De los pocos momentos en que las autoridades de Hacienda se salen de libreto es con dirigentes comunales. Es en ese escenario cuando las preguntas del 90% de los que «no se verán tocados por la Reforma Tributaria» cobran fuerza. Ayer fue el turno de Peñalolén.
El auditorio está prácticamente lleno, pese a ser mediodía de este martes 27 en la comuna de Peñalolén. El subsecretario de Hacienda, Alejandro Micco, acaba de terminar su exposición sobre el proyecto de Reforma Tributaria y ya ha comenzado la ronda de preguntas.
“¿Quiénes son de clase media?”, pregunta una dirigente vecinal. “Nosotros tenemos una mesa barrial, es decir, somos una organización horizontal. Yo le hice esta pregunta a un diputado que no está ahora presente y la respuesta fue ambigua”.
La gente la aplaude, se nota que es un tema que esperan aclarar.
El diputado DC Jaime Pilowsky, que ocupa la primera fila, toma la palabra para decir: “Ni este diputado ni Alejandro Micco son de clase media. Eso es bueno aclararlo”. El subsecretario asiente y vuelve a repetir la idea. Pero desde la audiencia le interrumpen: “¿Qué es ser de clase media? ¿Cuánto?”.
–Si tuviéramos de una a cien personas, la clase media estaría entre la persona 40 y la número 80, contesta Micco.
–Pero ¿en plata? ¿Cuánto es? –gritan desde atrás.
–En este país, el ingreso de un hogar de clase media es de $500 mil –responde Micco.
–¡Noooo! Está equivocado –comenta a viva voz otra persona desde el fondo de la sala.
–No alcanza –le dice otro.
–Esa es la cuenta y eso es lo que sale en las encuestas. De 100 personas, 40 son pobres, 40 son de clase media y 20 de clase alta. ¿Estamos correctos? –pregunta Micco a los participantes.
–¡Nooooo! –le contestan entre risas los dirigentes.
–El sueldo familiar considerado de clase media puede ir de $300 mil hasta $800 mil o $1,2 millón si ocupa ese lugar número 80… Extrema pobreza es cuando uno no tiene la capacidad de alimentarse. Les estoy dando las definiciones. Pobre es la gente que no tiene capacidad de pagar el arriendo, el alimento y la ropa. Así se mide. Yo entiendo que alguien puede tener una casa, pero está viviendo al tres y al cuatro, el calefont está sin agua caliente… La clase media tiene una dimensión económica, que es la que yo manejo, pero también tiene una dimensión social, como el nivel educacional o la red de contactos…, pero en términos económicos es eso.
Una persona que está al costado izquierdo del anfiteatro le comenta incrédula a otra: “¿Un millón doscientos mil pesos es ser de clase alta? ¿O sea, si en una familia hay dos profesores, ese hogar es de clase alta?”.
Micco continúa explicando: “Nosotros queremos que pague impuestos el10% más rico” y les muestra una vez más el gráfico.
Más adelante, otra mujer pregunta al subsecretario que “cómo hará el gobierno para que el alza de impuestos a las grandes empresas no se traspase al consumidor final, como sucedió con el pan que subió $70 este mes. El gobierno dice que no hay razón para que ello ocurra, pero el hecho es que subió y lo pagamos todos nosotros”.
Micco le señala que sin duda hay que fortalecer el Tribunal de la Libre Competencia para que investigue los posibles actos de colusión, pero que es difícil que las empresas traspasen el alza de impuestos a los clientes. “No lo pueden subir infinitamente porque nadie les compraría”.
–¡Pero lo hacen! –le contestan de arriba
–La verdad es que el alza de impuesto se lo come más el productor y no el consumidor. Si tu argumento es que toda el alza se traspasará al consumidor, no tendríamos a todos los empresarios gritando porque les estamos subiendo los impuestos, ¿o no? –responde Micco.
–¿Y cuando sube la bencina? ¡La pagamos todos! –afirma una mujer sentada casi al frente del escenario.
–Cuando a uno le suben los precios, tiene dos formas de actuar: o comprar menos…
–¿Cómo va a comprar menos bencina si la necesita para el auto? –le sale al paso una mujer.
–Cuando uno fija un precio en un negocio… ¿Quién tiene un negocio aquí? Cuando alguien tiene un negocio de la esquina, no sé… el candy lo compra a…
–¡Ya no existe! –le retrucan.
–Estoy viejo, estoy viejo… Entonces, si el «Super8» lo comprara a $50…
–¡Hace rato que no compra! –le dicen entre risas.
–¡Me jodieron! ¡Mejor me voy! –dice Micco sonriente, mientras es aplaudido por la gente.
A la salida, Alejandro Micco comenta a este medio que “la preocupación de la gente por la definición de clase media es para saber quién va a pagar los costos de la Reforma Tributaria. También se habla mucho de los beneficios, por ejemplo, la eliminación paulatina del copago en la educación particular subvencionada. Ellos quieren saber si están incluidos dentro de los beneficiados por esta Reforma o no”.
Y sigue: “Cuando yo hacía clases y preguntaba quiénes son de clase media, se daba una cosa loca… desde el 10% más pobre hasta el 95% más rico se consideraba clase media. Con esa percepción, todo Chile sería clase media y todo el mundo estira el elástico para sentirse en el promedio”.
-¿Por qué ahora se plantea la pregunta más que antes?
-Porque se ha hablado mucho de los beneficios y costos vinculados a la clase media. Antes, el objetivo principal era combatir la pobreza y la extrema pobreza. Ahora estamos diciendo además que queremos igualar la cancha. Que los que ganamos más, paguemos más y ese grupo está concentrado en el 10% de más altos ingresos. Estamos tratando de abordar que las políticas de distribución favorezcan al grupo que está al medio, por ejemplo, a través de la educación o los hospitales públicos. Por eso, ha comenzado a surgir más la discusión y hay que decir las cosas al pan, pan, y al vino, vino”.