Juego Limpio: biocombustibles, una solución con alerta roja
¡Hola! Hace unos días un lector de Juego Limpio agradeció amablemente la entrega semanal de este boletín climático y, a su vez, transmitió una preocupación: ¿qué más se puede hacer para evitar lo que expertos climáticos avizoran como inevitable?
Mucho, y actualmente se está haciendo mucho, y lo mejor es que cada día se hace más. Ciertamente el calentamiento global no cede ni la pérdida de biodiversidad se detiene, pero las acciones y soluciones se han multiplicado a gran velocidad. La preocupación es válida y es precisamente este sentimiento el motor que moviliza las acciones.
Sin ir más lejos, en estos días se han unido organizaciones de todo el mundo para advertir su preocupación por los biocombustibles, que asoman como una de las soluciones que está discutiendo la Organización Marítima Internacional (OMI) para cumplir sus loables objetivos de emisión cero del transporte marítimo, dado que la producción a escala exponencial podría causar un desajuste descomunal en los equilibrios ecosistémicos, especialmente en los bosques y selvas tropicales de América del Sur.
En este caso es una advertencia, pero la preocupación genera acciones preventivas. Como la propuesta chilena por declarar como zonas protegidas las cordilleras submarinas del Pacífico Sur y que se encuentran en aguas internacionales. La idea es limitar las pesquerías para salvaguardar una biodiversidad única frente a las costas de Chile.
La misma preocupación ha llevado a la Región de Ñuble a estar en la vitrina del mundo al desarrollar el cultivo de arroz con bajo consumo de agua y con una gran disminución de emisiones de metano. La solución que aquí se trabaja podría ser una respuesta sustentable a la demanda global de arroz. La mitad del mundo depende del arroz para cubrir sus necesidades alimentarias.
Y la preocupación por la salud de los parques nacionales ha llevado a los guardaparques de Conaf a desarrollar una inédita campaña comunicacional para advertir de los peligros de un recorte presupuestario que afectaría la conservación.
De todo esto hablaremos en esta edición de Juego Limpio. Ya saben, abróchense los cinturones, que a partir de ahora… ¡arrancamos!
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Biocombustibles: una solución global que amenaza la selva y bosques de América del Sur
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No hay ninguna duda de que la reducción de los gases de efecto invernadero (GEI) es un imperativo vital, comercial, político y ético. La sustitución de los combustibles fósiles por energía limpia constituye el objetivo central de todos los planes de transición energética, aquí y en la Quebrada del Ají.
Pero la ecuación no es tan simple. Junto con las observaciones relativas al calentamiento global, los planes para limitar las emanaciones de CO2 o metano, por citar algunos GEI, deben considerar simultáneamente el impacto negativo que podrían causar en la biodiversidad y la contaminación, las que, junto con la dimensión climática, constituyen la triple crisis global de nuestra época.
Un eventual desequilibrio en esta fórmula vuelve lúcido el refrán de que el “remedio es peor que la enfermedad”. Y hoy el mundo climático está paralizado por una decisión clave que comienza a debatirse por estos días.
Desde ayer 17 de febrero, en Londres, los 176 países miembros de la Organización Marítima Internacional (OMI) comienzan las negociaciones para hacer efectivo el loable propósito de prescindir de los combustibles fósiles para todas las embarcaciones del mundo. ¿Y qué se discute? Su reemplazo.
Brasil –que este año será sede en Belém do Pará (la puerta de entrada a la Amazonía brasileña) de la COP30– y Argentina pusieron como el mejor sustituto a los biocombustibles, que son bajos en carbono.
- ¿Qué son?Son carburantes que se obtienen a partir de recursos naturales biológicos y que existen hace mucho tiempo. El más común es el etanol y el productor más grande es Estados Unidos, que lo obtiene del maíz, y Brasil, que hace lo propio de la caña de azúcar.
Para cumplir con el objetivo de emisión cero que se propuso la OMI el 2023 y que fijó para abril de 2025 su hoja de ruta, se requieren colosales volúmenes de biocombustibles, equivalentes al 5% de la demanda mundial de petróleo, correspondiente a la industria del transporte marítimo.
Para alcanzar dichos volúmenes, la planta de soja se ha convertido en la materia prima ideal. Pero aquí viene el problema, cuya controversia es proporcional a la magnitud de biocombustibles que se requiere. Los biocombustibles a base de soja provocan un aumento en la deforestación y la pérdida de biodiversidad –en especial en países con ricos ecosistemas de bosques primarios, particularmente en América del Sur, amenazando gravemente la selva tropical–.
Según un estudio de la UE, este aumento provocaría una deforestación de aproximadamente 7 millones de hectáreas, liberando adicionalmente cerca de 11.500 millones de toneladas de emisiones de CO2, que es más que las emisiones anuales actuales de China derivadas de la quema de combustibles fósiles. Solo en Brasil se han desforestado extensiones similares a países como Suiza para plantar soja.
Además, los terrenos dedicados al cultivo de biocombustibles compiten con los de alimentos, aumentando la inseguridad alimentaria al quemar cultivos como combustibles para el transporte, en un contexto donde la hambruna no ha dejado de ser una grave problemática mundial.
En la antesala de las negociaciones de la OMI, 69 ONG de todo el mundo enviaron una carta abierta contra la expansión de los biocombustibles en el transporte marítimo mundial.
Entre estos grupos hay asociaciones de derechos humanos y de agricultores muy preocupadas por la deforestación y la seguridad alimentaria, incluidas organizaciones de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Honduras y Paraguay.
Chile lidera protección de las impresionantes cordilleras submarinas del Pacífico Sur
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Hace algunos meses, científicos del Schmidt Ocean Institute hicieron un descubrimiento que conmovió al mundo. Encontraron un nuevo monte submarino en la Dorsal de Nazca, en aguas internacionales, a 900 millas de la costa de Chile.
En esta zona, los científicos observaron corales de aguas profundas, esponjas de vidrio, erizos de mar, calamares, peces, moluscos y otras especies nunca antes observadas por los científicos.
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La Dorsal de Nazca, cordillera submarina, junto con la adyacente Dorsal de Salas y Gómez, son una de las zonas que están siendo consideradas para designarse como área marina protegida en alta mar.
En el marco de la 13° reunión de la Organización Regional de Pesca del Pacífico Sur (OROP-PS), que se está realizando por estos días en Chile, el Gobierno y la Coalición para los Arrecifes de Coral de Alta Mar presentaron una propuesta para cerrar las actividades pesqueras en las cordilleras submarinas de Salas y Gómez y Nazca.
La medida, destinada a crear la primera área marina protegida en alta mar bajo el Tratado BBNJ (Acuerdo sobre la Conservación y Uso Sostenible de la Biodiversidad Marina más allá de las Jurisdicciones Nacionales), busca resguardar los 110 montes submarinos que componen estas cordilleras.
- Estas formaciones se extienden desde Rapa Nui hasta el norte de Chile y el sur de Perú, albergando hábitats esenciales para especies como el jurel y el calamar gigante.
A pesar de que el cierre pesquero representaría solo el 1,9% del área regulada por la OROP-PS, se espera que tenga un impacto significativo en la recuperación de las poblaciones marinas.
- Dato clave: el Tratado BBNJ, adoptado en 2023 por 193 países, es un instrumento crucial para la protección de la biodiversidad marina fuera de las jurisdicciones nacionales. Chile figura como uno de sus principales impulsores, liderando esta iniciativa para contribuir al objetivo global 30×30, que busca proteger al menos el 30% de los océanos para 2030.
- Además, Chile está impulsando la candidatura de Valparaíso como sede de la Secretaría General del Tratado BBNJ. Esta iniciativa busca reforzar el liderazgo de nuestro país en la conservación marina y establecer la primera sede de un organismo de Naciones Unidas en Sudamérica.
Para conocer el alcance de esta propuesta de cierre de las pesquerías en el área de las cordilleras submarinas, para Juego Limpio entré en contacto con Felipe Paredes, director de Áreas Marinas Protegidas de Oceana Chile, quien accedió a responder una breve entrevista.
-¿Cuáles son los antecedentes que garantizan que el cierre del 1,9% del área regulada por la OROP-PS beneficiará la sostenibilidad de pesquerías clave como el jurel y el calamar gigante?
-Las cordilleras submarinas de Salas y Gómez y Nazca son uno de los sitios más relevantes en términos de biodiversidad en alta mar, por lo que su protección es fundamental. Además, contamos con evidencia científica que demuestra que esta zona es un área de reproducción del calamar gigante (jibia) y una zona de reclutamiento del jurel. En este sentido, el cierre pesquero en esta área no solo contribuye a la sostenibilidad de estas pesquerías, sino que también protege la biodiversidad a través de esta medida de manejo.
–¿Qué mecanismos de monitoreo y control sugiere para prevenir la pesca ilegal si se aprueba el cierre en Salas y Gómez y Nazca?
-Actualmente, existen tecnologías satelitales que permiten el seguimiento en tiempo real de embarcaciones, incluidas las pesqueras, lo que aporta mayor transparencia sobre quién está pescando, dónde y cuándo. Un ejemplo de esto es la plataforma Global Fishing Watch, que ya ha demostrado ser una herramienta eficaz para la vigilancia pesquera. Estas tecnologías se complementan con los esfuerzos de monitoreo y control que realizan los países costeros cercanos a Salas y Gómez y Nazca a través de sus respectivas Armadas y flotas de patrullaje.
-¿Cómo se podría integrar de forma efectiva la gestión de esta área protegida con las regulaciones internacionales, considerando las posibles tensiones entre la conservación y los intereses pesqueros?
-El Tratado BBNJ y las futuras áreas marinas protegidas no buscan debilitar las medidas de manejo establecidas por las ORP pesqueras, sino fomentar la coordinación y coherencia con ellas. Creemos que es posible compatibilizar la sustentabilidad pesquera con una gestión eficaz y transparente que, a su vez, proteja la biodiversidad.
El caso de la Zona Económica Exclusiva de Chile demuestra que esto es viable: actualmente, el 43% de nuestro mar está protegido, casi la mitad de este bajo estrictas restricciones pesqueras. Aun así, Chile sigue siendo una de las diez mayores potencias pesqueras a nivel global. Las tensiones entre conservación y pesca son esperables, pero es clave demostrar al sector pesquero que ambas estrategias pueden coexistir de manera sostenible.
Los ojos del mundo puestos en Ñuble: arrozales de bajo consumo de agua asoman como una solución global
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Para introducir al tema, plantéate la siguiente pregunta: ¿cuántos millones de personas se alimentan de arroz en el mundo? La respuesta probablemente supere tu cálculo. Más de la mitad de la población mundial depende del arroz para cubrir gran parte de sus necesidades alimentarias.
Para el periodo 2022-2023, la producción mundial de arroz fue de aproximadamente 513,5 millones de toneladas.
Dada la magnitud de esa demanda, las externalidades negativas también se expresan en esos números, debido a que el cultivo de arroz es uno de los principales responsables de la emisiones de metano en el mundo y, en un contexto de escasez hídrica, los enormes volúmenes de agua que se requieren para producir el arroz que necesita el mundo pone en grave riesgo la seguridad hídrica global.
Pero donde hay grandes problemas, no pocas veces se generan grandes soluciones. Y una de estas proviene de Chile, específicamente de la Región de Ñuble, donde se está produciendo arroz con bajo consumo de agua, conocido como el arroz más austral del mundo.
- Investigadores del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) y del Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias (INIA) lograron reducir a la mitad el consumo de agua en el cultivo de arroz, pasando de 23 mil a 12 mil metros cúbicos por hectárea por temporada.
- Esta innovación es parte de un proyecto que, mediante modificaciones genéticas en la planta Oryza sativa, busca hacerla más resistente al cambio climático y menos contaminante.
Tras una década de evaluación de genotipos en Ñuble, se seleccionaron cuatro variedades con capacidad de adaptación a sequías e inundaciones. Este proceso dio lugar al desarrollo de un arroz aeróbico, cultivado en suelos bien drenados, sin necesidad de inundación, que constituye la práctica tradicional de su cultivo.
Esta técnica reduce, además, las emisiones de metano, el gas –como dijimos– responsable del 10% de las emanaciones globales de arrozales. En la estación experimental de INIA Quilamapu se miden las emisiones comparando sistemas tradicionales con métodos sin inundación, aportando evidencia científica para su aplicación a gran escala.
En Chile, sin embargo, la producción arrocera ha disminuido debido al desplazamiento por cultivos más rentables, como los frutales. Solo se cultivan alrededor de 20 hectáreas en las regiones de Maule y Ñuble, predominando la variedad genética “japónica”, utilizada para sushi y alimentos infantiles. Pese a ello, la esperanza y las ambiciones son altas.
Las investigaciones actuales buscan que el arroz aeróbico chileno sea una alternativa sostenible y eficiente para la producción local y global, enfrentando así los desafíos del cambio climático.
Guardaparques inician campaña para evitar el abandono de los parques nacionales
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En septiembre del año pasado y después de intensas negociaciones, se logró que el sindicato de guardaparques de Conaf depusiera una movilización que se inició un mes antes y que derivó en el cierre de importantes parques nacionales.
Este 2025, la situación volvió a hacer crisis. Desde mediados de febrero, las cuentas de guardaparques de Conaf han comenzado a difundir la situación límite a la que ha llegado el presupuesto para el cuidado de los territorios más valiosos y biodiversos de Chile.
Con mensajes como Mi amor del verano está en peligro y Las áreas protegidas nos necesitan o El Gobierno de Chile nos dejó en visto, el Sindicato Nacional de Guardaparques de Chile busca sensibilizar y dar a conocer el crítico momento por el que atraviesan tanto los profesionales de Conaf como los propios parques monumentos y reservas nacionales.
La situación es la siguiente: el presupuesto para la gestión de la conservación del Sistema Nacional de Áreas Protegidas del Estado ha ido disminuyendo sistemáticamente en los últimos años. En 2024 ya existía una enorme brecha presupuestaria que afectaba la dotación de personal y el manejo de parques, reservas y monumentos nacionales, pero ahora se suma un nuevo recorte presupuestario que deja a los guardaparques en una situación que califican de insostenible.
La campaña que comenzó a correr desde ayer busca asegurar los recursos para gestionar adecuadamente las áreas protegidas en el nuevo Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas (SBAP), dependiente del Ministerio del Medio Ambiente, el cual está en proceso de implementación y al que próximamente será traspasado el personal de Conaf.
A pesar de que Chile ya se encontraba entre los 10 países que menos invierte en sus áreas protegidas (AP), en enero se acaba de realizar un nuevo recorte al presupuesto con el que se administra, protege y monitorea más del 20% del territorio nacional.
Además de este ranking, Chile encabeza otra lista: se encuentra entre los que menos dotación de personal tiene por hectárea de área protegida. Se estima que se requieren 1.500 guardaparques adicionales para gestionar adecuadamente un sistema que ha crecido enormemente en los últimos 10 años, pero que ha mantenido estables a cerca de 500 mujeres y hombres que desempeñan esa labor.
¿Cuáles son las consecuencias? Los guardaparques temen que esta nueva disminución de presupuesto traiga consigo deficiencias en las capacidades básicas en la administración de las áreas protegidas, dejándolas vulnerables a un mayor riesgo de incendios, actividades ilegales, extracción de recursos naturales, entre muchas otras actividades que son incompatibles con la gestión de conservación.
Por ello es que advierten que el recorte presupuestario se traducirá en el cierre anticipado para la atención del público, la reducción de la frecuencia y cobertura de patrullajes preventivos al interior y en el área de influencia de los parques, la suspensión de actividades de monitoreo de objetos de conservación biológicos y culturales, y la suspensión de implementación de estrategias de conservación ante amenazas.
En síntesis, los guardaparques buscan que se priorice la inversión pública en la conservación de los ecosistemas terrestres y marinos. La pelota quedó en la cancha del Gobierno.
Hemos llegado así al final de esta nueva entrega de Juego Limpio. No olviden que si tienen algún comentario, duda o información que quieran compartir, pueden escribirme a juegolimpio@elmostrador.cl.
¡Nos vemos!
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