Juego Limpio
Otro récord: Chile es líder mundial en mortalidad de ballenas
Chile lidera la mortalidad de ballenas por colisiones con embarcaciones, según un estudio reciente en Marine Policy. El informe destaca especies afectadas, zonas críticas y soluciones para mitigar el impacto de esta problemática urgente.
No suelo ilustrar informes científicos con experiencias personales, pero esta vez me permito hacerlo. Hace poco más de un mes tuve la fortuna de navegar en las cercanías a la isla Chañaral, en Chañaral de Aceituno, Atacama. El día anterior habían divisado ballenas. Había que tener suerte para verlas y la tuve. Por mas de media hora observé a un grupo de ocho ballenas fin alimentarse tranquilamente en las aguas del Archipiélago de Humboldt, donde una cavidad submarina forma un embudo que atrapa el krill proveniente de la corrientes frías.
No pude evitar preguntarme cuántas de estas especies, que se encuentran en peligro crítico, son golpeadas por el tráfico marítimo en una zona que tiene proyectado un aumento del flujo de las embarcaciones.
La respuesta vino de la oceanógrafa Sussi Buchan del COPAS, que me informó de un muy reciente estudio sobre mortalidad de cetáceos. La conclusión era radical: Chile es el líder mundial en mortalidad de ballenas por colisión con embarcaciones.
Para Juego Limpio tomé contacto con Friedrick Toro, investigador principal, a cargo de las necropsias. «Nadie en el grupo de autores de este estudio esperaba resultados tan alarmantes; nunca imaginamos que Chile liderara en colisiones con cetáceos durante la última década”, confiesa el experto.
El estudio publicado en la revista internacional Marine Policy posiciona a Chile como el país con la mayor tasa de mortalidad de ballenas por colisiones con embarcaciones a nivel global desde el año 2013.
El estudio analizó datos recopilados durante 52 años (1972-2023) por el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (SERNAPESCA), universidades, ONG y grupos de expertos. Se examinaron, además, patrones de tráfico marítimo, revelando una clara correlación entre el incremento en las colisiones y la actividad portuaria. En promedio, desde 2013, Chile registra cinco muertes de ballenas al año debido a estas colisiones.
¿Qué tipo de ballenas sufren del impacto y dónde?
- La ballena fin ocupa el primer lugar con un 37 % de los caso Le siguen la ballena jorobada (21 %) y las ballenas azul y sei, con un 11 % cada una. Estas diferencias responden a factores como la distribución geográfica de las especies, su comportamiento y el nivel de interacción con áreas de alto tráfico marítimo.
Geográficamente, las regiones con mayor incidencia de colisiones son Magallanes (21 %), Los Lagos (18 %), Antofagasta (13 y Valparaíso y Coquimbo (8 % cada una). En el caso de la ballena fin, los mayores índices de colisiones se reportan en regiones portuarias como Antofagasta, Coquimbo (Archipiélago de Humboldt) y Valparaíso.
- La ballena jorobada, categorizada como vulnerable, enfrenta un alto riesgo en la zona sur-austral del país, donde el tráfico marítimo asociado a Punta Arenas y el Estrecho de Magallanes representa una amenaza constante.
- Similar es la situación para la ballena azul, en peligro de extinción,cuya población se concentra en la Patagonia Norte, con altos índices de mortalidad en la Región de Los Lagos, debido al intenso tránsito en Puerto Montt y en el mar interior de Chiloé.
El estudio también evaluó las distintas flotas marítimas responsables de las colisiones. Desde la flota acuícola en el sur hasta la flota industrial en el norte y las embarcaciones de carga en puertos principales, los resultados demuestran que todos los tipos de embarcaciones están involucrados. Investigaciones previas señalaron que los buques de gran tamaño (más de 80 metros) y aquellos que navegan a velocidades superiores a 10 nudos, tienen una mayor probabilidad de causar mortalidad en ballenas.
- Otro dato: el análisis temporal indica que las colisiones ocurren durante todo el año, pero aumentan significativamente entre enero y mayo, con un pico en abril, coincidiendo con la mayor presencia de ballenas en aguas chilenas.
«Al realizar la necropsia de una ballena, es común identificar traumas externos (hematomas) como fracturas óseas en vértebras o cráneo y laceraciones causadas por hélices de embarcaciones, lo que evidencia colisiones con barcos», describe Toro.
Respecto a los traumas internos, el investigador explica que lo que más se observa son hemorragias en cavidad torácica y abdominal o hematomas que afectan órganos vitales, como pulmones o corazón e incluso lengua, y están relacionados con impactos sufridos durante colisiones.
-Pero, ¿algo se podrá hacer?– le pregunté al autor principal del estudio.
–Se pueden rediseñar rutas marítimas para evitar zonas de alta densidad de ballenas durante temporadas críticas. Reducir la velocidad a menos de 10 nudos en áreas clave, disminuye significativamente la probabilidad de mortalidad y permite a las ballenas reaccionar ante las embarcaciones. Además, el uso de tecnología de monitoreo acústico, como «REPCET» en el Mediterráneo, permite detectar ballenas en tiempo real. También se pueden implementar cierres temporales en ciertas rutas durante épocas sensibles. Por último, la capacitación de los navegantes sobre el comportamiento de las ballenas y cómo evitar colisiones es crucial para minimizar riesgos.
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