Las tribulaciones de Abengoa, en gran parte causadas por su exceso de apalancamiento, contrastan con Gamesa, cuyos ingresos se dispararán este año y alcanzarán la mayor suma desde 2007, según proyecciones, en tanto la empresa se beneficia por un aumento de las instalaciones de turbinas eólicas. Abengoa, una constructora de plantas solares, busca reunir capital tras informar una pérdida de nueve meses en noviembre.
Mientras se acerca el cierre de 2015, los operadores de las empresas españolas de energía renovable están golpeándose la cabeza contra la pared o celebrando.
Los que apostaron en el fabricante de turbinas eólicas Gamesa Corp. Tecnológica SA obtuvieron más del doble de retornos este año después que las acciones registrasen la mayor alza en el índice IBEX 35. Los inversores de las acciones de Abengoa SA, por otro lado, perdieron 85 por ciento hasta ayer porque una deuda cada vez más grande y la falta de fondos dejaron a la empresa al borde de la quiebra. Las acciones de Gamesa subían 2,7 por ciento y las de Abengoa retrocedían 3,5 por ciento a las 11:20 en Madrid.
Las tribulaciones de Abengoa, en gran parte causadas por su exceso de apalancamiento, contrastan con Gamesa, cuyos ingresos se dispararán este año y alcanzarán la mayor suma desde 2007, según proyecciones, en tanto la empresa se beneficia por un aumento de las instalaciones de turbinas eólicas. Abengoa, una constructora de plantas solares, busca reunir capital tras informar una pérdida de nueve meses en noviembre.
“Gamesa está haciendo sus deberes, sabe cómo aprovechar esta industria floreciente”, dijo Miguel Sánchez, analista de acciones de Mirabaud Cie. en Madrid. “Tiene finanzas sólidas, con un flujo de caja fuerte. En ese aspecto es lo opuesto a Abengoa”.
Gamesa está experimentando un salto de las ventas y los pedidos en tanto líderes como el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y el primer ministro de India, Narendra Modi, extienden incentivos a la energía limpia. En noviembre, la empresa informó que las ganancias se duplicaron en nueve meses, y los analistas estiman que sus ingresos se dispararán 23 por ciento este año.
Del otro lado del espectro se encuentra Abengoa. Planes de expansión enérgicos dejaron 8.900 millones de euros (US$9.800 millones) de deudas brutas que a la empresa le está costando pagar, justo cuando desacelera el aumento de las instalaciones de paneles solares. La empresa, que bajo la ley española para bancarrotas tiene hasta el final de marzo para llegar a un acuerdo con los acreedores, corre el riesgo de convertirse en el colapso corporativo más grande del país. El mes pasado, sus acciones fueron expulsadas del IBEX 35.
Si bien trece de los veinticuatro analistas monitoreados por Bloomberg recomiendan comprar acciones de Gamesa, su estimación promedio de precios, de 16,04 euros, está sólo 2,9 por ciento arriba del valor al cierre de ayer, lo que implica un menor margen para que prosiga el aumento. Cinco de los seis analistas que cubren a Abengoa recomiendan vender sus acciones.
Fabio Riccelli de Fidelity Investment Services Ltd., cuyo Iberia Fund creció 15 por ciento este año y superó al 92 por ciento de sus pares, dice que él ha aumentando la exposición a empresas de energía renovable. Gamesa e Iberdrola SA, la dueña de concesionarias de energía eléctrica más grande de España, están entre sus participaciones.
“El potencial para seguir aumentando la eficiencia y mejorar los factores de carga sin dejar de reducir costos debería empujar a la energía eólica a la corriente principal de producción de energía durante la próxima década”, dijo Riccelli por e-mail.