Sin duda una recesión en USA sería mala noticia. El precio del cobre caería, la demanda mundial se frenaría y la confianza se deterioraría, pero nada para pensar que no podemos mitigar parte de sus efectos. Hay espacios de política, aunque algo más acotados. En un par de años podemos estar con una tasa en torno a 4.5%. El espacio es más limitado que, por ejemplo, en 2009, donde la tasa de política monetaria bajó de 8.25% a 0.5%
En días recientes se ha discutido si vendrá recesión en USA. Una recesión en el futuro obviamente sí. La pregunta es cuán pronto y qué dicen los datos. La principal evidencia, ya discutida en las reuniones de la Fed y del Banco Central de Chile, proviene de la curva de tasas, en particular su pendiente. (La pendiente de la tasa larga se calcula como la diferencia entre una tasa larga y una corta, mientras mayor este valor, más empinada la curva, cuando esta diferencia es negativa se dice que la curva está invertida).
En USA, y en general en cualquier parte, una curva invertida es inusual. Uno esperaría que lo normal sea una pendiente positiva (por mayores primas por plazo, es decir, tasas largas mayores a las cortas). Una curva invertida es signo de potencial recesión.
La teoría de expectativas (fundamento de esta evidencia) plantea que curva de tasas se basa en las perspectivas de la política monetaria futura, la que depende de la debilidad o fortaleza de la actividad en USA (pues eso está detrás de los cambios en la inflación). Entonces si la curva es plana o invertida, significa que el mercado espera que no haya mucha alza de tasas en el futuro, y tal vez a horizontes más largos se baja.
Adjunto abajo un gráfico de la tasa de 10 años menos la de 2 años de bonos del Tesoro de USA. Es decir, una medida de la pendiente. Aquí se ve que de hecho se invierte casi dos años antes de la recesión en USA (área gris es la recesión) desde 1990. En la actualidad aún no se invierte, así que siguiendo esta tendencia podríamos estar a unos dos años de una recesión, pero podría ser aún más. Note que el año 1995 alcanzó niveles similares a los actuales, la inversión vino mucho después y la recesión en 2001. Por lo tanto, es prematuro concluir por la curva de retorno que hay una recesión cerca.
Se adjunta un segundo gráfico que publicó the Daily Shot sobre lo prolongado de la expansión actual. Solo hay tres ciclos en los cuales desde una recesión a otra han pasado más de 7 años en la posguerra. Pero el ciclo actual ha sido particularmente lento, de hecho, el más lento de todos. Esto permite pensar que puede ser más duradero. Recién en 2020, dos años más, estaría alcanzando el nivel acumulado de crecimiento de las expansiones, que ha sido algo por encima del 25%. En consecuencia, las probabilidades de una recesión hacia 2020 debieran ser aún acotadas (menos de 50%). Igual es probable que alguna desaceleración vendrá, USA está creciendo sobre su potencial, y hay que seguir mirando todos los antecedentes, incluida la pendiente de la curva de tasas. En todo caso, de haber recesión, hay tres preguntas importantes: ¿Cuán severa? ¿Qué hacer? …¿Y Chile?
Comentario final: existen riegos en la economía global, esto ocurre siempre. En la actualidad, estos son la posibilidad de un fin del actual ciclo en USA, con todos los riesgos que ello conlleva dependiendo de sus ramificaciones reales y financieras, y una guerra comercial desde pequeñas batallas a algo más serio. Con todo, la economía chilena es capaz de navegar, no sin costos, por aguas turbulentas. Pero es importante también poner estos riesgos en su justa dimensión, ellos no son los únicos responsables de nuestro desempeño económico. Hay que cuidar con exagerarlos, pues se crean temores infundados. Chile posee un destacable conjunto de políticas macroeconómicas, un sistema financiero sólido, y un sector privado bien integrado a la economía global. El desafío de mediano plazo para Chile, más allá de los vaivenes que puedan generarse por las turbulencias externas, es la productividad. Esta sigue siendo muy baja y se ha estancado.