Con esa frase, el ex economista del Banco Central entra de lleno en un debate que durante la discusión de las reformas del Gobierno de Michelle Bachelet se ideologizó. Dice que es difícil ponerle un porcentaje, “pero un 70 u 80% de la inversión viene por ese lado”, aunque admite que el clima político ha sido un factor. El economista generó ruido la semana pasada, al hacer un informe en que el ajuste fiscal anunciado por el ministro de Hacienda por sí solo “no garantiza que las clasificadoras mantengan la visión neutral para Chile y en el fondo se necesitan más acciones para garantizarla”.
Luis Felipe Alarcón es un economista que hace poco ruido, pero es uno de los más respetados del mercado local entre su pares.
Le respetan su experiencia transversal en el área de macroeconomía, sus certeras proyecciones sobre tasas e inflación y el hecho de que también sepa de mercados, en particular swaps, bonos e instrumentos derivados.
Pero, la semana pasada, su análisis acerca del ajuste fiscal anunciado por el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, lo puso en medio de una polémica. ¿Por qué? Fue uno de los pocos economistas que cuestionó públicamente el recorte.
El ruido lo generó por decir que el ajuste por sí solo “no garantiza que las clasificadoras mantengan la visión neutral para Chile y en el fondo se necesitan más acciones para garantizarla”.
En una extensa entrevista con ‘La Mesa’ de El Mostrador TV, Alarcón señaló que el monto total de 540 millones –cerca del 1% total del presupuesto– es insuficiente por sí solo para garantizar tal objetivo de cuidar la clasificación, así como el otro, que es mantener a raya toda intención del Banco Central de ir más allá con las tasas.
Manifiesta que estamos viendo lo que ha pasado en el resto de Latinoamérica, “donde ha habido una oleada de recortes en clasificación de deuda a Colombia, a Brasil ni hablar, y el mismo riesgo que hay hoy para Perú y México, por lo tanto, los fiscos de estos países han tendido a hacer la misma política poco antes de que lo hiciera Chile».
Y sobre el mismo punto, añade: «Ahora, si uno revisa esos recortes, han sido un poco más ambiciosos, del orden del 0,5 o 0,7 del PIB, y nosotros estamos proyectando que este recorte es del 0,2, algo más limitado”.
Reconoce que la posición fiscal de Chile es mucho mejor que la de otros países “y uno podría decir, por lo tanto, que no se requería un recorte tan grande como lo están haciendo ellos, pero, por otra parte, el monto total de 540 millones –cerca del 1% total del presupuesto– no es suficiente por sí solo para garantizar ese objetivo de cuidar la clasificación, y el otro, que es mantener a raya cualquier intención del Central de ir más allá con las tasas. Va en esa dirección, pero por sí solo no son suficientes”.
-Chile sigue teniendo el mejor outlook de América Latina…
-Así es, pero hay un antecedente adicional, que hace dos o tres semanas hubo un recorte a la percepción de riesgo de Codelco, y eso probablemente sea un sonido de alerta que llevó a Hacienda en definitiva a entregar este recorte, en medio de una economía que se está desacelerando. Yo encuentro que la explicación va un poco por ese lado.
Alarcón es egresado de la Universidad de Santiago, trabajó 13 años en el Banco Central de Chile, donde llegó a ser Jefe del Departamento de Operaciones de Mercado Abierto, y de ahí pasó al BCI, desde donde dio el salto a su actual rol de Gerente de Estudios y Economista jefe de EuroAmerica.
Tiene una visión bastante clara acerca de las causas de la desaceleración que está experimentando la economía chilena: “El grueso de la desaceleración es un tema de los precios de los commodities, y de eso no hay duda. Es difícil ponerle un porcentaje, pero un 70 u 80% de la inversión viene por ese lado. De hecho, el boom de inversión que tuvimos a mediados de 2012 era todo en mineras, porque teníamos un precio del cobre en torno a US$4 la libra, hoy ese precio es prácticamente la mitad, y si uno revisa las importaciones de capital, la desaceleración que estamos viviendo ahí va muy vinculada con el tema minero”.
Con esa frase, Alarcón entró de lleno en un debate que durante la discusión de las reformas del Gobierno de Michelle Bachelet se ideologizó.
Reconoce que debatir acerca de las reformas ha sido un factor: “Por supuesto, yo creo que el ambiente político viene a darse en el fondo en este contexto, y lamentablemente cuenta con el mismo signo, de contracción en la inversión y, por tanto, con una economía muy abierta como la nuestra, donde dependemos mucho del mundo. Entonces, pensar en una recuperación y volver a ver tasas de crecimiento cercanas al 4% solo por política local es difícil”.
Sostiene que hay cosas que el Gobierno podría hacer cosas para aminorar el impacto, “como es el reflotar las concesiones, donde tal vez puede haber algún choque ideológico con el Gobierno, pero yo creo que en este minuto hay que echar mano a ese tipo de cosas y volver a la concesión de hospitales, de caminos, destrabar proyectos emblemáticos, como Vespucio Oriente, que ha tenido hartos problemas técnicos, entre otros proyectos, y también empujar este tema del fondo de inversión, que también ha ido perdiendo bastante perfil en los últimos meses”.
-¿Cuál es la proyección de crecimiento de ustedes para este año? BCI recortó su estimación a 1,6% mientras que Hacienda y Banco Central tienen su objetivo en 2%.
-Estamos en un rango bastante cercano. Estamos pensando en un rango de 1,5 a 2%, centrado en 1,7%, aunque mantenemos el balance de riesgo hacia negativo, especialmente porque no vemos, tanto a nivel internacional como local, un catalizador que en el fondo nos inyecte nuevo crecimiento. Está el tema de la concesiones, no se ve más allá para crear un fondo de inversión o una política que incentive definitivamente esto y, por tanto, la inversión, si va a crecer este año, dificulta mucho que sea más allá del 1%, y el otro tema es que afuera tampoco vemos a China recuperándose ni una gran demanda por los commodities.
Aparte, en el resto del mundo hay muchas dudas respecto a lo que está pasando en EE.UU., hay muchas dudas con la zona euro y, por lo tanto, vemos que el motor de crecimiento global está un poco tambaleante.
-Luego del ajuste y en cuanto a la inflación, la mayoría del mercado apuesta a una subida más de política monetaria, que sería en abril, y el Banco Central mismo ha mandado señales de que ellos ven que vamos a estar a fin de año con una inflación de 3,3 o un 3,5%, y el próximo año vamos a estar más cercanos al rango meta, que es 3%. ¿Cómo lo ven ustedes?
-Nosotros acabamos de elevar nuestra proyección desde 3,5 a 3,7%. El Central apunta a 3,8%, no es muy distinto. Creemos que, pese a que el tipo de cambio ha disminuido su nivel y que, por supuesto, quita la presión inflacionaria, aún hay un poco de rezago en la transmisión de tipo de cambio a precio y, por tanto, seguimos pensando que este primer semestre va a ser un poco más inflacionario de lo normal y a partir del segundo semestre debería haber una convergencia un poco más rápida.
Ahora, esa convergencia por supuesto va a estar determinada por el precio de los commodities, que en definitiva está asociada con el tipo de cambio. La verdad es que hoy apostar a una proyección de tipo de cambio relativamente certera es sumamente difícil, por todo lo que estamos viendo hoy, que está todo cambiando rápidamente, pero aún así pensamos que el grueso de la depreciación ya se hizo. Estamos cada vez más convencidos que los commodities ya llegaron a fondo, y podría haber una tendencia positiva, pero no muy optimista, como lo decía Óscar Landerretche, que le cuesta creer que esta tendencia se mantenga en el tiempo, pero sí hay una tendencia del precio del cobre en torno a US$2,15 con un tipo de cambio que termine el año entre $710 y $720.
-¿Cuáles son las inquietudes que aparecen entre sus clientes o en conversaciones con inversionistas extranjeros?
-En general, hay una intensa búsqueda de activos seguros, sigue habiendo mucha desconfianza y sigue habiendo harto temor en invertir en cosas más riesgosas, por ejemplo, en renta variable. Y no tan solo por el momento económico, la verdad es que el inversionista “retail” se esfumó de la bolsa local hace mucho tiempo por todo el tema de las cascadas, por el incremento de capital de Endesa, también hay otros movimiento que alejaron al inversionista más pequeño. Lo de AC Inversions también es una locura. Por eso cuando a ti te ofrecen rentabilidades garantizadas por el 10% mensual, eso no existe. La plata fácil no existe, a no ser que haya algo extraño detrás de eso.
–Si tuvieses que hacer un pronóstico por cómo termina este año, y ya dando por hecho que los resultados del primer trimestre van a ser malos, ¿te da la impresión de que el segundo semestre va a terminar con un poco más de energía?
-Sí, y no solo por la base de comparación. Ojalá que la recuperación de EE.UU. siga más menos su curso porque, de los tres grandes motores de crecimiento globales hoy en día, hay uno que está solamente prendido, que es EE.UU.; China y Europa están a mitad de camino y, si nos quedamos sin USA en el fondo no hay otro motor potente de crecimiento global y, como lo hemos discutido, Chile depende mucho de lo que sucede afuera. Siempre trato de mantener una visión relativamente optimista, pero más allá de los dos años y medio que hemos tenido en relativo bajo crecimiento, hacia adelante tampoco se ve algo muy distinto, con un crecimiento en torno al 2% para los próximos años.
Para ver la entrevista completa, haga clic aquí o entre directamente a El Mostrador TV.