De acuerdo al Banco Mundial y al FMI, la infraestructura para el mercado financiero del país cumple con la gran mayoría de los principios internacionales. Sin duda, algo por lo que debemos sentirnos orgullosos, y tranquilos, a su vez, de que los riesgos son mínimos. Sin embargo, existen brechas claramente identificadas de las que hay que ocuparse. Y para eso, ya se dieron los primeros pasos, con la reciente creación de un Comité Técnico –en el marco del Consejo de Estabilidad Financiera– que justamente buscará ponernos al día en estas materias.
Cerramos 2016 con la entrega de los resultados de la evaluación internacional a las infraestructuras del mercado financiero en Chile. Un estudio realizado en conjunto por el Banco Mundial y el FMI, a solicitud del Ministerio de Hacienda y el Banco Central, que recordemos que, además de la estabilidad de la moneda, también vela por el normal funcionamiento de los pagos internos y externos.
Pero ¿cuál era el objetivo de esta medición? Evaluar la gestión de las infraestructuras de los mercados financieros, es decir, toda la arquitectura que permite que se produzcan transacciones de distinto tipo a nivel de instituciones que componen el sistema, respecto de las mejores prácticas mundiales vigentes. Así, se midieron 24 principios definidos por el Banco de Pagos Internacionales y la Organización Internacional de Comisiones de Valores, para cinco infraestructuras financieras presentes en el país, además de un análisis de otras cinco responsabilidades que deben ser cumplidas por las autoridades regulatorias y de supervisión.
¿Qué arrojaron estos resultados? En primer lugar, hay que reconocer que estos fueron destacados para todas las infraestructuras, las que alcanzaron un alto número de principios totalmente logrados. En general se catalogó a todas las infraestructuras evaluadas como sólidas y robustas, en línea con las mejores prácticas respecto de la gestión de riesgo. Sin embargo, no todo está cumplido y aún tenemos una tarea a la que abocarnos para perfeccionarlas. Y es que se detectaron ciertas brechas particulares en cada una de ellas, las cuales dependen tanto de las autoridades regulatorias y de gobierno como de las mismas instituciones que las gestionan.
Con todo, es destacable la rápida respuesta del Ministerio de Hacienda a algunas de las observaciones realizadas a los sistemas de pago, en particular, por la falta de un reconocimiento explícito de la finalidad e irrevocabilidad de los pagos y la protección de las garantías, aspectos que se recogieron en la Ley de Impulso Productivo publicada en octubre pasado. ¿Qué queda por hacer entonces? Todavía faltan algunos aspectos que deben quedar plasmados en la legislación. Entre ellos, se encuentra la protección de garantías de los clientes en transacciones de derivados mediante cámara de compensación.
Asimismo, aun cuando la evaluación de las responsabilidades de las autoridades fueron satisfactorias, se proponen algunos avances. En primer lugar, que ellas deban formalmente adoptar los principios para las infraestructuras del mercado financiero, lo que requeriría cambios legales y/o regulatorios. Adicionalmente, se recomienda generar un marco de supervisión ad hoc para Combanc, de acuerdo a sus características y perfil de riesgo.
También se sugiere desarrollar un marco de supervisión para todos los sistemas de pago sistémicamente importantes, y por transparencia hacerla pública para todos los partícipes del mercado. Y, por último, mencionar el hecho de avanzar en la contribución de todos los datos de derivados OTC por todas las autoridades relevantes, de manera de utilizar esa información para identificar y mitigar riesgos para la estabilidad financiera. Adicionalmente, algunas instituciones deben trabajar en temas relativos a gobiernos corporativos y, en algunos casos, a expandir la gestión de riesgo más allá de lo operacional.
De acuerdo al Banco Mundial y al FMI, la infraestructura para el mercado financiero del país cumple con la gran mayoría de los principios internacionales. Sin duda, algo por lo que debemos sentirnos orgullosos, y tranquilos, a su vez, de que los riesgos son mínimos. Sin embargo, existen brechas claramente identificadas de las que hay que ocuparse. Y para eso, ya se dieron los primeros pasos, con la reciente creación de un Comité Técnico
–en el marco del Consejo de Estabilidad Financiera– que justamente buscará ponernos al día en estas materias. Sin lugar a dudas, forma parte del compromiso de las autoridades para avanzar e identificar posibles brechas en el futuro, lo que permitirá responder rápidamente a los últimos desarrollos y tener un mercado financiero de clase mundial.
Camilo Vio
Economista Banco Santander