MERCADOS
La noche de este jueves el ex ministro y la ex Presidenta reaparecieron juntos públicamente haciendo una defensa de su gestión. La ex Mandataria dijo que «la transformación de la economía a través de políticas públicas es posible, la economía es un lugar abierto donde como sociedad tenemos el derecho y el deber de elegir los caminos a seguir», defendiendo el rol de lo público y que la inversión no es patrimonio de los privados. «El Estado puede convocar, innovar, regular e invertir», sentenció.
Michelle Bachelet volvió a aparecer públicamente este pasado jueves, en una nueva defensa al legado de su gestión.
Pasado las 19 horas, en la sede del ex Congreso y con casa llena, la ex mandataria presentó en conjunto al diputado Gabriel Boric, el empresario Juan Antonio Guzmán y el senador Carlos Montes, el libro «Revolución Energética en Chile», editado y encabezado por Máximo Pacheco, ex ministro de Energía del pasado Gobierno, con una serie de economistas y académicos.
En la instancia, quien fuera mandataria de este país entre 2014 y 2018 contó algunas anécdotas como el apodo de «Máximo voltaje» de Pacheco, «por las ganas con las que informaba», pero aparte de eso, su presentación se basó casi por completo en los avances energéticos de su gobierno, que han sido ensalzados internacionalmente, y en el cambio de paradigma que significó para el país la fuerte inversión que llegó gracias al ingreso de nuevas tecnologías y fuentes renovables en medio de las fuertes críticas que recibió desde la oposición y el sector privado por las reformas y la profunda desaceleración económica que azotaron su periodo.
En ese sentido, Bachelet señaló que «los recursos naturales y las alternativas no nacieron en 2014, lo que apareció fueron personas que hicieron la diferencia», añadiendo que «estamos hablando de una historia que si no hubiera sido por la pasión (de Pacheco), estaríamos hablando de una nueva oportunidad que Chile dejó pasar».
Agregó en su ponencia que «no solo eran las regiones y las comunidades las que se sentían abandonadas, también los inversionistas, que veían cómo la ausencia de un marco común dificultaba la colaboración público-privada y la realización de proyectos».
Indicó que «lo que explica la potencia alcanzada en materia energética es porque se hizo parte a las regiones, a las empresas, a las comunidades, a la academia y las organizaciones».
Cabe destacar que durante las licitaciones de electricidad que realizó el pasado gobierno, se vio una fuerte caída en los precios de la energía, ante el ingreso de nuevos actores y con la incredulidad de las generadoras tradicionales, lo que significará, por ejemplo, ver reducidas las cuentas de electricidad en por lo menos un 20% hacia 2024.
«Me consta lo difícil que es promover una política pública que no supone un éxito visible en el periodo de gobierno, como que por ejemplo los cambios en las cuentas de la luz se verán recién en 2021», indicó al respecto.
Respecto al cambio de mirada, o al «correr el cerco», como se le llama a lo realizado en su gestión, indicó que «la transformación de la economía a través de políticas públicas es posible, la economía es un lugar abierto donde como sociedad tenemos el derecho y el deber de elegir los caminos a seguir, cómo generar empleo, cómo atraer inversión, como generar estabilidad, cómo dejar beneficios en regiones, sin complejos de que el estado tiene un rol que cumplir y una responsabilidad instransferible».
Agregó que «el estado puede convocar, innovar, regular, invertir y priorizar. En una sociedad marcada por la mirada neoliberal, es importante remarcar que el Estado puede perfectamente cumplir un rol en la economía, es lo que aquí ha ocurrido, con incentivos que por ejemplo permitieron el ingreso de nuevos actores».
El lado B: 150 personas quedaron fuera
La presentación del libro, de ediciones de la Universidad Diego Portales, también generó otra anécdota: 150 personas quedaron fuera del salón, tras repletarse desde temprano. Varios de los que quedaron en el frontis, pese a ser bastante VIP, simplemente no pudieron ingresar.
Entre ellos, estuvieron algunos autores del propio libro, como Rodrigo Palma, el ex ministro de Hacienda Rodrigo Valdés (lo que sacó risas entre los asistentes por eventuales tensiones con Pacheco) y Bernardo Larraín Matte, actual presidente de Sofofa y ex gerente general de Colbún, empresa que fuera inversionista de HidroAysén, el malogrado proyecto que durante la presentación fue muy criticado por los expositores aludiendo a la «campaña del terror» realizada por el proyecto hidroeléctrico, sobre todo por Gabriel Boric que, por lo demás, realizó la presentación más larga de la jornada.
El diputado por Magallanes, que si bien resaltó sus diferencias con el ex ministro Pacheco, elevó la figura del ex ministro por su disposición y por el trabajo realizado en el libro, donde destacó la habilidad del ex secretario para «hacer lo que había que hacer», una virtud poco vista según Boric en la escena nacional «por la falta de voluntad política», no tan solo en materia energética, sino en varios temas que exigen más celeridad, como temas de infancia.
