La entidad anunció ayer a los sindicatos el ajuste, lo que supone el 13 % de su red de sucursales en España – y remodelará otras 350 cada año para transformarlas en «oficinas del futuro».
El Banco Santander y los sindicatos se reunirán de nuevo la próxima semana para iniciar las negociaciones sobre el proceso de reestructuración que anunció ayer la entidad y que prevé, entre otras cosas, el cierre de 450 oficinas en España y un ajuste de plantilla aún no cuantificado.
En una nota remitida hoy, el sindicato UGT considera que el Santander está «aprovechando la situación favorable que facilita la actual legislación laboral para acometer un proceso de destrucción de empleo», algo que intentarán minimizar «en la medida de lo posible» como primera condición.
El sindicato critica que la entidad tome esta decisión, y recuerda que el año pasado el sueldo de 1.246 directivos alcanzó casi los 700 millones de euros, mientras que la totalidad de la plantilla percibió 971 millones de euros, según los datos del Informe de la Comisión de Retribuciones incluido en la Memoria del Santander.
UGT asegura que «hará frente a la situación que supone la destrucción de puestos de trabajo, abaratamiento de los costes laborales y destrucción de los derechos de los trabajadores, para garantizar que las medidas se adopten por acuerdo de forma no traumática y voluntaria».
La entidad anunció ayer a los sindicatos que cerrará de forma «inminente» 450 oficinas – lo que supone el 13 % de su red de sucursales en España – y remodelará otras 350 cada año para transformarlas en «oficinas del futuro», hasta alcanzar el millar en 2018.
El cierre de sucursales afectaría principalmente a las de menor tamaño, aquellas que tienen entre uno y tres empleados, para conseguir tener otras más grandes, con más recursos humanos y técnicos, más rentables y que permitan al grupo seguir estando presente en todo el territorio español, según fuentes próximas a las negociaciones consultadas por Efe.
Según el sindicato UGT, el banco les explicó que no es posible acometer en este momento «un proceso masivo de prejubilaciones», y que se negó a cuantificar de momento la cifra de trabajadores que resultarán afectados.