Las acciones de Air France-KLM cayeron 12 por ciento el año pasado, en tanto la reestructuración del máximo responsable ejecutivo, Alexandre De Juniac, fracasó. La empresa tiene ingresos inferiores a los de la alemana Deutsche Lufthansa AG, la segunda de Europa por tráfico; queda eclipsada en valor por el holding de British Airways, IAG SA, la tercera más grande por valor; y tuvo cuatro años de pérdidas.
Air France-KLM Group, listada como la aerolínea más grande de Europa desde su formación en 2004, está al borde de caer del anillo superior de la industria tras un año en el cual las iniciativas para reducir costos se fueron a pique por la oposición de los sindicatos.
Si bien es probable que las cifras que se publicarán la semana que viene confirmen a la empresa franco-holandesa como la operadora regional número uno según el tráfico, un múltiplo de pasajeros y kilómetros volados considerado un estándar de la industria, la cifra oculta una crisis cada vez peor: según muchas otras mediciones, la operadora luce claramente de segunda clase.
Las acciones de Air France-KLM cayeron 12 por ciento el año pasado, en tanto la reestructuración del máximo responsable ejecutivo, Alexandre De Juniac, fracasó. La empresa tiene ingresos inferiores a los de la alemana Deutsche Lufthansa AG, la segunda de Europa por tráfico; queda eclipsada en valor por el holding de British Airways, IAG SA, la tercera más grande por valor; y tuvo cuatro años de pérdidas.
El valor de mercado de Air France-KLM, de 2.300 millones de euros (US$2.500 millones), equivale a menos de un tercio del valor de 7.000 millones de euros de Lufthansa, cuyas acciones subieron 5,3 por ciento en 2015 a pesar de problemas sindicales, y a casi un séptimo del de IAG, tasada en 12.100 millones de libras esterlinas (US$18.000 millones) tras una disparada del 26 por ciento en sus acciones.
De Juniac enfrenta muchos de los desafíos que tienen los máximos responsables ejecutivos de Lufthansa, Carsten Spohr, y de IAG, Willie Walsh, en tanto aerolíneas con descuentos como Ryanair Holdings Plc, la más valiosa de Europa tras un salto de 50 por ciento en sus acciones en 2015, atacan el mercado de corta distancia y asaltantes de Medio Oriente encabezados por Emirates, con sede en Dubai, desvían a pasajeros intercontinentales rentables hacia sus centros en el Golfo Pérsico.
Lo que distingue a la operadora con sede en París son costos más altos de mano de obra en su brazo francés y una constante incapacidad de la gestión superior para superar la oposición en el ambiente de trabajo, agravada por intervenciones del Estado francés —dueño de una participación del 15,88 por ciento— cada vez que los líderes se atrincheran y se prolongan las disputas.
Los analistas estiman que en promedio, Air France-KLM —que no quiso hacer comentarios para esta noticia— perdió 88 millones de euros en 2015, en comparación a ingresos netos de 1.380 millones de euros para Lufthansa y 1.550 millones de euros para IAG, abreviatura de International Consolidated Airlines Group SA.
Perjudicada por un balance débil, Air France-KLM miró de afuera cómo Lufthansa incorporaba las aerolíneas nacionales de Suiza, Austria y Bélgica y British Airways formaba IAG al fusionarse con la aerolínea de bandera española, Iberia. Walsh también compró British Midland para consolidar el dominio de BA en el aeropuerto londinense de Heathrow —el principal de Europa—, pasó a controlar completamente Vueling y adquirió Aer Lingus.
Yan Derocles, analista de Oddo Securities en París, sugiere que la empresa hasta podría terminar igual que la italiana Alitalia SpA, de la cual 49 por ciento ahora pertenece a Etihad Airways de Abu Dhabi tras años de intentos de recuperación fallidos.
“El Estado francés podría decidir que ya no vale la pena molestarse y la aerolínea tendrá que vincularse a otra operadora más fuerte”, dijo él.