Públicamente, dijo que su última campaña le había costado 400 millones y que estaba endeudado. Eso, pese a que su Dicom está limpio. Zalaquett: ese que imita Kramer, que pierde elecciones y que es un ex político con pocos o ningún amigo, precisamente en la política, el círculo que, tras el caso Penta, parece haberle dado la espalda. El ex alcalde ha buscado reinventarse como pueda. En 2016, se rumoreó que deseaba escribir un libro sobre sus fallidas experiencias y que quería hacer negocios en Bolivia, donde tenía algunos vínculos familiares. Aunque todo tuvo un giro cuando, de paso por España, decidió meterse al negocio del retail, como representante de zapatos, una «parada» que le sirve para vestir su principal negocio: el de lobbista.
El 9 de enero de 2017, el ex alcalde, ex político, involucrado en el caso Penta, ex postulante a senador y ex militante UDI, Pablo Zalaquett, aparecía en un matinal. No era una imitación de Kramer, era él que, vestido en un nuevo título, estrenaba aquella vez como empresario. Describió a las modelos y contó la historia que, luego, durante 2017, repitió en algunos foros empresariales en los que se le vio en CasaPiedra: que en el estadio en España donde veía un partido del Real Madrid, conoció a los dueños de una marca española de alpargatas y les dijo que por qué no la traían a Chile. Entonces, Zalaquett, como pez el agua, les comentó a las animadoras de ese show de TV acerca de si era mejor usar sandalias, si el taco venía bien o qué colores venían mejor para la temporada.
La representación comercial de la marca Aedo era la primera incursión de negocios en serio de Zalaquett, y la había ya oficializado en 2016, pero no fue sino hasta el verano del año pasado que logró llamar la atención de los medios. «La política va y viene, te abandonan. Cuando estás arriba tienes un millón de amigos, pero después la cosa cambia. Y eso pasó un poco después de Penta», dijo en entrevista con Las Últimas Noticias entonces.
Tras ser formalizado por delitos tributarios en el caso Penta, estuvo con arresto domiciliario y se endeudó –según ha contado en diversos programas– en varios cientos de millones de pesos en su última campaña, la que no le dio un escaño en el Parlamento.
Públicamente, Zalaquett dijo que su última campaña le había costado 400 millones y que estaba endeudado. Eso, pese a que su Dicom está limpio, tan limpio, que tampoco posee mayores propiedades ni bienes. «Pega nunca le va a faltar», dice una persona que lo conoce y que asegura que, en contraste con la visión del Pablo de la opinión pública –ese que imita Kramer, que pierde elecciones y que es un ex político con pocos o ningún amigo, precisamente en la política, el círculo que parece, tras el caso Penta, haberle dado la espalda–, el Zalaquett del mundo privado ha buscado reinventarse como pueda. En 2016 se rumoreó que deseaba escribir un libro sobre sus fallidas experiencias y que quería hacer negocios en Bolivia, donde tenía algunos vínculos familiares. Aunque todo tuvo un giro cuando, de paso por España, decidió meterse al negocio del retail, como representante de la marca Aedo.
Así, con su nueva carta de presentación bajo el brazo, a Zalaquett se le vio en algunos encuentros en Icare, aunque no eran muchos lo que allí se acercaban a él, más que para levantarle las cejas. Quienes se relacionan con el ex alcalde prefieren hacerlo puertas adentro. En 2017, el ex militante UDI se había querido vestir de hombre de negocios y había sumado a sus inversiones la marca Cranberry CHIC, un portal y una App donde bloggers y fanáticas de moda comparten contenidos. «También vendo zapatos. Y es divertido, le ha dado un toque a mi vida. Hay gente que me aplaude y otra que me critica porque me puede desperfilar», dijo a revista Capital en agosto.
De los pocos que se reconocen amigos de Zalaquett, el mismo ex político ha dicho que uno de ellos es Cristóbal Lira, quien también se convirtió en su socio, empujando su intento por ser ahora un hombre de negocios. Con el ex subsecretario del Delito del primer Gobierno de Sebastián Piñera se asociaron para traer la marca Alpe a Chile, en marzo pasado, según informó Pulso.
Su amistad nació hace 25 años, cuando Zalaquett quería impulsar Generación Empresarial. Este último proyecto fue la primera aproximación que tuvo con el segmento privado. En los noventa estudió un magíster en Pamplona y allá conoció, en la España de Felipe González, el proyecto Generación Empresarial, del cual se hizo presidente en la versión chilena por seis años. «Entonces en Chile no se hablaba de responsabilidad social empresarial, nosotros abrimos esa discusión acá. Hoy todos hablan de la ética de los negocios y de responsabilidad social del empresariado», comentó en 2012 a La Segunda.
Su formación religiosa merece capítulo aparte. «Zalaquett fue uno de los primeros Legionarios de Cristo en Chile, acólito de John O’Reilly y uno de los pocos personajes públicos en alejarse del movimiento cuando se separó de la madre de sus cuatro hijos en 2001. Fue mientras estudiaba en la Universidad de Navarra cuando conoció al grupo Generación Empresarial, una instancia en la que los empresarios discuten sobre ética y valores en los negocios, y de la que Zalaquett formó su filial en Chile. También trabajó en el Hogar de Cristo y tiene una relación cercana con el cardenal Errázuriz, quien lo llamó para felicitarlo cuando ganó en Santiago. Al final del día siempre ha estado en la beneficencia, casi ad honorem, pero en puestos estratégicos para hacerse conocido. Aunque él le da otra interpretación: «No es por eso, lo que pasa es que Chile es un pañuelo y establecer redes te permite hacer una gestión más eficiente. Mi paso por distintas instituciones desde el punto de vista público me ha ayudado a lograr autogestión para la realización y financiamiento de buenos proyectos», relató a El Mostrador hace ya una década.
Zalaquett se mueve bien. Pese a que nunca logró entrar a la primera línea de negocios, ni tampoco de lobbistas, pese ser socio de Triangular Integración Estratégica, siempre guardó vínculos con ese segmento. Trabajó en la Cámara Nacional de Comercio, con el grupo Claro; cuando era alcalde de La Florida, trataba de ser cercano a Paulmann, mostrando simpatía por sus proyectos. En repetidas apariciones en TV, entre las más recientes una entrevista en un late, repitió que en realidad su tema de la moda era una pyme, un hobby, que su verdadero negocio era el mundo «de las asesorías, de las comunicaciones, de la conversación corporativa, de asuntos corporativos, lo que algunos llaman lobby«. Ese es su verdadero negocio.
«Creo que la visión del Zalaquett a nivel público es muy diferente a la que hay en privado. En privado se vende bien», dice una persona que lo conoce. Cuesta en on rescatar opiniones de él, quienes opinan, en general, le tienen simpatía, aunque prefieren mantener cierta distancia.
Entre las empresas el nombre de Zalaquett es conocido, más que por su incipiente y poco vistosa veta de representante de zapatos, por sus gestiones de lobby –las mismas que le valieron el allanamiento por la investigación que se realiza por las máquinas ilegales de tragamonedas– y por la representación del ranking de reputación RepTrack, una marca registrada de medición de reputación corporativa que es respaldada por el Reputation Institute y que, pese a ser un índice menos conocido entre empresas locales, ha ido ganando clientes desde que tiene a Zalaquett como representante, hace unos tres años, según recuerdan algunos ejecutivos.
¿Afecta que Zalaquett, imitado por humoristas e involucrado en el caso Penta venda, precisamente, una medición de imagen? Una fuente del sector dice que, de alguna forma, empresas que no se habrían involucrado normalmente con él lo hacen, pues el ranking tiene buen respaldo, como por ejemplo de universidades como la Del Desarrollo, y Zalaquett «lo vende bien», aseguran. «Cae simpático», comenta el gerente de una compañía que ha ido a presentaciones del RepTrak. Este ranking vende parte de sus contenidos y una fuente afirma que le ha permitido al ex político «seguir en contacto con ejecutivos que están vigentes en el mercado, aunque es un negocio chico».
La intención de Zalaquett de ser un actor de las comunicaciones, es de larga data. En 1999 fue socio de Cristina Bitar en Captiva, antes de ser alcalde. Algunos aseguran que la figura de «hacerse el tonto» no es más que una chapa, «si no, cómo se explica su rol como lobbista de los dueños de tragamonedas y antes férreo opositor». Anecdótico es, además, que –según registros de este año– el ex alcalde también ha sido asesor de los principales enemigos de los dueños de tragamonedas de barrios: los casinos establecidos. Según consta, el 16 de agosto pasado, Zalaquett se reunió con el subsecretario de Hacienda, Francisco Moreno, en representación de su empresa y acompañando al gerente general del Casino Marina del Sol, para conversar sobre «políticas públicas para proyectos de interés social en el área de Casinos de Juego». A la par, el 12 de julio de este año, se reunió con Katherine Martorell, de la subsecretaría de la Prevención del Delito, no representando –de acuerdo a acta– a terceros, sino a su empresa, Triangular, para comentar su «preocupación por proliferación de casinos informales ilegales» y sugerir un «ámbito de acción para resolver y/o regular dicha situación». Con Francisco Moreno también se reunió en junio de 2018, nuevamente en representación de Triangular, para hablar sobre las políticas de la infancia.
«Es como un hombre orquesta, da risa, pero puede estar de cualquier lado. Bueno, como cualquier asesor comunicacional», apunta una fuente. A su lista de asesorías se suman trabajos para la familia Easton, así como para Entel, Turistik y Citelum Chile. Su empresa, en tanto, tiene como socios a familiares de él a través de dos sociedades, en una de las cuales –según Dicom– aún participa su hermana Mónica. La hoy subsecretaria de Turismo dijo en marzo a La Segunda que se había retirado de sus labores de gerente general de Triangular y que estaba gestionando la venta de su participación.
La preocupación del ex alcalde de La Florida está hoy precisamente en ese flanco: que la investigación del tema casinos salpique de manera negativa a su hermana Mónica, con quien, pese a haber separado aguas, comparten una cercana relación. El ex alcalde siempre la ha llamado «su partner«.
Pablo Zalaquett es hoy investigado por una causa que data del año 2014 y que inició la Asociación Chilena de Casinos de Juegos, por delitos vinculados a la existencia de lavado de dinero, crimen organizado e indicios de defraudación tributaria y juego ilegal. La investigación, en manos del fiscal Roberto Contreras, realizó una serie de diligencias, entre las que se contó el allanamiento de las dependencias profesionales del ex jefe comunal. ¿Saldrá haciendo eco de sus capacidades de hombre orquesta?