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Reforma Laboral: la próxima prueba económica que debe sortear Piñera en medio del golpe a su aprobación MERCADOS

Reforma Laboral: la próxima prueba económica que debe sortear Piñera en medio del golpe a su aprobación

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Natalia Saavedra Morales
Por : Natalia Saavedra Morales Editora periodística El Mostrador Mercados
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Las cifras del Imacec de septiembre, el más bajo desde febrero de 2017, se reciben con cautela en el sector privado. El Informe de Percepciones de Negocios del Banco Central, que habló de un excesivo optimismo de los empresarios, reveló algunos aspectos preocupantes, como la casi “nula” cartera que observan los privados en obras públicas y la inversión, que –se señala– se realizó por compromisos ya pactados. La flexibilidad que pueda llegar de la mano de la Reforma Laboral, es ahora clave. Todo el mercado ajustó sus perspectivas de crecimiento para 2019.


Hacienda finalmente estimó que serán 52 mil los empleos afectados por la recién anunciada Reforma Previsional. No es un costo inmediato y probablemente, por la implementación paulatina de la misma, ni siquiera este Gobierno sienta esos efectos. A pesar de eso, todo indica que seguir presionando al mercado del empleo sería una pésima noticia para la administración de Sebastián Piñera, que este semana no la ha tenido fácil al constatar su baja en los índices de aprobación ciudadana, gatillada principalmente por los ripios que ha enfrentado su principal promesa de campaña: retomar la senda del ininterrumpido crecimiento.

Tras conocerse el Imacec de septiembre, que registró su peor récord desde febrero de 2017, anotando un avance de 2,3%, todos los bancos corrigieron sus proyecciones a la baja. “Si bien el Imacec de septiembre (2,3%) estuvo algo por sobre las expectativas una vez conocidos los datos sectoriales del INE (Santander: 2,0%; BBG: 2,0%), de todas formas confirmó que durante el tercer trimestre se produjo una importante desaceleración de la economía”, explicó el Banco Santander.

BCI, en tanto, ajustó su apuesta para 2018 a un crecimiento de 3,8% y para el año siguiente, proyecta una cifra aún más baja, del 3,4%. Eso sí, el más pesimista de todos fue Scotiabank, que apostó solo por un 3,2% para el 2019.

Con estos cálculos, es evidente que ahora todos se mueven con cautela, incluso en el Gobierno, más aún después del bumerán que ha significado exacerbar a su punto máximo la promesa electoral de «los tiempos mejores» y tener que enfrentarse ahora a una pista económica que se puso cuesta arriba para La Moneda. El efecto de eso ya se ha hecho sentir, como arrojaron ayer los resultados de la encuesta Criteria, que mostró un  desplome de 11 puntos en la aprobación de Piñera.

[cita tipo=»destaque»]Con este escenario, en los gremios es pregunta obligada cuánto va a estar dispuesto el Gobierno a correr el velo con la Reforma Laboral. Piñera ha basado su discurso en la flexibilidad de la jornada laboral, pero, en medio de un crecimiento económico más acotado, no es precisamente la jornada lo que preocupa a los empresarios, sino que se zanje la disputa en torno a los grupos negociadores. Ese es un tema que quedó en tierra de nadie luego que la Dirección del Trabajo (DT) sufriera un revés en la Corte de Apelaciones de Santiago, que acogió el recurso de protección que ingresaron los trabajadores del comercio para dejar sin efecto el dictamen N° 3938/33, en el cual se validaba como instrumentos colectivos los acuerdos suscritos por grupos negociadores.[/cita]

“La medición de octubre de la Agenda Ciudadana Criteria vuelve a evidenciar una fuerte relación entre la aprobación al Presidente, al Gobierno y la percepción de la marcha de la economía», reza la encuesta, mientras que la explicación sobre las razones del aumento de la desaprobación tienen relación con el juicio negativo sobre avances en el empleo, el costo de la vida, el incumplimiento de promesas económicas y los pocos logros económicos.

Días antes el Banco Central liberó la opinión que cerca de 200 empresarios entregaron en el Informe de Percepción de Negocios de noviembre de 2018, que recoge la preocupación que ocupa hoy la agenda del sector privado. “Entrevistados ligados a las obras públicas siguen afectados por la escasa (según algunos nula) apertura de nuevos proyectos y el retraso o revisión de los que ya están en marcha”, detalló el BC. En la minería, en tanto, uno de los segmentos que más contrajo su crecimiento en septiembre (2 puntos), ve a lo lejos mejores perspectivas: aunque la inversión sigue enmarcada en “la compra de maquinaria, eran necesidades impostergables de renovación” y no nuevos proyectos de envergadura.

El economista jefe de BCI, Sergio Lehmann, explicó a El Mostrador Mercados que “el crecimiento más moderado en 2019 se fundamenta especialmente en factores estructurales, que determinan una convergencia gradual hacia el potencial de 3% de la economía. Ello recoge una tasa de inversión sobre PIB que, a pesar del repunte de este año, es sustancialmente más baja que en el pasado, además de una productividad que crece muy marginalmente. Adicionalmente, las condiciones financieras serán menos favorables, atendiendo a la normalización monetaria en proceso, tanto a nivel global como doméstico».

Pese a que las señales son mixtas, pues se prevé que en octubre el Imacec tenga un repunte relevante, ahora las miradas se centran en la Reforma Laboral, que el Gobierno de Piñera ya ha señalado que ingresará al Congreso a fines de noviembre. JP Morgan dijo en un informe respecto a los ajustes en el mercado del trabajo que el éxito  de esta dependerá de «qué tanto disminuya la rigidez del mercado laboral”.

El presidente de la CPC, Alfonso Swett, afirmó que no hay que hablar aún de desaceleración, que las cifras han sido buenas y que el resfrío por el que atraviesa la economía se explica más bien por el hecho de que «la situación externa, marcada por la amenaza de la guerra comercial, la caída del precio del cobre y el alza del dólar, tuvo efectos en la baja del Imacec de septiembre».

¿Poquito para cada uno?

Con este escenario, en los gremios es pregunta obligada cuánto va a estar dispuesto el Gobierno a correr el velo con la Reforma Laboral. Piñera ha basado su discurso en la flexibilidad de la jornada laboral, pero, en medio de un crecimiento económico más acotado, no es precisamente la jornada lo que preocupa a los empresarios, sino que se zanje la disputa en torno a los grupos negociadores. Ese es un tema que quedó en tierra de nadie luego que la Dirección del Trabajo (DT) sufriera un revés en la Corte de Apelaciones de Santiago, que acogió el recurso de protección que ingresaron los trabajadores del comercio para dejar sin efecto el dictamen N° 3938/33, en el cual se validaba como instrumentos colectivos los acuerdos suscritos por grupos negociadores.

Otra arista clave es que en la reforma de Piñera se case con una postura clara en el reemplazo de huelga, pues a nivel empresarial se ha comentado que incluso el reemplazo tecnológico puede ser visto como una falta cuando hay paralizaciones, lo que complica sus opciones de funcionar normalmente en estas eventualidades.

La duda es si el Presidente, en una especie de pacto con el sector privado y a cambio de que suelten la billetera en materia de empleo e inversión, se jugará su aprobación con medidas impopulares en los aspectos que mayor polémica han despertado con los trabajadores. El ministro del Trabajo, Nicolás Monckeberg, se ha limitado a decir que la reforma contendrá una serie de elementos para «modernizar las relaciones laborales», sin entregar mayores detalles.

Swett afirmó que «es urgente modernizar nuestro Código del Trabajo, ya que el que tenemos es de 1930, machista, urbano e industrial.  Debemos incorporar la nueva realidad de la economía digital, las necesidades y oportunidades para mujeres, jóvenes, adultos mayores, migrantes. Todo esto implica un modernización de la actual legislación, que se adapte al mundo más flexible, globalizado y tecnologizado que hoy enfrentamos, de manera de crear más y mejores empleos. Desde la CPC estamos trabajando en propuestas junto a las centrales sindicales, con quienes nos reunimos semanalmente para acordar cuáles son los cambios que el mundo laboral necesita para adecuarse a los desafíos actuales».

El dirigente gremial agregó que el tema del empleo es relevante y que hasta ahora ha sufrido «un rezago con respecto al crecimiento y la pregunta es por qué. El empleo se ha visto rezagado por tres razones: primero, migraciones, donde ya se ocupó de buena forma el Gobierno; segundo, economía digital, donde nosotros estamos trabajando full desde la CPC para tratar de aportar con acciones concretas más que opiniones coyunturales; la tercera razón, y tarea pendiente, es mejorar la Reforma Laboral anterior para promover un Código Laboral pro empleo».

Dicho eso, el presidente de la CPC sentenció que «no hay balas de platas en políticas públicas, creemos que todas las reformas –Tributaria, Laboral y de Pensiones– tienen que ser sinérgicas frente al desafío del crecimiento inclusivo, la inversión de largo plazo y el empleo de calidad».

Consulte el informe del Banco Central aquí. 

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