Los observadores más críticos reclaman por qué no se le ha exigido al directorio rendir cuentas por una gestión a todas luces deficitaria. La mesa ha aludido a una crisis de la industria, mientras que sus críticos hablan de malas decisiones y una nefasta gestión. Proyecto inyectaría US$ 47 millones a su caja y US$ 18 millones para canal cultural. Defensores de la estación de TV dicen que la crisis es de toda la industria y que afecta a todos los canales, incluyendo al de Luksic. El martes se vota en el Senado.
“Si este martes el proyecto se rechaza en el Senado, TVN quedará sin plata para seguir operando. En este escenario, TVN será cerrado o vendido a privados. De esta forma la televisión pública habrá llegado a su fin, tras casi 50 años como patrimonio de Chile”.
Podría parecer una exageración, pero Televisión Nacional de Chile atraviesa su momento más crítico y el domingo sus trabajadores, en una medida desesperada, así lo explicaron por Twitter con la anterior declaración. No es novedad, pero hoy se escribe un nuevo capítulo, luego que el directorio de la firma, encabezado por Ricardo Solari, no consiguiera los votos para aprobar el proyecto de ley de capitalización del canal, que persigue inyectarle cerca de US$ 47 millones a su caja y otros US$ 18 millones para crear una señal cultural.
La plata no alcanza, esa es la premisa que se escucha al interior de TVN. El tema dejó de ser un cliché y es hoy una realidad, en medio de la crisis más seria del canal estatal, que comenzó una trayectoria de decadencia en sus finanzas y rating hace unos cuatro años. Ya se hizo toda la caja posible para mantener “en el aire la señal” y ahora solo la capitalización puede salvarlos.
El “hoyo” que se les genera mes a mes, según conocedores, alcanza a los $ 1.000 millones de déficit.
La situación actual es de vida o muerte y la crisis terminó de estallar el miércoles pasado, cuando las gestiones de Ricardo Solari y su directorio fracasaron. En una movida desesperada, la votación que tenía lugar en el Senado se aplazó para mañana martes. Fracciones de la derecha poco convencidas del proyecto, además de la falta de acuerdo en la propia Nueva Mayoría, gatillaron la decisión. Pero el escenario fue confuso al interior de TVN.
El Senado ya había evidenciado las dudas con la capitalización el pasado 16 de septiembre, cuando envió el texto del proyecto y tituló en su página web “Proyecto que perfecciona ley de TVN: Despachan texto legal, pero persisten dudas en financiamiento”.
El escenario es complejo y los trabajadores se lo habían advertido estas últimas semanas a las autoridades de la televisora que han estado encima del proyecto, esto luego de recoger el feedback que estaban teniendo de diferentes parlamentarios. Solari, presidente del directorio, junto a Hernán Triviño, gerente de Asuntos Legales del canal, y el director Ejecutivo Jaime de Aguirre, han estado al tanto de la situación.
En ese contexto, la versión de los colaboradores de TVN difiere de lo que hasta antes del miércoles comentaban en los pasillos las autoridades de la estación: que los votos estaban y que se habían hecho todas las gestiones para que el proyecto viera la luz. A la par del mensaje, al equipo se le había pedido durante las últimas semanas una consigna particular: que el canal no se mostrara en crisis o al borde de una eventual quiebra, pues dicho mensaje podía perjudicar la imagen ante los avisadores que cierran contratos importantes en esta época del año.
“Le advertimos a Jaime de Aguirre que había resistencia de varios sectores, según la información que hasta última hora habíamos podido levantar”, comentan colaboradores del canal. Pero los llamados de atención no fueron escuchados. A juicio de quienes critican la labor del directorio, el poco convencimiento, no solo de senadores de la UDI y RN, sino también de una fracción de la DC, se explica porque no quieren votar a favor de una iniciativa que no propone ninguna novedad en la estrategia de negocios de la señal televisiva y que, como consecuencia, en dos años podría necesitar plata de nuevo.
“Si miramos TVN de hace cuatro años, cuando asumió la gestión encabezada por Ricardo Solari, a la fecha, es el mismo canal. Es cierto que se han rebajado costos y que incluso se pueden seguir abaratando un poco más, pero acá no hay un proyecto de nada. Se hacen los mismos programas. En una sociedad anónima pensar que un directorio en cuatro años se gaste toda la plata de la caja y entregue la compañía casi en quiebra, sería impensado”, dice una fuente del canal.
Al interior de la estación televisiva la molestia se levanta porque sienten que “Solari en un momento como que tiró la esponja”. Esto, aunque cercanos al socialista insisten en que agotó sus posibilidades de negociación en el Congreso, si bien “sin convencer mucho, porque no hay proyecto que respalde lo que hace TVN. Además, de parte de la derecha, el mensaje ha sido que Piñera no va a heredar el cacho de darle plata a TVN, así que, aunque sea a última hora, el proyecto se aprueba”, añade un cercano.
A Solari también le critican que la negociación con la derecha se ha hecho principalmente por intermedio de los directores ligados a esta fuerza política en la mesa, pero no puerta a puerta. A la par, los rumores en la arena política apuntan a que “han estado más preocupados de conseguir los votos para integrar a Jorge Andrés Richards al directorio que de otra cosa, una urgencia ridícula en este momento”.
Personas ligadas al canal cuestionan también que, en momentos de una crisis tan relevante, la propuesta financiera de la mesa haya sido despedir gente y realizar una serie de leasebacks. “Hay que ser justos en que esta es una empresa como cualquier otra. El dueño es el Estado, ellos tienen que decidir estratégicamente qué van a hacer con el canal. Y se ha financiado como ha podido en una época donde todos los canales se han capitalizado. Lo acaba de hacer hasta UCV, que le inyectaron US$ 13 millones. Este es un problema de la industria, no solo de TVN”, señala un defensor de la actuación de quienes dirigen el canal estatal.
En sus últimos informes financieros, auditados por KPMG, TVN informó una pérdida por $4.334 millones, cifra que se dispara hasta los $ 51.354 millones cuando se acumula la merma histórica. La sensación de allegados a las negociaciones es que el canal no se va a dejar caer, con el impacto político que ello significaría.
Pero reconocen que los números no cuadran: a la deuda histórica se le suma que “Televisión Nacional de Chile ha conseguido financiamiento mediante la suscripción de contratos de venta de inmuebles con opción de compra por un monto total de UF 880.963,15 durante los años 2016 y 2017”, según consta en sus Estados Financieros. Es decir, más de 23 mil millones de pesos. Y esto simplemente porque tiene hasta “empeñados” los equipos y el edificio central de TVN mediante préstamos con los bancos (leaseback).
Las voces más alarmistas explican que, literalmente, tienen plata para pagar sueldos hasta el verano. Todos los adelantos con clientes que podían pedirse ya se hicieron y no existen opciones relevantes de nuevos leasebacks. De acuerdo a la información financiera del canal, la cuenta de»efectivo en caja» se mantiene estable, en torno a $ 73 millones, pero la cuenta de «depósitos en los bancos» ha caído. Si en 2016 informaban recursos guardados por $ 422 millones, a junio de este año la cartola arrojaba poco más de $ 92 millones. Y pese a que la compañía reforzó otras reservas, como la de depósitos a plazo, su cash está muy lejos de lo que eran sus números hace dos años.
En 2015, la cuenta total de “Efectivos y equivalentes al efectivo” sumaba, en los primeros seis meses del año, recursos (entre caja, bonos y depósitos, entre otros ítems) por $ 20.736 millones, lejos de los $ 7.134 millones que logró reunir hasta junio de 2017. En todo caso, dicen quienes ven el vaso medio lleno, los niveles se han recuperado versus 2016, «lo que demuestra una mejor gestión. Además hay un efecto estacional y fin de año es una época muy buena de avisaje».
La preocupación de los trabajadores respecto a que esto se estaba dejando a la suerte, los llevó a reunirse con la ministra Secretaria General de Gobierno, Paula Narváez, hace un par de semanas. Testigos de la cita aseguran que la ministra les dijo que sabía perfectamente dónde estaban los cuellos de botella de la votación y, a la vez, les planteó que estos eran momentos de crisis en que había que estar tranquilos. Se refería no solo a las manifestaciones públicas de hablar de asuntos como el cierre del canal o que no había plata para pagar sueldos. Entre líneas, el mensaje era que también en la pantalla había que tener cuidado.
Pero días después un reportaje puso los ánimos tensos. Al menos en la fracción que lee la acción como una provocación, a ojos de algunos personeros políticos. Se refieren al reportaje de ‘Informe Especial’ aparecido la noche del 1 de octubre: “Los tentáculos narcos de San Ramón”. En la comentada crónica, se develaba una serie de nexos entre el municipio y dealers de droga. El contenido poco o nada tenía que ver con la crisis del canal, por el contrario, ponía en la agenda la calidad periodística de sus investigaciones. Pero había un detalle que, a juicio de los más conservadores, podría haberse evitado. En el reportaje se mencionaban los vínculos entre el alcalde PS, Miguel Ángel Aguilera, y Alejandro Guillier.
Dos días después, el 13 de octubre, el candidato presidencial dijo a la prensa que “me llamó mucho la atención que TVN hiciera alusión a otros candidatos que no tenemos ninguna relación con los hechos denunciados» y que “me parece que es una situación abusiva, porque establece una duda de que tendríamos alguna vinculación, por lo tanto, creo que TVN debería aclarar ese punto”. El canal guardó silencio.
De acuerdo a observadores de la arena política, pese a que no existe un vínculo entre el reportaje y las declaraciones de la semana pasada de Guillier señalando que podía votar en contra del proyecto, “en política nada es gratis y esta podría ser una incómoda casualidad”. A las palabras de rechazo se sumó la candidata presidencial Carolina Goic (DC), quien señaló que no apoyaba la capitalización. Chile Vamos se colgó del desacuerdo y dijo que el gobierno debía mandatar a sus abanderados a apoyar la capitalización, que, si no, la confianza de la iniciativa se veía totalmente mermada. La bola de nieve continuó cuando el periodista y ex integrante del directorio de TVN en representación de los trabajadores, Santiago Pavlovic, mediante carta a El Mercurio, llamó el jueves pasado a Goic y Guillier “pasteles presidenciales” por sus declaraciones.
Desde la Segegob explican que han seguido intensamente trabajando en buscar el apoyo parlamentario. Los argumentos han estribado en insistirles a los senadores que en 25 años el Gobierno no le ha puesto un peso al canal, que se redujeron los recursos solicitados originalmente con la mirada en atender la austeridad fiscal y que se van a realizar todos los controles para que los recursos sean utilizados de forma racional.
Con todo, hoy, y a menos de 24 horas de la votación, las negociaciones han sido intensas. El directorio de TVN –sin confirmar, al cierre de esta edición, si ya estaba en sus manos– planeaba enviarle al presidente del Senado, Andrés Zaldívar, un nuevo documento justificando la necesidad de capitalizar el canal. Esto, aunque sectores como la UDI habrían puesto el llamado en espera. El recado habría sido que el martes a las 10 de la mañana decidirán el voto. Ellos, al menos, no tienen apuro.