Reveló detalles de sus dos reuniones personales con Bermúdez
El presidente del directorio de la estatal expuso ante la comisión investigadora de la Cámara, semanas después que el contralor Jorge Bermúdez hablara de nepotismo y corrupción en la minera, lo que el economista calificó como la más grave acusación hecha en la comisión, reiterando su rechazo a dichos cuestionamientos. Apuntó a que Codelco ha realizado esfuerzos y ha flexibilizado sus posiciones para resolver esta controversia con Contraloría, aunque con escaso éxito. Propuso además cinco ejes para mejorar la fiscalización de la cuprífera, poniendo el foco en una iniciativa legislativa que reforme a Cochilco.
El tira y afloja entre Codelco y Contraloría anotó un nuevo capítulo este miércoles.
El presidente del directorio de Codelco, Óscar Landerretche, expuso ayer ante la comisión investigadora de la Cámara de Diputados que indaga posibles irregularidades en la empresa, y después que hace dos semanas el contralor Jorge Bermúdez deslizara en la misma instancia que existirían hechos de corrupción y nepotismo en la estatal.
En la ocasión, el economista calificó la acusación como la más grave hecha en la comisión investigadora, indicando que «se trata de delitos tipificados en el marco legal chileno, de los cuales no existen antecedentes en el informe emitido por la propia Contraloría».
Landerretche señaló que la minera «ha tenido la disposición, ha hecho los esfuerzos y ha flexibilizado sus posiciones para resolver esta controversia, sin resultados positivos», agregando que «nuestras respuestas a la Contraloría son testimonio de que jamás hemos cuestionado sus facultades fiscalizadoras sobre Codelco, ni hemos rebatido el valor que dicha función tiene para nuestra empresa. Codelco respeta y valora las atribuciones de la Contraloría de fiscalizar nuestros gastos y contratos».
Además, reveló que ha tenido dos reuniones personales con el Contralor, que se habrían efectuado a principios de 2016 y en diciembre de ese mismo año, detallando que en la primera le ofreció el apoyo total de la compañía para realizar la auditoría, mientras que en la segunda le informó de los avances realizados por la cuprífera en materia de probidad y transparencia.
El presidente del directorio de Codelco aprovechó asimismo la instancia para impulsar la posibilidad de que se modernice y fortalezca el rol fiscalizador de Cochilco frente a Codelco y, a través suyo, de la Contraloría.
En ese sentido, propuso cinco ejes: reforzar la independencia y el carácter técnico del consejo superior de Cochilco; definir el ámbito de fiscalización que le compete, poniendo un particular énfasis en el control del cumplimiento de la normativa que cautela el principio de probidad; dotar a este organismo de herramientas de fiscalización moderna y de un presupuesto ajustado a los requerimientos existentes; entregarle las facultades de sancionar a la empresa, si es que constata incumplimientos normativos y, en particular, aquellos referidos a la probidad, asimilando sus facultades a los de una superintendencia, y establecer un sistema de información y cuenta periódicos por parte de Cochilco a la Cámara de Diputados.
Además, anunció que el directorio de la minera estatal aprobó una propuesta –que se materializará antes de fin de año– para crear un repositorio de contratos sensibles que permitirá a la Contraloría, por medio de Cochilco, hacer una revisión oportuna de la legalidad de dichos contratos.
