Según conocedores de esta fiscalización, el foco estaría puesto en revisar las condiciones y el contexto de dichos préstamos, considerando que en la misma semana en que la cascada los informó, arribó Rafael Guilisasti como sucesor de Julio Ponce, siendo además director de CorpBanca. A pesar de que asumió su rol en la cascada cuando estos créditos ya se habían informado al mercado, el objetivo del organismo fiscalizador es revisar si estos préstamos vulnerarían la norma sobre entidades y personas relacionadas.
El salvataje financiero de CorpBanca a Julio Ponce tiene de cabeza a la SBIF. Por estos días, el regulador bancario se encuentra monitoreando las circunstancias de los créditos por US$154 millones que, a mediados de septiembre, el banco suscribió con la cascada sobre SQM y que le permitieron al ex presidente de la minera aliviar su carga financiera, liberando acciones prendadas y mejorando las condiciones de otros compromisos financieros.
Según conocedores de este monitoreo que está realizando el regulador bancario, el foco estaría puesto en revisar las condiciones y el contexto de dichos préstamos, considerando que la misma semana en que la cascada informó de estos créditos, comunicó que Rafael Guilisasti sería el nuevo presidente de Norte Grande, Oro Blanco y Calichera. Guilisasti sucedió a Ponce en el cargo, generando una dura polémica por su renuncia al cargo como consejero de Corfo, pero además por su controvertida posición como director de CorpBanca, uno de los principales acreedores de estas sociedades.
Si bien Guilisasti asumió en la cascada cuando estos créditos ya habían sido informados al mercado, el objetivo de la SBIF es revisar si acaso estos préstamos podrían o no considerarse bajo la regulación de entidades o personas relacionadas.
En la actualidad, la condición de Guilisasti como relacionado y, en consecuencia, de las sociedades cascadas, parece clara. En el capítulo 12-4 de la recopilación actualizada de normas de la SBIF se señala que se considerará que están relacionadas a través de la gestión de un banco aquellas personas que, sin tener necesariamente participación en la propiedad, ejercen algún grado de control sobre las decisiones de la entidad o de cualquiera de sus sociedades filiales, por el cargo que ocupan en ella o en alguna de sus filiales.
“Se considera que ejercen esta influencia los directores, el gerente general, el subgerente general, los gerentes y subgerentes, los agentes y las personas que son apoderados generales o se desempeñan como asesores del directorio, de un comité de directores o de la gerencia, como también el fiscal, el abogado jefe y el contralor”, precisa la norma.
Seguidamente, indica que se considerarán también relacionadas al banco “las sociedades en las que alguna de las personas naturales relacionadas con el banco a través de la gestión, ocupe el cargo de director, gerente general u otro equivalente”. Guilisasti, en este caso, sería persona relacionada y las sociedades que preside –cada una de las firmas que componen la cascada– serían sociedades relacionadas a CorpBanca.
De acuerdo a la misma norma, el banco no puede otorgar condiciones de crédito mejores a las que otorgaría a entidades similares y advierte que, si se vulnera tal exigencia o si supera los límites de créditos a relacionados ya establecidos, la sanción será una multa equivalente al 20% sobre el monto del crédito concedido.
Consultada formalmente la SBIF, comunicó que “siempre revisamos cualquier situación que pueda afectar el cumplimiento normativo”. El resultado de este monitoreo –según fuentes conocedoras– no debiera tomar mucho tiempo y durante los próximos días el regulador debería arribar a alguna convicción.
CorpBanca y la luz al final del túnel
Antes de dejar su cargo como presidente, Julio Ponce venía sondeando distintas alternativas para mejorar la situación financiera de la cascada, aunque cercanos a él niegan dicha interpretación. Lo hizo reuniéndose con bancos de inversión para emitir un bono que le permitiera refinanciar sus pasivos y también proponiéndole a SQM un reparto de dividendo extraordinario por US$280 millones, cifra equivalente a las utilidades anuales de la minera.
Sin embargo, con la llegada de Guilisasti y ya con los créditos de CorpBanca, Calichera echó pie atrás respecto de esta proposición, argumentando que los accionistas requerirían mayor tiempo para analizar la propuesta, a pesar de que mantuvo firme su visión de que un reparto extraordinario no afectaría la liquidez de SQM, habida cuenta de distintas variables financieras.
A junio de 2015 la minera contaba caja y depósitos a plazo con vencimiento de entre 90 y 360 días por US$1.188 millones; una deuda financiera neta por US$568 millones; un indicador de deuda financiera neta/EBITDA de 0,76; y una relación deuda/patrimonio de 1,01; todo ello en circunstancias de que SQM no tiene en el horizonte nuevos planes de inversión o al menos no los ha hecho públicos.
Si bien CorpBanca aumentó las tasas de interés de estos nuevos créditos, la cascada pudo obtener cierta holgura para algunos de sus compromisos financieros.
En el caso de Calichera, que había pedido un crédito por US$70 millones, este capital sería utilizado para comprar parte de los bonos que emitió en 2007 por US$250 millones en EE.UU., lo cual la liberaría de prendas de acciones SQM-A. Este crédito le aporta un ahorro que se da por la diferencia del 7,75% de interés anual que paga la deuda que emitió en 2007, versus el 5,85% de interés de los nuevos préstamos de CorpBanca.
Oro Blanco pidió un crédito por US$84,6 millones, de los cuales US$12,55 millones fueron a pagar un préstamo que mantenía con CorpBanca, mientras el remanente se abonó en la cuenta corriente de Norte Grande para que prepagara parte de sus deudas con el mismo acreedor. De los US$72,05 millones que se abonaron a la cuenta de Norte Grande, US$34,38 millones correspondían a cuentas por pagar que tenía Oro Blanco con dicha sociedad, mientras el resto quedó con un saldo a favor de US$37,7 millones a una tasa de 5,95% anual.
Norte Grande, en tanto, pasó de tener una deuda con CorpBanca de casi US$100 millones a junio de este año, a poco menos de US$38 millones, gracias a los prepagos que efectuó con los abonos otorgados por Oro Blanco.
Dichos créditos, por lo demás, establecieron cláusulas sobre el cambio de control de la cascada y obligaciones respecto de que estas sociedades no se dividan ni fusionen sin cumplir determinadas exigencias, manteniendo así firme el timón sobre SQM.
Cabe recordar que CorpBanca es uno de los tres mayores acreedores de la cascada, junto a Scotiabank y Deutsche Bank. De los US$741 millones que en junio adeudaban estas sociedades, CorpBanca es acreedor de unos US$255 millones. Hoy es acreedor de esa cifra, pero no hace mucho esta era mucho más abultada, ya que en 2014 la cascada informó de un pago anticipado por US$145 millones con la misma entidad, el que se hizo gracias a un préstamo otorgado por Calichera a Norte Grande, Oro Blanco y Potasios de Chile.
El historial de CorpBanca
La fiscalización que está realizando la SBIF a CorpBanca luego de conocerse el arribo de Guilisasti a la presidencia de las sociedades Cascada no es una novedad para el banco de Saieh.
En 2013, el mismo banco provocó la revisión por parte del regulador de la norma que regula los créditos a personas o entidades relacionadas. El caso de las triangulaciones de créditos desde CorpBanca hacia SMU, revelado en junio de ese año, hizo reaccionar a la entidad que en ese momento dirigía Raphael Bergoeing –quien presidirá el comité asesor para la reforma a la ley General de Bancos–.
El banco aportó US$115 millones en un crédito al Fondo Sinergia, que a su vez acudió a un aumento de capital en SMU, donde puso un total de US$150 millones. La SBIF no lo tenía reconocido como crédito relacionado y el banco tenía informado que este tipo de créditos ascendía a $170 mil millones, incluyendo empresas productivas, sociedades de inversión y personas naturales.
Aunque el propio Bergoeing dijo en agosto de ese año que la exposición de CorpBanca a créditos relacionados era de solo 2,5% neto de su patrimonio, dos meses después –el 11 de noviembre de 2013– sorprendió con una circular que precisaba las condiciones para calificar las operaciones con relacionadas.
La consecuencia de esa circular se dio en abril de 2014, cuando se revelaron las cifras de exposición de cada banco. CorpBanca, junto a BCI, duplicaron su exposición. El banco de Saieh informó que a septiembre de 2013 tenía $217 millones en colocaciones relacionadas, cifra que llegaba a $414.925 millones a diciembre de 2013.
Además, reveló un nivel de concentración respecto de su patrimonio efectivo de 19,43%, el más alto del sistema bancario y holgadamente superior al 11,27% que había informado a septiembre de 2013.
Aunque existía un compromiso de publicación trimestral de esas estadísticas, hasta ayer la SBIF no tenía una nueva actualización de las cifras; es decir, desde hace un año y medio que el fiscalizador no publica nuevos datos de banco alguno que opere en Chile.
Lo cierto es que para CorpBanca el ingreso de Guilisasti a la presidencia de las Cascada afectaría sus índices de créditos a relacionados, si es que la SBIF llega a esa convicción.
Según la norma actual e independiente de eventuales cauciones por parte del deudor, un banco no puede otorgar créditos a una persona o grupo de personas vinculadas o no a la institución financiera, por un monto que supere el 5% o 10% del patrimonio efectivo, respectivamente.
En todo caso, agrega la norma de la SBIF, los límites anteriores pueden ampliarse en la medida que la exposición adicional esté cubierta por garantías que la ley prevé –25% para el primero y 30% para el segundo–. Adicionalmente, la suma de los créditos otorgados al conjunto de personas vinculadas al banco no puede superar al equivalente a su patrimonio efectivo.
Al 30 de junio de 2015, la entidad bancaria –que en 2016 concretará su fusión con Itaú Chile– informa en sus estados financieros más de $250 mil millones en créditos netos a relacionados, de los cuales $86.869 millones corresponden a créditos comerciales a sociedades de inversión y $172.695 millones a empresas productivas relacionadas.
Seis meses antes, a diciembre de 2014, indicaba $210 mil millones en créditos comerciales a empresas productivas y sociedades de inversión relacionadas.
La cifra ha disminuido por distintas medidas tomadas por Saieh y CorpBanca, incluyendo venta de cartera y la salida de Sinergia de SMU.