BP a frenar su producción, lo que podría tener repercusiones similares en otros proyectos.

En Estados Unidos, el Gobierno detuvo temporalmente las aprobaciones para nuevos proyectos de exportación de Gas Natural Licuado (GNL), en una medida que evaluará los impactos ambientales con base en la ciencia climática más actualizada.

En el ámbito de la conservación marina, Palau fue el primer país en ratificar el Tratado Global de los Océanos de la ONU a principios de este año, seguido de Chile. Este tratado es crucial para la protección de los océanos y, con estas ratificaciones, ambos países allanaron el camino para que más naciones lo adopten. Este tratado necesita la ratificación de 60 países para entrar en vigor, y las primeras naciones ya están liderando el camino.

Otro ejemplo de éxito ambiental viene desde Tailandia, donde la Corte Administrativa de Chiang Mai falló a favor de la población afectada por la crisis de la neblina tóxica, causada por la quema de granos y los incendios forestales. Esta decisión, liderada por organizaciones sociales y apoyada por Greenpeace Tailandia, representa una pequeña pero significativa victoria para la salud pública y el medio ambiente en el sudeste asiático.

Estos logros ciudadanos y de gobiernos recuerdan que la resiliencia es clave para los cambios que requiere nuestro planeta.

4

¡Al hueso! Cronograma de eventos extremos 2024

Tanto en la carrera para encontrar un sustituto a los hidrocarburos como en las advertencias de la comunidad científica internacional o en las acciones de coordinación global para impulsar cambios sustantivos, hay una visión que cruza todo lo anterior, siendo al mismo tiempo el motor que nos impulsa a dejar el inmovilismo: el sentido de urgencia.

Aunque en Juego Limpio nos descansaremos en rescatar las acciones para enmendar el rumbo perdido, no podemos desconocer que el sentido de urgencia se activa –en la gran mayoría de los casos– cuando el contraste con la evidencia se hace incuestionable.

Hace años, en un programa que tenía El Mostrador en radio La Clave, me tocó exponer las conclusiones del último informe de la IPCC de entonces, y mi interlocutor por aquellos días me dijo: «Héctor, solo cambiaremos cuando comiencen a caer patos asados del cielo». Pues bien, acá les dejo un cronograma –parcial por cierto– de los eventos climáticos extremos ocurridos este 2024.

Febrero 2024: Incendios forestales en Chile causaron la muerte de al menos 131 personas y destruyeron más de 14.000 viviendas. El cambio climático pudo haber contribuido a estos incendios al aumentar la frecuencia e intensidad de las sequías y las olas de calor, aunque otros factores, como el Niño y la pérdida de bosques naturales, también pueden haber influido.

Marzo-abril 2024: El calor extremo afectó a una gran parte del norte de África y el Sahel, posiblemente causando la muerte de cientos o miles de personas. Olas de calor de esta magnitud probablemente no podrían haber ocurrido sin el cambio climático (Barnes et al., 2024a).

Abril 2024: Lluvias intensas provocaron inundaciones repentinas en la región del Golfo Pérsico, causando al menos 33 muertes. El cambio climático probablemente exacerbó estas lluvias.

Marzo-mayo 2024: Lluvias intensas en el este de África causaron graves inundaciones que mataron a cientos de personas y afectaron a más de 700.000. Esta región ha experimentado un aumento de precipitaciones observadas en los últimos 15 años, en parte atribuible al cambio climático (Kimutai et al., 2024).

Abril-mayo 2024: Muchas regiones de Asia sufrieron devastadoras olas de calor, con aproximadamente 1.500 muertes por golpes de calor solo en Myanmar (Pearce y Ware, 2024). En India, como parte de la ola de calor más larga jamás registrada, las temperaturas alcanzaron los 50 °C en algunas áreas y las enfermedades relacionadas con el calor provocaron al menos 60 muertes. El cambio climático está haciendo que estas olas de calor sean más frecuentes y extremas en algunas partes de Asia (Zachariah et al., 2024b).

Abril-mayo 2024: Inundaciones extensas en el sur de Brasil devastaron 478 ciudades, mataron a 173 personas, dejaron 38 desaparecidos, 806 heridos y desplazaron a 423.486 personas. El costo estimado de la limpieza es de US$ 3.7 mil millones (Malabarba et al., 2024). Se estimó que el cambio climático duplicó aproximadamente la probabilidad de las lluvias extremas que causaron estas inundaciones (Clarke et al., 2024).

Mayo 2024: Una tormenta de viento en Texas, Estados Unidos, mató a 5 personas y dejó a más de 600.000 sin electricidad. El cambio climático puede estar haciendo que las tormentas de viento rectas como esta sean más frecuentes e intensas.

Mayo 2024: La tormenta ciclónica severa Remal mató al menos a 84 personas en India y Bangladesh. El cambio climático ha aumentado la frecuencia e intensidad de estas tormentas severas.

Mayo-junio 2024: México y áreas cercanas enfrentaron calor extremo; al menos 125 personas murieron en ese país, debido a enfermedades relacionadas con el calor este año. El cambio climático está aumentando la frecuencia de estas olas de calor extremas (Pinto et al., 2024).

Junio 2024: Al menos 1.170 peregrinos murieron en Arabia Saudita durante una ola de calor intensa, con temperaturas que superaron los 50 °C. El cambio climático está contribuyendo a olas de calor como esta.

Junio 2024: Lluvias intensas en Bangladesh causaron deslizamientos de tierra que mataron al menos a nueve personas e inundaciones que dejaron a casi 2 millones varadas. El cambio climático ha aumentado la intensidad de las inundaciones en esta región.

Junio 2024: Devastadores incendios forestales quemaron aproximadamente 440.000 hectáreas en los humedales del Pantanal brasileño, amenazando actividades económicas y matando a muchos animales silvestres. Se estima que el cambio climático provocó un aumento del 40% en la intensidad de las condiciones meteorológicas que impulsaron estos incendios (Barnes et al., 2024b).

Julio 2024: El Beryl fue un huracán atlántico excepcionalmente fuerte que afectó partes del Caribe, Estados Unidos y la península de Yucatán; mató a 64 personas y causó daños por más de US$ 5 mil millones. El cambio climático puede haber contribuido a la rápida intensificación de Beryl y su llegada a la categoría 5, a pesar de que ocurrió relativamente temprano en la temporada de huracanes.

Julio 2024: Una ola de calor mortal en el Mediterráneo provocó al menos 23 muertes. Es muy probable que el cambio climático haya contribuido a las temperaturas extremas observadas.

Agosto 2024: El Debby fue un huracán de movimiento lento que causó inundaciones extensas en el sureste de Estados Unidos y mató al menos a 10 personas. Se ha vinculado el cambio climático con el aumento de las lluvias en los huracanes y las tasas de intensificación, y puede estar relacionado con la desaceleración de los huracanes en Estados Unidos.

Octubre de 2024: El huracán Milton en Florida (EE.UU.) deja a oscuras a dos millones de personas. El huracán fue calificado por el presidente Joe Biden como «la peor tormenta del siglo». Milton es el segundo que alcanza Florida en casi dos semanas, tras el impacto del poderoso huracán Helene, que entró por el noroeste de este estado con categoría 4, el pasado 26 de septiembre, y dejó una estela de devastación en seis estados del sureste de EE.UU. y más de 230 muertos.

5

PUCV lidera proyecto de IA para la conservación del cóndor andino

Un equipo interdisciplinario de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV), liderado por los profesores Christoffer Löffler y Emmanuel Vega, de la Escuela de Ingeniería Informática, y Rocío Álvarez del Instituto de Biología, está desarrollando un innovador proyecto que aplica inteligencia artificial (IA) para la investigación y preservación de la biodiversidad en Chile. Esta iniciativa busca proteger especies emblemáticas como el cóndor y el puma, y combatir la pesca ilegal, utilizando tecnología de vanguardia.

El proyecto, que refleja la colaboración entre Chile y Alemania, se enmarca en la iniciativa GAIA, que busca expandir el uso de alta tecnología en la conservación de la biodiversidad. Participan instituciones alemanas de renombre, como el Fraunhofer Institute for Integrated Circuits (IIS) y el Leibniz Institute for Zoo and Wildlife Research (IZW).

El profesor Christoffer Löffler explicó que la iniciativa tiene como objetivo crear un sistema de alerta temprana para detectar cambios en la biodiversidad chilena, facilitando tanto el monitoreo a largo plazo como la respuesta ante incidentes ecológicos críticos. «La extensa y compleja naturaleza chilena requiere nuevas herramientas para supervisar sus ecosistemas, y la inteligencia artificial puede ser clave en este desafío», afirmó.

Por su parte, la investigadora Rocío Álvarez destacó la importancia de replicar en Chile estudios como los realizados en África con leones y guepardos. “Podríamos aplicar estos estudios a los pumas, por ejemplo, para entender mejor su interacción con la ganadería y reducir los conflictos entre humanos y fauna silvestre”, comentó.

Uno de los avances más destacados del proyecto es el desarrollo de etiquetas de nueva generación para animales, que combinan inteligencia artificial con cámaras pequeñas para monitorear en tiempo real el comportamiento animal. Estas tecnologías no solo permiten un mejor entendimiento de las especies, sino que también tienen aplicaciones prácticas, como la detección de pesca ilegal y el seguimiento de enfermedades en animales como el cóndor.

Löffler subrayó que los animales marcados, combinados con la IA de las etiquetas, pueden convertirse en “guardianes” de la naturaleza. “Especies como las aves pueden mejorar la vigilancia en áreas remotas o de difícil acceso, donde los métodos tradicionales son insuficientes”, explicó.

Este proyecto –que sienta las bases para una cooperación científica a largo plazo entre la PUCV y sus socios alemanes– es un paso importante hacia el desarrollo de nuevas tecnologías para la conservación del medio ambiente. “Aunque estamos en una fase inicial, nuestra meta es ambiciosa: crear una red de colaboración internacional para proteger y conservar nuestras especies”, concluyó Álvarez.

Este esfuerzo conjunto no solo refuerza la investigación científica en biodiversidad, sino que también subraya el potencial de la inteligencia artificial para enfrentar los desafíos ecológicos que enfrentan Chile y el mundo.

6

Fernando Valenzuela, gerente del IEB: «La estrategia de biodiversidad en Chile es clave para enfrentar la crisis climática»

Ahora sí que entramos en la cuenta regresiva para la Cumbre de la Biodiversidad que partirá el próximo 21 de octubre en la ciudad de Cali, Colombia.

A través de la alianza que Juego Limpio estableció con el IEB, esta vez les traigo una entrevista con el gerente del Instituto de Ecología y Biodiversidad, Fernando Valenzuela, quien es especialista en planificación y gestión ambiental en esquemas público-privados, facilitación de procesos de participación, desarrollos estratégicos y promoción de buenas prácticas en la toma de decisiones a nivel de políticas, planes, programas y proyectos.

-Fernando, Chile es signatario de la Convención de Diversidad Biológica. ¿Cómo está el país avanzando en la conservación y gestión de su biodiversidad?

Efectivamente, como parte de la Convención, Chile cuenta con un documento de política pública, la Estrategia Nacional de Biodiversidad 2017-2030. Este documento fue aprobado en enero de 2018 y establece los lineamientos estratégicos para conservar la biodiversidad a nivel nacional. La estrategia tiene cinco objetivos clave, entre ellos, promover el uso sustentable de la biodiversidad, aumentar la conciencia pública y la participación, mejorar la gobernanza y desarrollar un marco de protección y restauración de los ecosistemas.

-¿Cómo se estructura esta estrategia en términos de implementación?

La Estrategia Nacional se implementa a través de un Plan de Acción Nacional que organiza las tareas en varios ámbitos temáticos. Estos incluyen la conservación de la biodiversidad marina, el manejo de especies exóticas invasoras, la protección de áreas terrestres y marinas, y la conservación de humedales. Además, contempla acciones transversales como el financiamiento, la institucionalidad y la adaptación de la biodiversidad al cambio climático. Este plan se revisa periódicamente para garantizar su eficacia.

-¿Qué avances recientes destacaría en este proceso?

Uno de los avances más importantes es la firma del Marco Mundial de Biodiversidad de Kunming-Montreal en 2022, lo que llevó a Chile a actualizar sus metas en materia de conservación. Además, en el 2023 se inició el proceso de actualización de la actual estrategia de biodiversidad para mejorar la restauración y la gestión sostenible de los ecosistemas. También es destacable la reciente creación del Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas (SBAP), una nueva entidad con importantes atribuciones para la protección tanto dentro como fuera de las áreas protegidas.

-Chile se ha comprometido a proteger el 30% de su territorio para 2030. ¿Cómo avanza el país hacia este objetivo?

Hasta la fecha, Chile ha protegido el 23% de su territorio terrestre y el 42% de su zona económica exclusiva en el mar. Sin embargo, es fundamental recordar que las áreas protegidas no funcionan como islas aisladas. Para proteger efectivamente la biodiversidad, es crucial gestionar también las áreas que rodean las zonas protegidas, creando corredores ecológicos y minimizando las presiones del desarrollo urbano y productivo. La biodiversidad debe gestionarse de forma integral en todo el territorio, desde las montañas hasta las ciudades.

-¿Qué papel juega el nuevo Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas (SBAP)?

El SBAP tiene un rol fundamental en el cumplimiento de la meta de proteger el 30% del territorio para 2030. Proporciona un marco normativo para la creación de áreas protegidas y otras medidas de conservación. Sin embargo, es importante que no se vea al SBAP como el único responsable de la conservación de la biodiversidad. Es necesario que todo el Estado y la sociedad se movilicen para enfrentar esta crisis, y que el SBAP lidere la colaboración entre los diferentes ministerios y sectores.

-¿Cuáles son los desafíos pendientes en la gestión de la biodiversidad?

A nivel institucional, uno de los mayores desafíos es la capacidad de hacer seguimiento y verificar los indicadores definidos para la conservación. Es necesario consolidar los sistemas de información y utilizar tecnologías como la inteligencia artificial para mejorar la gestión de datos. Además, es imprescindible articular los conocimientos de los distintos actores, desde los sectores productivos hasta las comunidades locales y los centros de investigación, para avanzar en la conservación adaptativa y efectiva de la biodiversidad.

7

El martillo de la SMA

Caso 1: Detención total de las obras de Inmobiliaria Rossan Ltda. en el Humedal Valle Volcanes

La Superintendencia del Medio Ambiente (SMA) renovó por 30 días la medida de detención total de las obras de Inmobiliaria Rossan Ltda. en el Humedal Valle Volcanes, en Puerto Montt. Esta medida, previamente autorizada por el Tercer Tribunal Ambiental, responde al riesgo ambiental que suponen los trabajos de despeje de vegetación, movimientos de tierra y otras intervenciones en el terreno, las cuales se realizaron sin una Resolución de Calificación Ambiental (RCA), alterando los componentes del ecosistema.

La medida fue impuesta por primera vez en julio de este año como parte de un procedimiento sancionatorio contra la empresa, debido a los daños que las obras estaban generando en el humedal. Esta es la tercera vez que se renueva la detención de los trabajos, ya que existe el riesgo de que la reanudación del proyecto agrave los efectos negativos en el área, incluyendo la afectación de la flora y fauna, la disminución de agua y la alteración de los servicios ecosistémicos.

Durante las inspecciones realizadas a principios de octubre por la Oficina Regional de la SMA de Los Lagos, se constató que las obras permanecen detenidas y no se ha encontrado maquinaria en el lugar. La renovación de la medida de detención se extenderá por 30 días, desde la notificación al titular del proyecto, con el fin de proteger el humedal y sus ecosistema.

Caso 2: Aplican multa al titular del Vertedero de Castro tras constatar deficiente operación

La Superintendencia del Medio Ambiente (SMA) multó a la Municipalidad de Castro, titular del Vertedero de Castro, con 140,2 Unidades Tributarias Anuales (UTA), lo que equivale a más de $111 millones. La sanción se debe a deficiencias operativas relacionadas con la disposición de residuos y el manejo de lixiviados, incumpliendo el permiso ambiental del proyecto. La multa deberá pagarse en un plazo de diez días hábiles desde la notificación.

El caso tiene su origen en fiscalizaciones realizadas en 2016 y 2018, donde se identifican diversas irregularidades, como el funcionamiento sin autorización sanitaria y la operación más allá de su vida útil. La SMA ordenó medidas provisionales en 2018 que no fueron implementadas por el titular, lo que agravó la situación y llevó a la formulación de siete cargos en octubre de ese mismo año.

A pesar de aprobarse un programa de cumplimiento en un intento por regularizar las infracciones, la Municipalidad de Castro no ejecutó las acciones comprometidas de manera adecuada. Por ello, en octubre de 2021, la SMA declaró incumplido el programa y reinició el procedimiento sancionatorio.


Dejaremos por hoy hasta aquí este Juego Limpio, dedicado el cambio climático, y retomaremos la próxima semana, en la que vendrán novedades con la COP16 de la biodiversidad. ¡Hasta entonces!

  • Si tienen algún comentario, duda o información que quieran compartir, pueden escribirme a juegolimpio@elmostrador.cl.

 

Inscríbete en el Newsletter Juego Limpio de El Mostrador, súmate a nuestra comunidad para informarte sobre los avances en materia de energía renovable en Chile y el mundo.

Publicidad

Tendencias