Las tasas de interés alrededor del mundo están en alza. Las cifras de empleo de Estados Unidos publicadas el viernes aceleraron el proceso, gatillando temor en inversionistas alrededor del mundo de que la Reserva Federal acelerará su cronograma de alzas de tasas y bancos centrales en Europa, Asia y mercados emergentes seguirán el ejemplo. En nuestro país el impacto se verá en las tasas que tendrán que pagar las empresas locales en sus nuevas emisiones y los bonos soberanos. Principales bolsas mundiales operan con pérdidas este lunes.
Las tasas de interés alrededor del mundo están en alza. Las cifras de empleo de Estados Unidos publicadas el viernes aceleraron el proceso, gatillando temor en inversionistas alrededor del mundo de que la Reserva Federal acelerará su cronograma de alzas de tasas y bancos centrales en Europa, Asia y mercados emergentes seguirán el ejemplo.
En el mercado ya se habla de que estamos siendo testigos del fin de la era del crédito barato que comenzó en 2008, cuando los principales bancos centrales del mundo comenzaron una serie de acciones concertadas para evitar el colapso de la economía mundial a raíz de la crisis subprime. Las tasas a nivel mundial han estado desde entonces a mínimos históricos.
La baja rentabilidad ha hecho que inversores alrededor del mundo busquen rentabilidad en la renta fija y en activos más riesgosos. El alza de tasas golpeará con fuerza a algunos de esos instrumentos. Y las acciones de Estados Unidos y las de los mercados emergentes podrían ser las más vulnerables, de acuerdo a los analistas de mayor influencia.
El viernes el Dow Jones Industrial Average cayó 665 puntos, el mayor descenso desde junio de 2016. Los sólidos datos de empleo pusieron de relieve la fortaleza de la economía, lo que ahuyentó a los alcistas sobre los bonos e inquietó a los inversionistas en acciones que no han visto una semana tan mala en dos años.
En Europa, una venta generalizada de bonos se profundizó en todo el continente, mientras que las acciones cayeron por quinto día consecutivo, la racha más larga desde noviembre. Resultados decepcionantes de compañías como Deutsche Bank AG y BT Group Plc. fueron la tónica.
El DAX de Alemania revertía las ganancias del año, cerrando el peor descenso semanal desde 2016. Los rendimientos de los Bund alcanzaron un nuevo máximo de dos años, mientras que el euro y la libra británica se debilitaron. La deuda japonesa subió, mientras que el yen se debilitó después de que el Banco de Japón interviniera para frenar el alza en las tasas.
Cabe mencionar que las cifras de producción industrial, manufactura y empleo en Europa han sorprendido en general al alza en los últimos meses.
En la región el impacto no fue tan dramático, excepto en la bolsa de Buenos Aires, que se desplomó casi 6%.
La venta conjunta se aceleró después de que el presidente de la Fed de Dallas, Robert Kaplan, sugiriera que los funcionarios podrían requerir subir las tasas en más de tres ocasiones este año para enfriar el avance. El rendimiento de las notas del Tesoro a 10 años superó el 2,85 por ciento por primera vez desde enero de 2014.
«Los rendimientos han aumentado, la evidencia inflacionaria está aumentando de manera bastante generalizada. Es esa combinación de factores que está comenzando a acumularse», dijo Jim Paulsen, jefe de estrategia de inversión en Leuthold Weeden, por teléfono. «Y luego se publica un informe, y esa es la gota que rebalsa el vaso, y eso es algo más o menos lo que tuvimos hoy», agregó.
«La gente finalmente está comenzando a volver a incorporar en los precios la reflación, y ya era hora», señaló por teléfono Jeanne Asseraf-Bitton, directora de investigación global de activos cruzados en Lyxor Asset Management. «El crecimiento económico global es sólido y las ganancias corporativas son muy robustas, por lo que no hay razón para cuestionar el mercado alcista de las acciones. El alza en los rendimientos de los bonos es bueno, es solo la velocidad a la que está sucediendo lo que está poniendo nerviosos a los inversionistas. En pocas palabras: esta es una corrección saludable», indicó.
Las acciones están siendo puestas a prueba por el alza en los rendimientos de los bonos. Algunos administradores de fondos dicen que 3 por ciento en las tasas a 10 años de EE. UU. indicaría un mercado bajista para los bonos. El nivel es considerado por muchos observadores de acciones como un posible detonante para una corrección en los papeles.
El sólido reporte del mercado laboral estadounidense generó temores de que la Reserva Federal podría tener que acelerar las alzas de las tasas de interés para contener la inflación, generando una ola de ventas en el mercado de bonos del Tesoro que llevó algunos rendimientos a máximos en cuatro años.
El presidente de la Fed de San Francisco, John Williams, manifestó el viernes que se justifican más alzas de tasas debido a que la economía ha mostrado una mejoría, pero no se mostró a favor de subirlas más que las tres veces que el banco central ha proyectado para 2018.
La propia jefa de la Reserva Federal, Janet Yellen, dijo que el sólido crecimiento económico, el alza más rápida de los sueldos y un mercado laboral que se acerca al pleno empleo, significan que el banco central estadounidense posiblemente deberá subir sus tasas de interés de forma gradual.
“La economía está creciendo a un ritmo sólido, saludable”, sostuvo Yellen en una entrevista con PBS NewsHour en el último día de su período de cuatro años.
“El mercado laboral es fuerte y la inflación es baja (…). La Reserva Federal ha seguido un camino de alzas graduales de tasas de interés, y si las condiciones siguen como han estado, ese proceso posiblemente continuará, y esperaríamos que los tipos a largo plazo suban”, agregó.
El sábado Yellen terminó su mandato y hoy lunes asume su reemplazo, el economista y miembro de la Fed, Jerome Powell. En la entrevista ella advirtió que le habría gustado seguir por un periodo más.
Entre los operadores del mercado financiero internacional, que hace mucho tiempo vienen advirtiendo que todos los activos, en especial las acciones de las compañías que cotizan en Wall Street, están sobrevalorados, hay un creciente consenso de que el mundo del dinero barato está llegando a su fin.
En Chile, con muchos de los pesos pesados del mercado ya en vacaciones, se anticipa que en marzo comenzará a sentirse el impacto, aunque las tasas locales ya lo reflejan un poco.
Ahora dan por descartados nuevos recortes de tasas y si el Imacec de diciembre confirma un crecimiento por sobre lo anticipado en el cuarto trimestre del año, las apuestas a una próxima subida de tasas este año aumentarán. En Chile el impacto se verá en las tasas que tendrán que pagar las empresas locales en sus nuevas emisiones y los bonos soberanos. El año pasado las agencias le bajaron la nota a nuestro país debido a la desaceleración de la economía y el crecimiento del déficit fiscal. Aunque cabe mencionar que el nuestro sigue siendo el país con la nota crediticia más alta entre las economías emergentes.
Lo más preocupante será el impacto en el tipo de cambio y lo que sufran los exportadores. Los llamados a que el BC intervenga probablemente sonarán más fuerte.
Reacción de las bolsas
Ante este nuevo escenario, las principales bolsas mundiales reaccionaron con importantes retrocesos. Desde primeras horas en Japón, el índice Nikkei cayó 2,5% a 22.682,08 puntos, su mayor retroceso diario desde el 9 de noviembre del 2016, cuando se hundió 5,4% tras la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos.
En Europa la tendencia se repetía y las principales bolsas abrieron a la baja con el FTSE 100 de Londres cayendo 1,08%, el Dax de Fráncfort 0,79%, el CAC 40 de París 0,78% y en Madrid el Ibex 35 arrancó con una caída de 0,99%.
Por su parte, Wall Street comenzó la jornada a la baja, con un descenso de 1,20% en el Dow Jones, su principal indicador, mientras que el S&P 500 cedía 0,93% y el índice compuesto del mercado Nasdaq perdía 1,07%.
En nuestro país en tanto, el IPSA cae un 0,43% bordeando el mediodía.