El economista jefe del banco controlado por el Grupo Yarur, estima que las “presiones políticas para aumentar el gasto más allá del 2,5% o 3% van a ser fuertes justamente porque el próximo año tenemos elecciones presidenciales, y desde el punto de vista de los políticos se ve cierta propensión a gastar más, de manera de tener un crecimiento un poco más alto”. El ex gerente de Análisis Internacional del Banco Central estima que las clasificadoras de riesgo están mirando con especial cuidado cuál va a ser la postura del ministro de Hacienda. Concuerda con Rodrigo Vergara en el sentido de que la política fiscal tiene poco espacio para generar un repunte de crecimiento y rechaza el argumento de que recortar tasas en los próximos meses –como sostienen José De Gregorio y Jorge Selaive del BBVA– tendría un efecto importante en la economía.
Hace años que un presupuesto no era esperado con tanta expectación tanto por el mercado, las clasificadoras de riesgo como el mundo político.
Hay consenso en que el que presente el ministro de Hacienda Rodrigo Valdés en los próximos días tendrá implicancias no solo para la economía chilena, la nota crediticia de Chile y el legado del segundo paso de Michelle Bachelet por La Moneda.
Sergio Lehmann, el economista jefe y gerente de estudios del BCI, dice que todas las miradas están puestas en la figura de Rodrigo Valdés.
En una extensa entrevista con El Mostrador Mercados en El Mostrador TV, el que fuera gerente de Análisis Internacional del Banco Central hasta hace dos años, señala que las “presiones políticas para aumentar el gasto más allá del 2,5% o 3% van a ser fuertes justamente porque el próximo año tenemos elecciones presidenciales, y desde el punto de vista de los políticos se ve cierta propensión a gastar más, de manera de tener un crecimiento un poco más alto”.
Lehmann estima que las clasificadoras de riesgo están mirando con especial cuidado cuál va a ser la postura del ministro de Hacienda con respecto a respetar su compromiso de ir reduciendo el déficit estructural hacia 2018. “En la medida en que no haya una señal de que ese compromiso vaya comprobando esa convergencia (…), el riesgo de que no se logre o no se plantee ese compromiso, es decir, un gasto acotado, yo creo que es posible que nos pongan en revisión nuestro outlook”.
Agrega que está convencido de que el ministro Valdés “se la va a jugar por un crecimiento del gasto relativamente acotado. Mi percepción es que hoy tiene el respaldo de la Presidenta para avanzar en esa línea. Yo creo que él ha transmitido de que existe un riesgo importante de que, si no se acota el gasto, puede haber ciertos cuestionamientos a la clasificación de riesgo de Chile”.
El ingeniero, que además tiene un Master y Ph.D(c) con especialización en Finanzas, Administración de Riesgos y Economía, de la Universidad de Stanford, Estados Unidos, está de acuerdo con lo que Rodrigo Vergara, presidente del Banco Central, dijo en el último IPoM, en el sentido de que las políticas fiscal y monetaria tienen poco espacio para generar un repunte en el crecimiento de la economía.
“La política fiscal tiene poco espacio de manera de que se vayan ordenando las cuentas públicas en términos de convergencia hacia el balance estructural y, en segundo punto, la política monetaria es hoy expansiva, y lo que se ha demostrado es que esto ha logrado poco efecto, porque al final están dominando cosas que son más bien estructurales. A nivel global y local se está creciendo menos, un componente tiene claramente que ver con el escenario externo, y parte de ese fenómeno tiene que ver con productividades bajas, no solamente en Chile, sino a nivel global”, explica.
Manifiesta que “en lo interno, los factores que tienen que ver con la baja actividad son fundamentalmente confianza baja e incertidumbre que sigue presente y, por lo tanto –a mi parecer– creo que una rebaja de tasa va a tener poco impacto en la actividad. A lo más podrían ser una señal, pero no van a tener un efecto importante, porque la debilidad de la economía tiene que ver con factores más estructurales o factores externos”.
El BCI estima que este año la economía crecerá 1,6% y apenas 1,9% para el próximo.
Lehmann dice que las opciones de Hacienda serían menos dramáticas si el Gobierno anterior se hubiese concentrado en cerrar el déficit estructural en vez de aprovechar los mayores ingresos que se generaron con el fuerte crecimiento en rellenar los fondos soberanos.
Pero aclara que esa es una conclusión que solo se puede hacer ahora y que en su momento tenía su lógica. “Ex post, uno llega a la conclusión de que el gasto público fue más allá de lo que correspondía, pero la razón fundamental es que el precio a largo plazo que se estaba viendo para el cobre era bastante más alto del que hoy día estamos leyendo”.
Añade que “probablemente la evaluación que se tuvo, y eso tiene que ver con el comité de expertos, yo creo que fue compartida por los economistas con un poco de miopía, de que los precios de las materias primas, del cobre en particular, se iban a mantener altos. Para ese tiempo se estaba estimando un precio promedio del cobre en torno a 3 dólares, incluso más, y eso daba espacio para mayor gasto público”.
Y revela que en el Banco Central “no hubo mayores cuestionamientos, yo creo que esto fue un pecado de la mayoría de los analistas, en el sentido de que se veía que el precio del cobre, si bien iba a converger hacia niveles más bajos, iba a ser bastante más gradual y la experiencia ha estado demostrando claramente que en ese diagnóstico hubo un error”.
“Está dentro del escenario de riesgo. Efectivamente, ya tuvimos una caída en el PIB del segundo trimestre, hay que observar este tercer trimestre. El crecimiento en nuestro escenario base es muy bajo este tercer trimestre, por lo tanto, la posibilidad de que sea negativo no la descartamos. Es un escenario malo, ciertamente, suena muy feo decir que estamos en una recesión, pero creo que tiene que ver con un proceso de desaceleración de la economía chilena que ha sido sistemático y que revela estos factores más estructurales de confianza e incertidumbre que no han logrado despejarse del todo”.
“En nuestro escenario la Fed sube tasas en diciembre (…), lo que se está mirando, y es algo que el Banco Central también lo reconoce en el IPoM, es que el ritmo de aumento sea algo más rápido, si es que la economía norteamericana está mostrando brechas mucho más altas de lo que muestra hoy día. Eso podría generar volatilidad en los mercados, un ajuste importante en la actividad, caída en los commodities y un impacto importante sobre la economía chilena”.
Detalla que es necesario “entender que detrás de ese aumento más rápido que podría tener la Fed, si bien tendría efectos negativos en el corto plazo, estaría señalando que la economía americana está en mejor pie, por lo tanto, la economía mundial, en especial la economía chilena, tendría un poquito más de espacio para crecer”.
“El programa de gobierno (de Trump) tendría un impacto bastante negativo desde el punto de vista de la globalizción, sería un golpe fuerte para el comercio mundial, ya hemos visto señales negativas respecto a Europa a partir del Brexit y partidos nacionalistas en Europa que se han ido fortaleciendo, creo que sería una señal bien negativa y peligrosa respecto a la globalización”.
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