Una de las prioridades de Kuczynski será enfrentar el dominio de Chile en el mercado mundial del cobre. Perú ha sido un admirador del libre comercio de su vecino durante más de dos décadas: abrió sus mercados, rebajó los impuestos a las empresas, flexibilizó las normas y promovió la inversión privada en la industria de las materias primas. Ahora, en tanto los salarios aumentan en Chile, el país más rico de América del Sur, y el gobierno busca dar poder a los sindicatos, algunas industrias peruanas se están poniendo al día.
La asunción del ex ejecutivo de Wall Street Pedro Kuczynski como presidente de Perú el jueves probablemente profundice por lo menos una impresión: que el país está empezando a eclipsar a su modelo, Chile.
Perú ha sido un admirador del libre comercio de su vecino durante más de dos décadas: abrió sus mercados, rebajó los impuestos a las empresas, flexibilizó las normas y promovió la inversión privada en la industria de las materias primas. Ahora, en tanto los salarios aumentan en Chile, el país más rico de América del Sur, y el gobierno busca dar poder a los sindicatos, algunas industrias peruanas se están poniendo al día.
Una de las prioridades de Kuczynski será enfrentar el dominio de Chile en el mercado mundial del cobre. Si bien la producción peruana todavía llega a menos de la mitad de la chilena, dio un salto del más del 50 por ciento en el primer semestre del año. La producción de Chile está estancada desde hace tres años.
Kuczynski le dijo a la prensa esta semana que los proyectos de obras públicas, como los planes de electricidad e irrigación, podrían reactivar los emprendimientos mineros que quedaron paralizados por las sangrientas protestas de las comunidades locales. Ha dicho que podría flexibilizar las disposiciones sobre emisiones para impulsar las inversiones en nuevas fundiciones, justo cuando Chile está haciendo más estricta su normativa y podría cerrar las suyas.
Otras industrias peruanas también pretenden competir con el vecino del sur. Las exportaciones peruanas de fruta aumentaron diez veces en la última década a US$1.800 millones y ahora rivalizan con la producción chilena en mercados como Estados Unidos y China.
Gran parte del dinero proviene de Chile. Las épocas de cosecha de Perú se complementan con las de Chile, por lo que es lógico que los chilenos se expandan en el país vecino para generar un flujo constante de fruta a lo largo del año.
“Perú tiene más agua, su gobierno apoya la agricultura y es menos burocrático. Es también por eso que muchos hombres de negocios chilenos están invirtiendo allí”, dijo Ronald Brown, presidente de la Asociación de Exportadores de Fruta de Chile.
En algunos casos, Perú ya ha superado a su vecino. Las exportaciones chilenas de textiles están en baja desde 2011, en tanto aumentan los costos y se intensifica la competencia del extranjero. En cambio, las exportaciones peruanas aumentaron diez veces en quince años.
“Perú es como Chile en los 90”, dijo Felipe Alarcón, economista de Euroamérica. “Está bajando el IVA, está bajando los impuestos y promoviendo la inversión, tal como hizo Chile”.
Si bien el ingreso per capita de Perú es menos de la mitad del de Chile, su población es aproximadamente el doble de la de su vecino del sur y se pronostica que su economía crecerá 4 por ciento el año que viene, casi el doble del ritmo de la de Chile.
Para cuando Kuczynski deje su cargo en cinco años, el PIB de Perú bien podría haber superado al de Chile, dijo Alarcón. El aprendizaje de Perú está llegando a su fin.