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Reacción populista contra el comercio domina discurso del G-20

Reacción populista contra el comercio domina discurso del G-20

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Los máximos responsables políticos de las veinte principales economías desarrolladas y emergentes acordaron un «Consenso de Hangzhou» que insta a utilizar todas las herramientas de la política económica -las medidas monetarias y fiscales y las reformas estructurales- para dinamizar el crecimiento global.


Los líderes económicos mundiales intensificaron las advertencias referidas a que el ánimo populista que se propaga en numerosos países desarrollados constituye una amenaza para el comercio y el crecimiento, en tanto al margen de la cumbre del Grupo de los 20 surgen exhortaciones a que los gobiernos y las empresas luchen por mantener el flujo de mercaderías a través de las fronteras.

La directora ejecutiva del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, instó a los responsables corporativos a presionar a los gobiernos para que aumenten los flujos en tanto advirtió acerca de la perspectiva para el crecimiento al adentrarnos en 2017. Sus comentarios este sábado en Hangzhou, China, fueron reiterados por el director general de la Organización Mundial del Comercio, Roberto Azevedo, en tanto la ministra de Comercio canadiense, Chrystia Freeland, dijo que cabe preocuparse por el sentimiento proteccionista.

“El comercio es demasiado bajo y ha sido demasiado bajo durante mucho tiempo”, dijo Lagarde a los dirigentes empresariales, mencionando un movimiento anti-comercio en la política, las políticas y la opinión pública. “Si no hay comercio internacional, si no hay inversión transnacional, si los servicios, el capital, las personas y los bienes no cruzan fronteras, hay menos actividad para ustedes, hay menos empleos en el país donde tienen sus sedes”.

La advertencia de Lagarde surge en medio de una perspectiva más atenuada de crecimiento global y un impulso vacilante para el acuerdo comercial de la Asociación Trans-Pacífico liderado por los Estados Unidos en los últimos meses del mandato del presidente Barack Obama. Los candidatos presidenciales, tanto Donald Trump como Hillary Clinton, han hablado en contra del acuerdo, que excluye a China, mientras que el avance en un acuerdo sobre comercio e inversiones entre los Estados Unidos y la Unión Europea, conocido como TTIP, también está estancado.

‘El comercio es bueno’

“Hemos oído aquí, en este G-20, hablar mucho –y me parece bien que lo hablemos- sobre el sentimiento proteccionista que se está difundiendo verdaderamente por el mundo” y debería preocuparnos, dijo Freeland en una entrevista en Bloomberg Television.

“Los miedos que tiene la gente son reales”, dijo. “Si podemos demostrar que el comercio es bueno no sólo para Wall Street o Bay Street o la City de Londres sino que es bueno para las pequeñas empresas, estaremos contribuyendo mucho a resistir al sentimiento proteccionista”.

Los líderes del G-20 sienten la presión de impulsar el crecimiento que el año pasado cayó hasta 2,7 por ciento en sus economías, las cuales representan alrededor de cuatro quintos del producto interno bruto global. Se proyecta que el crecimiento bajará hasta 2,4 por ciento este año para luego repuntar hasta 3 por ciento el año próximo y 3,1 por ciento en 2018, según economistas consultados por Bloomberg.

El ministro de Comercio de Francia, Matthias Fekl, dijo a fines del mes pasado que los Estados Unidos no han propuesto nada sustancial en las negociaciones con la UE respecto del acuerdo de libre comercio y que las negociaciones deberían terminar. Sus declaraciones fueron posteriores a las del ministro de Economía alemán, Sigmar Gabriel, quien dijo que las discusiones por el TTIP “colapsaron de facto, aunque nadie quiera decirlo”.

Reunidos paralelamente a la cumbre del G-20, los líderes de los países BRICS –Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica- expresaron su preocupación en un comunicado referido al proteccionismo, en tanto Azevedo, de la OMC, calificó de “extremadamente triste” la retórica anti-comercio.

“No podemos permitir que esto siga sin control”, dijo Azevedo. “Ir en contra del comercio es ir en contra del crecimiento, es ir en contra de la propia economía y agravar aún más las cosas. Por lo tanto, debemos hacer algo”.

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