A raíz de que el banco de Álvaro Saieh decidió cobrarse $6.500 millones desde la cuenta corriente de la Caja de Compensación La Araucana, el Banco de Chile optó por una medida radical: cortarle las líneas de crédito por considerar que no respetó un acuerdo entre los bancos acreedores. CorpBanca alega que nunca existió tal pacto y que, por ser el “banco transaccional” de la corporación de derecho privado, tenía derecho a autopagarse.
Cuando ya era un hecho que la Caja de Compensación La Araucana estaba en serios problemas para cumplir con sus obligaciones financieras, los principales bancos acreedores sostuvieron, el 28 de octubre pasado, una reunión para analizar qué hacer frente a un escenario negativo.
Esta Caja, que pertenece a la Cámara de Comercio de Santiago y es la segunda en número de afiliados, aún no había sido intervenida por la Superintendencia de Seguridad Social, cosa que ocurrió el 30 de octubre.
En la reunión de los bancos, sostenida en las oficinas de La Araucana, se llegó a un acuerdo llamado en latín “pari passu”, que significa igualdad de condiciones, es decir, los bancos actuarían en bloque, dada la situación de insolvencia de la Caja, cuya deuda total –incluyendo créditos bancarios y bonos– asciende a US$ 640 millones. En simple, a la hora de cobrarse lo harían a prorrata.
Los presentes eran ejecutivos de tercera línea, no gerentes generales, pero se les consultó si tenían atribuciones para tomar decisiones de ese tipo. Según las fuentes consultadas, solo el representante de Consorcio sostuvo que no contaba con atribuciones, pero al día siguiente dijo estar a favor del acuerdo.
Esa era la situación cuando la banca acreedora tomó conocimiento de que CorpBanca decidió cobrarse, sin informar, unos $6.500 millones desde la cuenta corriente de la Caja La Araucana.
Los bancos reaccionaron. El 5 de noviembre, le envían una carta firmada por Arturo Tagle, gerente general del Banco de Chile, a su par de Corpbanca, Fernando Massú, solicitando “la devolución inmediata y sin condiciones” del total de los fondos que CorpBanca retiró de la cuenta corriente de La Araucana, alegando que existía un acuerdo de tratamiento “pari passu” entre todos los acreedores bancarios, que fue ratificado en la referida reunión del 28 de octubre. Y se añade que la propia Caja informó en ese encuentro de la inminente posibilidad de ser intervenida, “por lo que estimamos que no puede esgrimirse el hecho de que se haya materializado posteriormente la intervención como el detonante de la decisión de CorpBanca”. Por último, se deja constancia de que la decisión de CorpBanca vulnera los acuerdos adoptados por los bancos acreedores, “lo que nos parece de suma gravedad, y afecta tanto la imagen del banco, como la búsqueda de soluciones a la difícil situación de la Caja”.
Massú responde el 9 de noviembre, afirmando que en la reunión la Caja hizo una propuesta de reestructuración financiera para pagar el próximo vencimiento de un bono, que se efectuaría con la venta de su cartera a la Caja de Compensación Los Andes, mientras que a los bancos se les cancelaría un monto al contado y el resto a partir del mes 25, con un pago final de entre el 70% y 80% de la deuda total. Agrega que la proposición fue rechazada por los bancos, porque no era aceptable que los tenedores de bonos tuvieran un trato preferente y que se debía exigir un trato “pari passu” entre los créditos bancarios y los emanados de los bonos. Precisa que no es efectivo que se haya adoptado un acuerdo “pari passu” entre los bancos al margen de lo que ocurriera con los tenedores de bonos. “El planteamiento de pari passu fue una exigencia de los bancos frente al tratamiento preferente que se le estaba dando a los bonistas en la proposición de la Caja”, y señala que las condiciones de La Araucana cambiaron al haberse decretado su intervención.
Por último, asegura que CorpBanca no firmó la minuta del acuerdo y que el acta no recoge con exactitud lo pactado e “introduce materias que no fueron parte del acuerdo”. Y que, por todo ello, no existen motivos para que CorpBanca revierta su decisión de cobro.
No satisfecho con las explicaciones de Massú, el Banco de Chile tomó una medida radical: le cortó todas las líneas de crédito a CorpBanca. Así lo confirmaron fuentes cercanas al banco del grupo Luksic, reflejando su enorme molestia y afectando a la institución de Álvaro Saieh, ya que todos los bancos se financian con líneas de créditos de sus pares.
El BancoEstado, según las fuentes consultadas, habría optado por suspender la compra de depósitos a plazo de CorpBanca, que se transan en el mercado por las diferencias entre las tasas de interés. No fue posible confirmarlo, ya que la institución respondió que “no nos vamos a referir al tema a través de los medios”.
Cercanos al banco de Álvaro Saieh sostienen que CorpBanca es el “banco transaccional” de La Araucana, es decir, con el que más opera, gracias a que posee cuenta corriente y línea de crédito. “La Caja tiene un contrato con CorpBanca que establece modos distintos de cobro y, por lo tanto, tenía derecho a cobrarse”, señalaron, sin precisar las características del contrato. Agregaron que, hasta el momento, no han sido notificados por escrito por el Banco de Chile ni por BancoEstado de medidas aplicadas a CorpBanca a raíz del cobro de los $6.500 millones desde la cuenta corriente de La Araucana, la que tampoco ha solicitado la devolución de dichos dineros.
Mientras, fuentes cercanas al Banco de Chile aseguran que la Caja tiene cuenta corriente con varios de los acreedores bancarios, por lo que CorpBanca no cuenta con exclusividad en la materia.
La Araucana posee una corporación educacional dueña de cuatro colegios, catorce Institutos Profesionales, tres Centros de Formación Técnica, y una universidad, la última que fue aprobada en 2011 y abierta en 2012.
Ya se anunció el cierre de la universidad, que contaba con una matrícula de 350 alumnos, mientras el año pasado los centros de formación técnica iniciaron su proceso de clausura, según informó El Mercurio, que agrega que los colegios tampoco seguirían en sus manos. La Caja solo conservaría los Institutos Profesionales, con 17 mil estudiantes.
Los bancos estiman que La Araucana tiene posibilidades de sobrevivir, siempre y cuando se dedique a su principal función: pagar las licencias médicas y maternales a los trabajadores afiliados que pertenecen a Fonasa, lo que no hace de su bolsillo, pues recibe el 0,6 % de la cotización de salud de los trabajadores y lo que falta lo cubre Fonasa, al tiempo que recibe una pequeña comisión del Estado. También otorga créditos a sus afiliados, a través de descuentos por planilla o de la pensión, y beneficios en recreación y salud.