A su ritmo más lento desde diciembre de 2017 creció la economía chilena durante agosto. Los datos entregados por el Banco Central confirman una desaceleración en la actividad económica chilena. El primer trimestre el crecimiento promedió un 4,3%, el segundo se fue a 5,3%, pero con dos meses ya baja a 3,3%.
Si en junio llegaba como un “salvavidas” para el Gobierno, en momentos que experimentaba un considerable aumento en su desaprobación de acuerdo a las encuestas, ahora el Imacec le pasa la cuenta y confirma una «pérdida» de aire a partir de julio hasta llegar a agosto.
No se veía este ritmo desde diciembre de 2017 cuando el índice subió 2,8%, lento, la economía chilena se desaceleró durante el octavo mes del año. El Banco Central informó esta mañana que el Imacec anotó un tibio crecimiento de 3,2% en agosto pese a que contó con la misma cantidad de días hábiles que el año pasado.
Por su parte, la serie desestacionalizada cayó 0,1% respecto del mes precedente y aumentó 2,9% en doce meses.
Según el ente emisor, la cifra contiene la disminución del Imacec minero, que disminuyó 5,1%, mientras que el componente no minero contuvo la baja y creció en 4,0%. Este último se vio favorecido por el desempeño de las actividades de servicios y comercio. En términos desestacionalizados, y con respecto al mes anterior, el IMACEC minero cayó 2,0% y el Imacec no minero creció 0,1%.
Si bien el registro se ubicó por debajo de las expectativas del mercado, que de acuerdo a analistas de Bloomberg, proyectaban un alza de 3,4%, la economía promedia un crecimiento de 4,4% en lo que va del año, aún por sobre la meta del gobierno de una expansión en torno al 4,1% en 2018 y el propio Banco Central que señaló 4 a 4,5% en el último IPoM.
Eso sí, los datos de agosto confirman la desaceleración de la actividad económica. Si el primer trimestre el crecimiento promedió un 4,3%, el segundo se fue a 5,3%, pero con dos meses ya baja a 3,3% en el tercer cuarto del año.