Si usted cree en el consenso de Davos, los recortes de impuestos de EE.UU. acelerarán el crecimiento de Estados Unidos, China se está expandiendo ahora más rápido después de una desaceleración de dos años y las perspectivas en los países desde Brasil hasta la India parecen positivas. Además, Rusia y Arabia Saudita no están por la labor de frenar el aumento de los precios del petróleo, pues estos están empezando a aliviar las tensas finanzas de sus gobiernos.
Las dos últimas ediciones del Foro Económico Mundial fueron momentos lúgubres para los jefes de la industria petrolera y los magnates de las materias primas. El consenso en Davos fue que el precio del petróleo se mantendría bajo, que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) no subiría los precios y que la industria minera enfrentaba un momento difícil.
Avancemos hasta 2018, y se ha producido un giro casi universal en el sentimiento, en un momento en el que un crecimiento económico global sólido y sincronizado impulsa la demanda de materias primas.
«No hemos visto este tipo de crecimiento desde antes de la crisis financiera mundial», dijo el secretario general de la OPEP, Mohammad Barkindo, en una entrevista.
En las mesas redondas, las entrevistas y las conversaciones en círculos informales en el Steigenberger Grandhotel Belvedere, fue difícil encontrar una opinión bajista. El Bloomberg Commodity Spot Index, un índice que sigue las materias primas, desde el petróleo hasta el trigo, ha aumentado un 41 por ciento en los últimos dos años hasta negociarse en máximos no vistos desde noviembre de 2014.
Daniel Yergin, el historiador del petróleo y consultor de IHS Markit Inc., resumió lo que muchos dijeron en privado: «La combinación de un fuerte crecimiento económico y dinero barato está impulsando las materias primas».
La caída del valor del dólar estadounidense, a menudo una tendencia que impulsa las materias primas al alza, también está ayudando, sobre todo después de que el secretario del Tesoro de los Estados Unidos, Steven Mnuchin, sugiriera en Davos que el gobierno estadounidense prefiere una moneda más débil. Aunque el presidente Donald Trump luego contradijo esos comentarios, el petróleo y las materias primas han sentido el beneficio de la caída del dólar del 11 por ciento en el último año.
La edición de 2018 del Foro Económico Mundial estuvo repleta de ejecutivos de recursos naturales, desde Oleg Deripaska, el multimillonario detrás del gigante ruso del aluminio United Co. Rusal, hasta el jefe de BP Plc, Bob Dudley. Los grandes operadores de materias primas incluyeron a David MacLennan, el máximo ejecutivo de Cargill, e Ivan Glasenberg, el multimillonario director de Glencore Plc.
Si usted cree en el consenso de Davos, los recortes de impuestos de EE.UU. acelerarán el crecimiento de Estados Unidos, China se está expandiendo ahora más rápido después de una desaceleración de dos años y las perspectivas en los países desde Brasil hasta la India parecen positivas. Además, Rusia y Arabia Saudita no están por la labor de frenar el aumento de los precios del petróleo, pues estos están empezando a aliviar las tensas finanzas de sus gobiernos.
Khalid Al-Falih, el ministro de Petróleo de Arabia Saudita, dijo a los delegados que los precios actuales todavía no estaban enviando la señal necesaria para que la industria invirtiera, un mensaje que muchos tomaron como luz verde para un mayor avance.
Y sin embargo, Davos es acusado a menudo de ver el mundo a través de un espejo retrovisor y no anticipar grandes cambios en la política, los mercados, las finanzas y los negocios. Pocos en el complejo alpino suizo previeron la llegada de Trump o la crisis financiera mundial. Por este motivo, el consenso alcista es una preocupación para algunos en la industria de las materias primas.
«No he escuchado aquí en Davos a nadie que sea pesimista; eso es motivo de preocupación», dijo Tom Hayes, máximo ejecutivo de Tyson Food Inc, el procesador de carne más grande de Estados Unidos.