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Se ensombrece el futuro de una de las «cascadas» de Ponce Lerou

Se ensombrece el futuro de una de las «cascadas» de Ponce Lerou

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Héctor Cárcamo
Por : Héctor Cárcamo Periodista El Mostrador Mercados
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Fitch ratings bajó la nota a las acciones de Pampa Calichera al nivel más bajo de sus índices. La estrechez financiera de grupo, los problemas con minoritarios y el fin de cartel del potasio son las claves.


Su momento más complejo vive Julio Ponce Lerou. Tras recibir el 10 de septiembre pasado una dura formulación de cargos por parte de la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS), el empresario y controlador de SQM se encuentra en el ojo de huracán.

En paralelo, SQM está en medio de una tormenta tras el fin del cartel del potasio en Rusia, lo que golpeó las acciones de la compañía y de las sociedades cascadas con las cuales Ponce la controla.

Ambas situaciones provocaron que ayer la clasificadora de riesgo Fitch ratings redujera fuertemente las acciones de Pampa Calichera, la sociedad que controla más del 26 % de SQM y que es la última pieza de las ‘cascadas’ antes de llegar a SQM.

Fitch bajó desde primera clase nivel 4 (en que estaba desde el 2 de octubre de 2012) a segunda clase Nivel 5 los títulos accionarios de la cascada, evidenciando el impacto que está teniendo la disputa de Ponce con los accionistas minoritarios de las cascadas, y la necesidad de una solución financiera a la crisis que viven las sociedades luego del fin del cartel del potasio.

Para solucionar este último problema, la empresa ha requerido elevar el capital de Pampa, pero las AFP han pedido a la SVS que se suspendan las juntas de accionistas del 11 de octubre próximo debido a que alegan no haber recibido la información necesaria para acudir a estos aumentos de capital.

Fitch indicó que la baja de la nota responde al deterioro que ha tenido en su solvencia el grupo controlador de Calichera, luego de una combinación de factores. Entre ellos, el alto apalancamiento del grupo (US$ 1.155 millones, incluyendo deuda relacionada), la limitada capacidad de maniobra de la administración para resolver la débil liquidez de la cascada, “con señales que apuntan a dificultades en la consecución de aumentos de capital y en la fusión de Calichera y Potasios”; y la  baja esperada en sus ingresos producto de la caída proyectada en los resultados de SQM, único activo operacional del grupo.

Agrega la clasificadora que “complejiza este escenario la delicada situación a nivel de gobierno corporativo con el recrudecimiento del conflicto con los accionistas minoritarios”.

Según Fitch, SQM se ve afectada por la baja en los precios del cloruro de potasio que representa un 25 % de los ingresos de la compañía, tras la caída del cartel.

Calichera tiene indicadores de deuda financiera ajustada/Ebitda de 5,3 veces y deuda neta ajustada/Ebitda 3,9 veces, mientras que el grupo presente índices de 7,2x y 5,2x respectivamente. Según la proyección financiera de SQM elaborada por la clasificadora, estos llegarían a más de 20 veces en 2013, considerando los recursos provenientes de la venta de Antucoya realizada por SQM al grupo Luksic que generarán un alza de US$ 67 millones en los resultados de SQM.

La baja que se prevé tendrán los resultados de SQM no sólo generaría menor flujo de dividendos a las cascadas sino que afectarán el cumplimiento de las restricciones financieras en los contratos de deuda del grupo que exigen una relación valor acciones SQM A/deuda total de al menos 3 veces. Fitch destaca la particular “presión” que se prevé en las restricciones financieras de las deudas bancarias de Potasios de Chile.

De las deudas del grupo, consideradas altas por la clasificadora, unos US$ 1.134 millones están en el largo plazo, incluyendo US$ 145 millones correspondiente a una deuda relacionada de Norte Grande con su matriz SQYA. De la deuda total, el 57 % es con la banca y el 30 % son bonos internacionales.

Calichera y Potasios mantienen los mayores niveles de deuda del grupo con US$ 392 millones y US$ 367 millones, respectivamente, seguidos de Oro Blanco con US$ 242 millones.

Oro Blanco de hecho, debe pagar US$ 100 millones en agosto de 2014 por un bono internacional. Fitch explica que si el grupo no concreta los aumentos de capital propuestos por los directorios de las cascadas, éstas tendrán que usar fondos que tiene Calichera en caja, reduciendo su liquidez. El próximo compromiso financiero relevante del grupo es en 2017.

Además de los aumentos de capital previstos, las ‘cascadas’ pretenden la fusión de  Calichera con Potasios y eventualmente de Oro Blanco con Nitratos. La inyección de capital estaría orientada a reducir deuda, a su vez la fusión de Calichera con Potasios fortalecería la posición financiera de la fusionada, ya que dispondría de mayor cantidad de acciones de SQM, quitando presión al cumplimiento de las restricciones financieras impuestas por los contratos de deuda.

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