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Goldman Sachs advierte que carga de deuda china es mucho mayor de lo creído

Goldman Sachs advierte que carga de deuda china es mucho mayor de lo creído

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Contemos al total de la financiación social –TFS– como otra estadística china de valor cada día más dudoso, según analistas de Goldman Sachs Group Inc.

Como muchos inversores no terminan de entender el grado al cual el crecimiento económico de China ha sido alimentado por la deuda, los esfuerzos para medir la nueva creación de crédito han adquirido reciente urgencia. Hasta la fecha, muchos se han basado en el TFS inventado por las autoridades chinas en 2011 como una forma de captar una mayor tajada de la actividad bancaria informal del país, pero en una nota publicada el miércoles los analistas de Goldman encabezados por MK Tang arrojan nuevas dudas sobre la capacidad de la medida para evaluar la creación de crédito.

Los analistas identifican una discrepancia entre el TFS oficial de China y las nuevas estimaciones del crédito hechas por Goldman, y describen la creciente discrepancia como «una incómoda tendencia que se ha vuelto más inquietante».

En particular se centran en el aumento de préstamos opacos dados los rumores que rodean a los esquemas financieros circulares de China, los cuales involucran a bancos que prestan a instituciones financieras no bancarias (NBFI, por su sigla en inglés) como una actividad opuesta a los préstamos directos a compañías. En tanto estos «rodeos» como los llama Goldman, ayudan a acrecentar la ganancia de los bancos, también significan más inversiones en los balances bancarios y más dinero serpenteando a través del sistema financiero, en cuanto esto se opone a los movimientos dentro de la economía real a través de un aumento de la oferta de dinero M2.

Ante un sistema crecientemente enmarañado y una medida de la oferta monetaria que no encapsula del todo a la nueva creación de crédito, los analistas de Goldman optan por un enfoque algo diferente para medir la fortaleza del reciente auge del crédito en China. Observan el flujo (ajustado) del dinero que emana de los hogares y compañías y luego va a parar a diversas inversiones financieras.

Sobre esta base, la creación de crédito en China sumó 24,6 billones de yuanes (US$3,7 billones) el año pasado –superando por mucho el aumento de 16 billones de yuanes en la oferta de dinero y los 19 billones de yuanes de TFS.

«Tal escala de deterioro [en el apalancamiento de China], por cierto, aumenta nuestras preocupaciones por los problemas crediticios subyacentes de China y el riesgo de sustentabilidad», concluyen los analistas de Goldman. «La posibilidad de que haya un monto tan alto de préstamos informales en el sistema, los cuales no son registrados por las estadísticas oficiales, también señala una brecha reguladora y pone de relieve la falta de visibilidad respecto de dónde podrían estar los potenciales puntos de tensión financiera y cómo podría sobrevenir un posible contagio».

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