La Casa Blanca ahora tendrá margen para negociar con más libertad el ambicioso tratado de comercio que incluye a otros once países de la cuenca del Pacífico, incluyendo Chile, y englobaría a cerca del 40 % de la economía mundial, que se espera sea aprobado antes de finales de año.
El presidente estadounidense, Barack Obama, se anotó hoy una trabajada victoria cuando el Senado aprobó finalmente la ley de Promoción del Comercio (TPA, en sus siglas en inglés), conocida como «vía rápida» y que permitirá negociar con más libertad tratados comerciales internacionales.
La Cámara alta, de mayoría republicana, decidió con 60 votos a favor y 38 en contra extender los poderes de la Presidencia para acordar tratados comerciales internacionales, por lo que solo falta ahora la ratificación por parte de Obama en cuanto la legislación llegue a su mesa.
De este modo, y tras ser aprobado previamente por la Cámara de Representantes, han sido paradójicamente los republicanos quienes concedieron al presidente demócrata una herramienta clave para sacar adelante su agenda comercial, que incluye acuerdos como el Tratado de Asociación Transpacífico (TPP).
Todo ello después del drama de la semana pasada, en el que Obama vio cómo su propia bancada demócrata en la Cámara Baja bloqueaba la propuesta legislativa por su oposición a un acuerdo que consideraban que dañaba los intereses de los trabajadores estadounidenses.
«Hemos tenido muchos sobresaltos en el camino. Francamente, también unos cuantos baches. Pero trabajamos en ambos bandos para salir de todos ellos», indicó Mitch McConnell, senador por Kentucky y líder de la mayoría republicana en la Cámara de Representantes.
La vigencia de esta autorización se prolongará hasta 2018 y podrá extenderse hasta 2021, con lo que tiene implicaciones más allá del fin de la presidencia de Obama.
Gracias a esta legislación, la Casa Blanca podrá presentar al Congreso acuerdos comerciales internacionales sin que este pueda enmendar detalles o utilizar minorías de bloqueo.
Como consecuencia, Obama tendrá margen para negociar con más libertad el ambicioso TPP, que incluye a otros once países de la cuenca del Pacífico y englobaría a cerca del 40 % de la economía mundial, que se espera sea aprobado antes de finales de año.
Asimismo, se prevé que ofrezca un impulso adicional al Tratado de Comercio e Inversiones con la Unión Europea (UE), que actualmente cuenta con fuerte oposición a ambas orillas del Atlántico.
«Esta es quizá la legislación más importante que pasaremos en el Senado durante este año», señaló Orrin Hatch, senador republicano por Utah y presidente del comité de Finanzas del Senado, y que fue uno de los autores de la iniciativa legislativa.
Las reacciones no se hicieron esperar y la Cámara de Comercio de EE.UU., la principal asociación empresarial del país, celebró la autorización del Congreso como un paso «hacia el crecimiento económico y la creación de empleo».
«Nuestros líderes en Washington han demostrado que pueden desconectar a los populistas y demagogos de la izquierda y la derecha y tomar decisiones sobre una importante medida para poner a nuestra economía de nuevo en el camino correcto», subrayó Thomas Donohue, presidente de la asociación.
En votación separada, se espera que sea aprobado el programa de Asistencia para Ajuste del Comercio (TAA), que otorga asistencia para los trabajadores estadounidenses que puedan ser perjudicados por la nueva competencia extranjera.
Los demócratas, encabezados por la líder de su minoría en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, quien lideró la revuelta la pasada semana, admitieron hoy su derrota.
Sin embargo, Pelosi, representante por California, advirtió de que la luz verde a la vía rápida «no acaba con nuestra lucha por las familias trabajadoras», y dijo que espera «abrir ahora un debate integral» sobre el TPP actualmente en negociación.