Bancos, compañías industriales y hasta empresas de salud sorprenden al mercado con ganancias tan por debajo de lo esperado como hasta antes de la crisis financiera.
La temporada de ganancias de Europa está apenas a medio camino, pero hasta ahora incluso los generadores estables de utilidades presentan indicios de capitulación.
Bancos, compañías industriales y hasta empresas de salud sorprenden al mercado con ganancias tan por debajo de lo esperado como hasta antes de la crisis financiera. Los analistas cambian sus perspectivas de 2015: contemplan un promedio de crecimiento cero del ingreso de los miembros del Índice Stoxx Europe 600, menos que una estimación de más de 4% de hace tres meses.
Resuena aquí algo que ha frustrado a los inversores en acciones durante la mayor parte de los últimos cinco años: a diferencia de en los Estados Unidos, las ganancias europeas no crecen. Las rebajas de recomendación de los analistas han superado a las mejoras casi todas las semanas desde 2011, según un índice de Citigroup Inc. que sigue esos cambios.
Los operadores, en tanto, pierden confianza en la recuperación económica global y se deshacen de acciones vinculadas al crecimiento para adoptar acciones defensivas consideradas más inmunes.
“El mercado sólo quiere más ganancias, y hasta un sector defensivo como el de salud tiene esta temporada un desempeño peor que el esperado”, dijo Manish Kabra, un estratega bursátil europeo de Bank of America Corp. en Londres. “¿Cuándo terminará todo esto? ¿Cuándo veremos por fin un crecimiento estructural que exceda el efecto monetario? Tiene que haber algo más fundamental”.
Se suponía que el año pasado iba a ser positivo para las compañías europeas, dado que el euro se debilitaba, la economía local mejoraba y se estimaba que la demanda de los consumidores estadounidenses y asiáticos sería fuerte. Pero un derrumbe de los precios del petróleo y las materias primas encabezado por China durante el segundo semestre fue el primer traspié para las ganancias. Ahora a los bancos les cuesta mantener la rentabilidad en un mundo de tasas de interés negativas. El Stoxx 600 ha declinado 11% este año.
Deutsche Bank AG se contó entre los que dieron a conocer pérdidas, en su caso por primera vez desde 2008. El desempeño trimestral por debajo del esperado de Credit Suisse Group, la mayor proporción desde la crisis financiera, derivó en una caída anual para la firma suiza. Las empresas farmacéuticas también sienten el golpe: GlaxoSmithKline Plc, Roche Holding AG, Novo Nordisk A/S y Novartis AG quedaron por debajo de los pronósticos de ganancias. La caída de 84% de las ganancias del grupo danés A.P. Moeller-Maersk A/S fue mucho peor de lo que habían pronosticado los analistas.
Sólo el 20% de los consultados en una encuesta de administradores de fondos de Bank of America considera que el crecimiento de las ganancias mejorará en Europa el próximo año, y la mayoría dice que las estimaciones de los analistas siguen siendo demasiado altas. El Stoxx 600 se negocia a unas 14 veces las ganancias estimadas, menos que una valuación récord de más de 17 veces de abril.