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El rally del cobre es algo temporal

El rally del cobre es algo temporal

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«A pesar del escenario poco optimista para la cotización del metal rojo en el mediano plazo, existen algunos factores que entregarían algo de alivio en el corto plazo. Mientras que se desvanecen las probabilidades que la Reserva Federal realice alguna modificación sobre su tasa de política monetaria (la próxima reunión de la FOMC será entre el 15 y el 16 de marzo) el dólar americano mostrará una presión bajista sobre su cotización, entregando un soporte a este metal».


Fuertes turbulencias financieras han caracterizado este inicio de año ha incrementado el temor entre los operadores a nuevas recesiones dentro de importantes zonas del escenario económico global.

Abruptas caídas de las plazas bursátiles chinas a comienzos del año, confirmaron las dudas de los mercados sobre la actual situación de la segunda economía a nivel mundial, lo que desarrolló un alto nivel de pánico en diferentes partes del orbe. Dentro de este escenario de altos niveles de aversión al riesgo, aquellos activos que mantienen una positiva correlación con la tendencia del crecimiento económico chino, se han visto seriamente perjudicados, donde en la cotización de gran parte de las materias primas se ha acentuado la caída libre que vienen registrando desde los últimos años.

Nuestro principal producto de exportación, el cobre, ha sido uno de los principales afectados, con una cotización que ha alcanzado sus niveles más bajos de los últimos siete años, y es de esperar que esta presión bajista se mantenga durante el resto del 2016.

Dentro de los factores que influyeron sobre el metal rojo, cabe destacar el impacto que ha tenido la incertidumbre sobre el futuro de la economía china, la tendencia bajista que ha experimentado la cotización del petróleo y la divergencia que existe entre oferta y demanda de este metal dentro del mercado. En primer lugar, la ralentización sobre la segunda economía del mundo ya es un hecho siendo rectificado con la publicación de indicadores económicos que muestran una constante reducción sobre las proyecciones de crecimiento anuales, un sector tanto manufacturero como industrial que no muestran señales de recuperación y las presiones de devaluación sobre el yuan chino (que hace más cara la adquisición de productos importados) disminuyen las proyecciones de demanda de cobre por parte de su principal consumidor a nivel global.

En segundo lugar, la estrepitosa caída que ha experimentado la cotización del barril de petróleo también ha arrastrado al metal rojo, debido a la alta correlación que existe entre ambos dada su denominación de materiales industriales, influyendo en un elevado nivel de inventarios de estos materiales.

Y por último, el recordado “boom” de materias primas entregó la oportunidad para el desarrollo de nuevos yacimientos de extracción, los cuales al verse forzados a entrar en operaciones a pesar de los bajos niveles que enfrentan en la actualidad, mantienen una presión sobre los niveles de oferta del cobre , lo que acentúa la presión bajista en su cotización.

A pesar del escenario poco optimista para la cotización del metal rojo en el mediano plazo, existen algunos factores que entregarían algo de alivio en el corto plazo. Mientras que se desvanecen las probabilidades que la Reserva Federal realice alguna modificación sobre su tasa de política monetaria (la próxima reunión de la FOMC será entre el 15 y el 16 de marzo) el dólar americano mostrará una presión bajista sobre su cotización, entregando un soporte a este metal, dada la correlación inversa que existe entre las materias primas y la divisa norteamericana.

Por otro lado, generalmente durante el segundo trimestre del año aumenta la demanda de cobre por un factor estacional dentro de la economía china, que junto a las constantes expectativas a que tanto el Gobierno como el Banco Popular de China desarrollen medidas de estímulos para reforzar la economía y estabilizar la valorización del yuan con respecto al dólar, permitiendo observar algo de estabilidad sobre los mercados financieros, disminuyendo la aversión al riesgo por parte de los operadores y aumentando las proyecciones de demanda de cobre.

Ante un escenario más adverso que positivo, las proyecciones sobre la cotización del cobre tendrán dos marcos temporales. Desde un punto de vista de corto plazo, que se podría extender hasta el segundo trimestre, aumentan las posibilidades de ver una cotización del metal rojo alcanzar la zona de resistencia de los 2,18-2,21 dólares la libra. Mientras las proyecciones de mediano plazo, a partir del segundo semestre, volvería a recaer la presión bajista sobre este metal poniendo a prueba la barrera psicológica de los US$2 la libra, donde las posibilidades de observar nuevos mínimos anuales no dejan de ser relevante, que con cuya ruptura daría el espacio para alcanzar la cota de los US $1,85 la libra.

Pablo Moreno Basso
analista de mercados de Capital FX

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