El bloqueo de Bruselas llega después de que LSE rechazase vender su participación de control en la plataforma de negociación italiana MTS, un requisito exigido por la Comisión para dar luz verde a la operación, valorada en unos 29.000 millones de euros.
La Comisión Europea (CE) vetó hoy la fusión entre el grupo London Stock Exchange (LSE), gestor de la Bolsa de Londres, y el alemán Deutsche Börse, gestor del parqué de Fráncfort, informó el Ejecutivo comunitario.
«La investigación de la Comisión ha concluido que la fusión habría creado un monopolio ‘de facto’ en los mercados de compensación de instrumentos de renta fija», dijo la CE en un comunicado.
El bloqueo de Bruselas llega después de que LSE rechazase vender su participación de control en la plataforma de negociación italiana MTS, un requisito exigido por la Comisión para dar luz verde a la operación, valorada en unos 29.000 millones de euros.
«Dado que las partes no han ofrecido los remedios exigidos para abordar nuestras preocupaciones en materia de competencia, la Comisión ha decidido prohibir la fusión», dijo la comisaria europea de Competencia, Margrethe Vestager.
La Comisión subrayó que la cesión de MTS, «un activo relativamente pequeño comparado con los ingresos y el valor de mercado combinado de las partes» habría sido un «remedio claro» para resolver las preocupaciones de Bruselas.
La CE precisó que exigió esta desinversión puesto que el compromiso ofrecido por las compañías de ceder LCH Clearnet -una casa de contrapartida central- por sí mismo no era suficiente para garantizar la competencia.
En última instancia las partes ofrecieron «minutos antes del límite de tiempo» una serie de medidas «de conducta» en lugar de la venta de MTS para satisfacer a Bruselas, que consideró que no eran suficientes para asegurar que LCH Clearnet pudiese competir por sí sola en el mercado de instrumentos de renta fija.
En este contexto, la CE consideró que la fusión habría supuesto un monopolio ‘de facto’ en el mercado de estos instrumentos, que incluyen, por ejemplo, los bonos soberanos o los acuerdos de recompra.
Además, habría suprimido la competencia horizontal en el mercado de negociación y compensación derivados sobre acciones individuales, en concreto de acciones de sociedades belgas, holandesas y francesas.
LSE anunció en febrero que no aceptaría la desinversión en MTS y que era improbable que recibiese el visto bueno de la Comisión.
El grupo consideró este requisito «desproporcionado» y argumentó que MTS es una gran fuente de ingresos y beneficios y que su desinversión dañaría la relación con los reguladores de los mercados.
La operación, anunciada en marzo y aprobada en julio por los accionistas de ambos grupos, preveía una fusión «entre iguales» para crear un «grupo de infraestructuras para mercados globales basado en Europa», que habría tenido capitalización bursátil similar a la de mercados de futuros estadounidenses como ICE (26.600 millones de euros)
Según los términos anunciados en marzo, el grupo se estructuraría en acciones, de forma que los accionistas de la LSE recibirían el 45,6 % de los títulos, mientras que los inversores de la alemana percibirían el 54,4 %.
En virtud de estos planes, las dos partes hubieran conservado sus respectivas sedes en Londres y Fráncfort y cotizado en ambos parqués.