Se estima que el mundo de hoy hay cerca de 15 mil armas nucleares. Aproximadamente un tercio está en proceso de desmantelamiento, mientras que el resto aguarda en los arsenales nucleares, ya sea para ser lanzadas en cuestión de minutos o para ser desplegadas o utilizadas para poner presión sobre los enemigos externos del país.
Todas las armas nucleares existentes en el mundo se las reparten nueve países. Y aunque sea Estados Unidos el que más ha extendido sus redes de armamento nuclear a varios países europeos, no es la potencia que mayor número de cabezas atómicas tiene en su poder. Tal como muestra el gráfico de EOM, Rusia ocupa el primer puesto según las estimaciones.
En la vereda de enfrente, al igual que algunos han optado por la vía de la nuclearización, otros han decidido renunciar a que en su territorio se tengan o se puedan probar armas atómicas. Así nacieron en Tratado de Tlatelolco en América Latina (del que es parte Chile) y el Tratado de Pelindaba para el continente africano.
Aunque es sabido que tienen en sus manos el poder del átomo, no se ha podido constatar internacionalmente la existencia del armamento en Israel y Corea del Norte. En el caso de India y Pakistán, cada uno se ha armado para hacer frente al otro, y su particular carrera nuclear la tienen al margen del resto del planeta, adherido al Tratado de No Proliferación.