El Consejo de la entidad redujo la TPM en 25 puntos base a 4,75%. Sólo dos de los 19 analistas encuestados por Bloomberg tenían en sus cálculos una rebaja de tasas. Y, a pesar de que en los últimos meses la economía se estimaba repuntando, el emisor parece haberse enfocado en el hecho de que el crecimiento se ha enfriado por tres trimestres consecutivos.
El Banco Central da un batacazo al mercado. Por primera vez en 21 meses, y contra casi todos los pronósticos, recortó la tasa de interés de política monetaria en 25 puntos base a 4,75% anual.
En su comunicado el Consejo del banco adujo crecimiento moderado y una inflación bajo control:
“La actividad económica ha continuado evolucionando a un ritmo moderado, en línea con el escenario del último IPoM. La demanda final ha reducido su tasa de expansión, aunque a un ritmo algo menor que lo proyectado. Diversos indicadores anticipan que ésta continuará desacelerándose. La inflación ha evolucionado por debajo de lo proyectado, permaneciendo en la parte inferior del rango de tolerancia, y las expectativas de mercado anticipan una normalización más lenta hacia el 3%”.
De los 19 economistas que forman parte de la encuesta de Bloomberg, sólo dos tenían en sus cálculos un recorte de tasas.
A pesar de que en los últimos meses la economía se estimaba repuntando, el Banco Central parece haberse enfocado en el hecho de que el crecimiento se ha enfriado por tres trimestres consecutivos.
La inflación se situó en 2% en septiembre, la más baja en la región después de Ecuador.
El Banco Central dice que, en el ámbito externo, las perspectivas han empeorado. “Se ha ido consolidando un escenario de mediano plazo más débil, caracterizado por un menor crecimiento mundial, menores términos de intercambio para Chile, condiciones financieras externas menos favorables y la maduración del ciclo global de inversiones en minería”, explica el comunicado.
También se refiere a la decisión de la Reserva Federal de postergar la moderación de su programa de compra de activos, una decisión que el Banco Central ha resultado “en un descenso de las tasas de interés de largo plazo y una depreciación del dólar”.
El Consejo vuelve a reafirmar su compromiso de conducir la política monetaria con flexibilidad, de manera que la inflación proyectada se ubique en 3% en el horizonte de política.