Aunque supone solo una parte del patrimonio de los Piñera Morel, los más de US$800 millones declarados ante el Servel se revelan en detalle, dando cuenta de una alta diversificación en inversiones. En acciones chilenas destaca la inclinación por los holdings, particularmente Quiñenco. ¿Las cascadas de Ponce? No, pero sí hay una inversión importante en el fondo Pionero, de Moneda, con participación en los polémicos papeles. Fondos mutuos y fondos de inversión para todos los gustos, más otro puñado de sociedades personales. Todavía a meses de que constituya sus fideicomisos, en paralelo el precandidato ya está liquidando sociedades en paraísos fiscales con tal de cerrar flancos.
Solo una parte del patrimonio de Sebastián Piñera es lo que ayer reveló el Servel, pero se desplegó en detalle. Una realidad muy distinta a la de 2009, cuando, sin una Ley de Probidad que obligara a las altas autoridades a revelar pormenorizadamente sus bienes e intereses, el precandidato constituyó cuatro fideicomisos cuyos activos han sido un misterio que, de alguna manera, se descorre ahora.
Piñera fue sujeto de casos de conflictos de interés en varias ocasiones. La inversión en la pesquera peruana Exalmar, proceso hoy en manos del Ministerio Público, constituye solo un capítulo más de historias parecidas que lo han salpicado, incluso siendo Presidente de la República. El caso Cascada, quizás el más emblemático de la historia financiera chilena, lo puso en el centro de la polémica cuando el controlador de estas empresas, Julio Ponce, dijo públicamente que “sin Piñera no habría caso Cascada”, poco después de declarar en Fiscalía.
Esa frase se cuenta entre varios otros factores que alimentaron las dudas sobre las inversiones del entonces Presidente y hoy precandidato, varias de las cuales se despejan con las revelaciones del Servel.
Su sociedad Bancard Inversiones Ltda., que controla con el 66,85% (el resto por sus hijos), es la firma que administra la mayor parte de su fortuna personal, toda invertida en el mercado.
Fue esta la sociedad que, cuando llegó a La Moneda, delegó poco más de US$400 millones en cuatro fideicomisos (administrados por LarrainVial, BTG Pactual, Moneda y Bice), pero que siguió administrando por su cuenta unos US$1.700 millones que invirtió en el extranjero, de la mano de Nicolás Noguera.
Sobre la base de los datos extraídos de la declaración entregada al Servel, los activos de Bancard suman $489 mil millones (unos US$726 millones). El mayor peso se lo llevan acciones chilenas, con $81.883 millones. Aquí destaca su inclinación por los holdings, como Antarchile ($15.723 millones), Almendral ($2.657 millones) y Quiñenco, el conglomerado del Grupo Luksic. Es precisamente esta última acción la preferida de Bancard, con inversiones por $42.625 millones.
Se suman Cristalerías de Chile ($2.178 millones), Coca Cola Embonor ($2.730 millones), Grupo Security ($5.185 millones), Itaú CorpBanca ($2.044 millones), Compañía Marítima Chilena ($423 millones), Grupo Empresas Navieras ($618 millones), Sociedad Matriz del Banco de Chile ($1.778 millones), Sonda ($179 millones), Embotelladora Andina ($5.642 millones) e Inmobiliaria Club de Golf Valle Escondido ($98 millones).
¿Las cascadas de Ponce? No, pero sí el fondo de inversión Pionero, administrado por Moneda, uno de los fideicomisarios de Piñera entre 2009 y 2014.
En este vehículo la inversión es grande, con inversiones cercanas a $17.700 millones. La inversión más importante fue por $17.513 millones, ocurrida el 20 de abril de 2011, casi un año antes de la génesis del caso Cascada. Fue en abril de 2012 que la SVS ordenó a este grupo de empresas revertir sus utilidades por ganancias contables que, finalmente, respondieron a operaciones que le dieron vida al famoso “esquema” sancionado por el regulador.
A marzo de este año, Pionero es dueño del 2,38% de Oro Blanco y 1,95% de Norte Grande. Este, es la principal apuesta de Bancard en fondos de inversión, pues esta categoría agrupa a inversiones por $22.190 millones por parte de esa sociedad.
Se suman fondos mutuos locales por $48.955 millones. La inversión más llamativa se puede considerar conservadora, pues el fondo mutuo de “money market” de BTG Pactual concentra $32.960 millones. Se suman otros vehículos provistos por Banchile, Credicorp y Bci. No hay inversiones en fondos mutuos de LarrainVial, solo en un fondo que invierte en acciones mexicanas. Cecilia Morel, quien también desplegó su patrimonio, sí tiene gran parte de sus activos invertidos en fondos de esta última corredora.
A estos vehículos se suman otros internacionales, por $11.098 millones, administrados por algunos de los managers más importantes del mundo, como Investec, Henderson o iShares de Blackrock, en el cual están invertidos US$3,2 millones en un fondo que apuesta por el S&P500, índice que agrupa a las 500 compañías más grandes de EEUU.
Los bonos corporativos locales suman $385 millones –explicados principalmente por Salfacorp–; y extranjeros, por $359 millones, entre los que destacan papeles del Banco Cruzeiro do Sul de Brasil.
Acciones internacionales hay varias, aunque su conjunto no supera los $6.321 millones. Llama la atención su inversión en Berkshire Hathaway (US$367 mil), firma controlada por el multimillonario Warren Buffett. Se suman otras empresas, como Bank of New York, Citigroup y varias más.
El resto de estos activos los concentran depósitos a plazo ($175 mil millones), los cuales corresponden a una declaración de patrimonio voluntaria, al igual que las cuentas corrientes mercantiles, que suman otros $113.600 millones.
Por lejos, la sociedad más importante del todavía precandidato es la ya mencionada Bancard. Allí tiene el 66,85%, equivalente a un valor libro (no comercial) de $297.519 millones, unos US$440 millones.
A estas se suma otro grupo de compañías a las que controla, aunque de menor relevancia. Inversiones Futuro; Inversiones Esperanza; Inversiones y Asesorías Milenio; Agrícola y Ganadera Los Corrales; Inversora San Juan; Inmobiliaria Arenas Blancas; Hotelera Lago Ranco; Inmobiliaria El Canelo; Inmobiliaria El Mañío y Diptel, son parte de su declaración.
Y también Inmobiliaria El Boldo y Vox Populi, ambas firmas controladas por Piñera y que hicieron noticia por haber rectificado ante el Servicio de Impuestos Internos (SII) una serie de pagos de facturas en pleno estallido de las platas políticas.
Otras compañías que no controla, como Inversiones Totoralillo, Participaciones Futuro y Transportes Ícaro, están igualmente consideradas. En definitiva, 17 sociedades vinculadas a su persona.
Todos estos activos podrán ir sufriendo cambios. Es que, pese a que son de sus hijos las sociedades domiciliadas en paraísos fiscales, considerando que cuelgan de Inversiones La Odisea –dueña del 28% de Bancard–, empresas como Bancard International Investment y las otras compañías ligadas a Piñera, cuyo domicilio son paraísos tributarios, están en proceso de liquidarse.
En el círculo del precandidato explicaron que, si bien cuelgan de una compañía de sus hijos, estos optaron por ir cerrándolas, lo que explicaría que los remates de Quiñenco y Antarchile de hace un par de semanas no habrían sido una venta sino un cambio de libro.
La más importante de estas empresas es Bancard International Investment, brazo a través del cual se invirtió en la pesquera peruana Exalmar y que participa en diversas otras compañías de la región andina, como la Bolsa de Valores de Colombia, Avianca y los fondos de Andino Asset Management, firma peruana controlada por Carlos Rojas Perla, uno de los asesores de Bancard para invertir en dicho país. Actualmente, él es director de Exalmar.
Pese a que, con la reforma tributaria, desde 2015 las rentas pasivas pagan impuestos, independientemente de si los activos están en jurisdicciones como Islas Vírgenes Británicas o Luxemburgo, en el entorno de Piñera precisaron que prefirieron cerrar un flanco. Lo que va en el sentido de la determinación de sus hijos, quienes voluntariamente constituyeron un fideicomiso, aunque solo para sus inversiones en sociedades abiertas chilenas. Nada para el extranjero. Respecto a lo que inviertan fuera de Chile, se comprometen a que no será en países limítrofes y con una estrategia de máxima diversificación.
Cabe recordar que los US$800 millones declarados por Piñera junto a su esposa solo responden a una fracción de su fortuna.
Dicho capital se explica sobre la base del patrimonio personal de ambos, pese a que el de la familia Piñera Morel puede representar varias veces más que esa cifra. Los US$2.700 millones que calcula la revista Forbes responderían a un patrimonio familiar, no obstante haber sido originado únicamente por Piñera Echenique.
Asimismo, esos US$800 millones se obtienen considerando solamente aquellos activos registrables que considera la ley, pues se excluye el patrimonio invertido en obras de arte, joyas y otros. Además, este número es a partir del valor libro o avalúo fiscal de los bienes, no comercial (el cual siempre es mayor).
De esta manera, tal monto es el resultado de un cálculo con criterios conservadores de su patrimonio. Su verdadera magnitud ha sido y seguirá siendo una incógnita.