La jefa de Estado aseguró que considera que no es populismo aumentar los impuestos para reducir la desigualdad. También intentó disipar la preocupación frente a la reforma tributaria, descartando que se traduzca en un freno a la inversión.
A tan sólo un día de la esperada cuenta pública de este 21 de mayo, donde dará cuenta de las reformas políticas, sociales y económicas que llevará a cabo durante su gobierno, la Presidenta Michelle Bachelet optó por Bloomberg, el medio más respetado en Wall Street y el mundo de las finanzas en general, para explicarse y defender sus reformas ante los inversionistas internacionales.
Bachelet negó rotundamente que sus propuestas sean un viraje al populismo. “No somos populistas”, dijo en su entrevista concedida ayer en el Palacio presidencial en Santiago, explicando que “evitaremos un incremento dramático del gasto fiscal. Somos optimistas y sentimos que la economía se recuperará”.
Reconoció que quiere disipar la preocupación de que un alza en los impuestos y el crecimiento del gasto estatal estén frenando la inversión, justo cuando la economía está creciendo a su ritmo más lento en cuatro años.
Bachelet, que llegó a la Presidencia el 11 de marzo por segunda vez, está proponiendo un incremento en los impuestos de 8 mil millones de dólares, que llegarán en su mayoría desde gravámenes a grandes corporaciones, para financiar gasto en salud y educación, incluyendo la toma de posesión de colegios administrados por privados. El ex ministro de Hacienda, Felipe Larraín, culpa a las propuestas impositivas de erosionar la confianza entre el empresariado.
Ayer, el Banco Central informó que la economía se expandió un 2.6% en el primer cuarto de este año, el menor ritmo en cuatro años.
El ministro de Hacienda Alberto Arenas dijo que proyecta un crecimiento de 3,4% para el presente año, una recaudación de US$ 2.000 millones menos de lo estimado y mayor gasto debido al terremoto del norte y el incendio de Valparaíso.
Las propuestas fueron aprobadas por la Cámara de Diputados la semana anterior y ahora pasaron al Senado.
El plan y la desaceleración económica han tenido poco impacto en el apetito extranjero por los activos chilenos, señala Bloomberg.
Es más, el costo de asegurar la deuda chilena contra impago en el mercado de permutas de riesgo crediticio cayó ayer al nivel más bajo en un año, a 70 puntos base.
En otro signo de seguridad de la economía local, Laboratorios Abbott acordó pagar 2.9 mil millones de dólares de CFR este 16 de mayo, el traspaso más grande de una compañía chilena en los últimos 40 años, de acuerdo a los datos compilados por Bloomberg.
Sin embargo, la percepción empresarial local empeoró en el primer trimestre, de acuerdo a una encuesta publicada por el Banco Central esta semana.
“No es realista decir que los cambios en los impuestos no tendrán efecto en la economía”, ha sostenido el ex ministro Larraín este mes, estimando el impacto en un 1% o 2% en el PIB.
El compromiso de Bachelet de mejorar los servicios sociales ha ganado popularidad entre los votantes en un país que, si bien se ubica entre los más ricos de Latinoamérica, también posee la mayor inequidad en ingresos dentro de las 34 naciones que pertenecen a la OCDE. Asimismo, Chile ha visto tres años de protestas estudiantiles debido a la calidad y los costos de estudiar.
“Este gobierno está proponiendo un programa de libre mercado, combinado con mayor bienestar social”, ha expresado Alfredo Coutiño, director para América Latina de Moody’s Analytics. “Eso está lejos de ser populista“, aseguró.
Los planes anunciados ayer por Bachelet prohibirían que las escuelas subvencionadas por el Estado obtengan ganancias, en tanto el Estado compensará a los dueños por las inversiones pasadas. Bachelet destacó que el gasto adicional no se desperdiciará. “Para nosotros, la primera cuestión es la calidad”, señaló a Bloomberg. “La gente habla mucho de que la educación sea gratuita, pero para nosotros lo principal es la calidad. No queremos una educación que sea gratuita pero mala”.
Dos tercios de los ingresos adicionales por el aumento de impuestos se destinarán al gasto en educación y salud, mientras que el resto irá a equilibrar el presupuesto en cuatro años. “Haremos las dos cosas”, respondió Bachelet cuando le preguntaron si la prioridad era equilibrar el presupuesto o financiar el gasto social. “No es una cuestión de A o B. Es ambas cosas”.
El aumento de impuestos se aplicará en forma gradual para “mantener la gobernabilidad y la cohesión social”, explicó Bachelet en su entrevista. “Queremos dar a las empresas tiempo para adaptarse, pero también tiempo al sistema educativo para cambiar”.
Bloomberg señala que la economía chilena se ha desacelerado con la caída de los precios del cobre y el aumento de los costos que frenan el auge de las inversiones en la industria minera. El cobre, que representa más del 50 por ciento de las exportaciones chilenas, promedió US$6.651 la tonelada (US$3,02 la libra) desde que Bachelet llegó a la Presidencia, frente a US$7.920 la tonelada bajo el gobierno de Sebastián Piñera. Ayer, el gobierno rebajó su pronóstico de crecimiento económico del 4,9 por ciento calculado por el gobierno anterior a 3,4 por ciento este año.
El medio además asegura que la desaceleración está afectando los ingresos fiscales, justo cuando el gobierno ha debido enfrentar un terremoto en el norte de Chile y un incendio en la ciudad portuaria de Valparaíso, que dejó a más de 8.000 personas sin casa, lo que sin duda hace subir el gasto.
“Los costos de reconstrucción son enormes”, manifestó Bachelet a Bloomberg. “Hasta ahora lo hemos hecho por medio de una reasignación de recursos, pero probablemente necesitemos más dinero”.
El gobierno está analizando las opciones para tapar una brecha de ingresos de US$2.000 millones respecto de las primeras proyecciones presupuestarias, como dijo ayer el ministro de Hacienda, Alberto Arenas. Las opciones comprenden recurrir a los activos financieros que tiene el Tesoro y al dinero recibido de la minera de cobre estatal Codelco, que se reserva para gastos militares de acuerdo a la llamada Ley del Cobre. Los costos de reconstrucción por sí solos llegarán a US$1.250 millones en los próximos tres meses, han asegurado desde el gobierno.
El crecimiento económico de Chile promedió 5,2 por ciento en los últimos treinta años, alcanzando el ingreso per cápita a unos US$19.000, el más alto de América Latina, según el Fondo Monetario Internacional.
“La forma en que quiero gobernar el país es seguir haciendo todas las cosas buenas que hicimos en el pasado”, aseguró Bachelet, “pero, por otro lado, hacer frente a los desafíos”, concluyó.