Según los informes de evaluación, Boldt-Peralada obtuvo casi 50 puntos más que Marina del Sol en dicha instancia, pero los 300 puntos otorgados por los consejeros regionales terminaron por inclinar la balanza en favor de la sociedad ligada a Nicolás Imschenetzky. Core otorgó 300 puntos a Marina y cero a Boldt.
En medio del debate en tribunales, cuando Boldt Peralada discutía las resoluciones del Consejo Regional del Biobío, su contrincante para adjudicarse el nuevo casino de Chillán, Marina del Sol, sostenía que dicho acto del Core no era terminal, pues aún faltaba la decisión del Consejo Resolutivo de la Superintendencia de Casinos de Juego (SCJ).
Finalmente, el 5 de septiembre pasado, la SCJ publicó su resolución final que adjudicó a Marina del Sol –la sociedad ligada al empresario de origen ruso Nicolás Imschenetzky– el proyecto que deberá ser operativo en un par de años, cerrando así una polémica de más de dos años, incluyendo tres informes del Core a solicitud de los tribunales de justicia por la insuficiencia de sus argumentaciones
La polémica pudo haber terminado, de no mediar la publicación por parte de la propia Superintendencia de las resoluciones adjudicatorias. La revisión de estas revela que la cuestionada votación del Core fue a tal nivel determinante, que permitió a Marina superar a Boldt, aun cuando la evaluación técnica de los proyectos –excluyendo la mentada votación– favorecía a la sociedad de capitales argentinos y españoles.
En efecto, según revelan los informes de evaluación de ambos proyectos, la iniciativa de Boldt alcanzó los 1.196,82 puntos en los ítems de monto de inversión del proyecto, incremento de la demanda de la oferta turística, ubicación, diseño y calidad de las instalaciones, efectos económico-sociales, relación armónica con el entorno y conexión con servicios y vías públicas. En ese mismo grupo de factores analizados, Marina obtiene 1.140,24 puntos.
Al agregar los factores político-institucionales –es decir, la votación del Concejo Municipal de Chillán, que dio idéntico puntaje a ambos– y del Core –que, como es sabido, otorgó 300 puntos a Marina y cero a Boldt–, finalmente la firma que opera el casino de Talcahuano ganó la disputa por 1.826,24 puntos frente a los 1.568,82 en que quedó Boldt. Sin los 300 que aportó el Core, la diferencia quedaba a favor de Boldt en el margen, pues el informe del Servicio Nacional de Turismo (Sernatur) dio 28 puntos más a la firma penquista por sobre los foráneos.
Según informó la SCJ el 5 de septiembre pasado, “el principal aspecto que se tuvo en consideración fue que el proyecto, en su integridad, presenta mejores condiciones de desarrollo para la comuna”.
No obstante, la revisión detallada de los informes de ambos grupos demuestra que –a excepción de la votación del Core– no era Marina el mejor proyecto sino el de Boldt.
En efecto, la evaluación consta de cinco factores englobados en el ítem “Cualidades del proyecto y su plan de operación”, desde los que se desglosan los puntajes. En monto de inversión, Marina obtiene 444,18 puntos versus 450 de Boldt, mientras que en incremento de la oferta turística el primero obtiene 284,44 frente a los 341,82 de los iberoargentinos.
Además, en ubicación, diseño y calidad de las instalaciones, Boldt vence por 197,36 puntos los 184,63 otorgados a Marina. Solo en dos factores de menor puntaje gana Marina: efectos económico-sociales (145 versus 136,83), en relación armónica con el entorno (36,8 frente a 27,41) y conexión con los servicios y vías públicas (45,19 sobre 43,4).
Este grupo de cinco factores es el que dejó a Boldt 50 puntos sobre Marina.
En la segunda parte de la evaluación, figuran el empate en 150 puntos que dejó el Concejo Municipal de Chillán, empate en el informe del Ministerio del Interior (100 puntos) y una marginal distancia en el informe de Sernatur ya señalado.
Incluyendo todos los factores previamente indicados, hasta antes de considerar los votos del Core, Boldt ganaba por poco más de 50 puntos.
La diferencia la hace en forma determinante la resolución de los consejeros regionales penquistas.
La SCJ explicó la situación y defendió el proceso, recordando que se consideraron cinco factores, entre los que figuran el Core, municipalidad, Sernatur y Ministerio del Interior, además del informe de la propia superintendencia respecto del proyecto integral y su plan de operación.
“El resultado de los informes de evaluación que la Superintendencia elaboró en agosto de 2015, que corresponden a la propuesta que este organismo entregó al Consejo Resolutivo, considera el análisis completo de los cinco criterios establecidos por ley, y no un análisis parcial de alguno de ellos. Además, se debe tener en cuenta que los informes de evaluación son un insumo importante para que el Consejo Resolutivo adopte sus decisiones. Sin embargo, la función del consejo no es pronunciarse respecto de la evaluación en general ni en particular, sino considerar los elementos relevantes y otorgar los permisos de operación a aquellos proyectos que, en su integridad presenten mejores condiciones para el desarrollo de la comuna y de la región, como ocurrió en este caso al asignar el permiso de operación a Marina del Sol Chillán S.A.”, dijo la superintendencia.