Cuesta creerlo, pero ocurrió en el sur del país hace cuatro años, cuando unos 1.500 terneros recién nacidos fueron muertos a golpes de martillo y lanzados a fosas. La semana pasada comenzó el juicio por estos hechos y ya hay críticas por la inconveniente relación que ha mostrado el titular de Agricultura con el gerente general de la poderosa lechera, a días de que comenzara el proceso en tribunales. La compañía niega dicha cercanía, pero el registro del secretario de Estado bajándose del auto particular del alto ejecutivo, levanta dudas. [ACTUALIZADA: ver N de la R al final de la nota]
Dime con quién andas y te diré quién eres. Este podría ser el dicho que más se acomoda a lo que busca denunciar el diputado Fidel Espinoza (PS), por la cercanía que ha mostrado el ministro de Agricultura, Antonio Walker, con Cristián Swett, gerente general de la cuestionada lechera Manuka, la firma de origen neozelandés en la que el empresario Nicolás Ibáñez –ex dueño de D&S y creador de la Fundación para el Progreso– participa con el 10% de la propiedad.
Todo partió por una serie de comentarios en redes sociales que parecían no tener repercusión, que ponían el foco en la cercanía entre el ministro Walker y la plana ejecutiva de la empresa. No es anormal que un secretario de Estado se reúna con ejecutivos del sector, pero el momento es complejo: Manuka está siendo cuestionada, juicio mediante, por un impactante caso de maltrato animal.
“No es normal que llegue un ministro de Estado, que tiene su propio vehículo, con chofer estatal, en el auto de la empresa (Manuka) a vista y paciencia de todo el mundo”, dijo Fidel Espinoza, consultado por El Mostrador Mercados. Lo anterior en relación con que Walker llegó (el 16 de noviembre) a la feria SagoFisur en el auto particular de Swett, gerente general de la lechera, precisamente –añadió el parlamentario–, “a una semana del inicio del juicio oral contra la compañía por el mayor delito de maltrato animal en la historia de nuestro país. Es inaceptable».
Por qué estaban juntos, es un misterio. Es más, Espinoza aseguró que no existe ninguna reunión registrada entre el ministro y el gerente en la Ley del Lobby, lo que representa un craso error.
Hasta ahora, el caso de Manuka no ha tenido mayor repercusión en Santiago, pero sí mucha en las regiones del sur del país, debido a un video que circula en redes sociales donde se muestra cómo un trabajador de esta lechera golpea con una herramienta la cabeza de un ternero recién nacido. No fue un hecho aislado, sino que una practica que se realizó en dicha empresa, ya que fueron arrojados en pequeños pozos cadáveres de unos 1.500 terneros.
[cita tipo=»destaque»]La compañía asegura que la reunión figura efectivamente en el registro de Transparencia y que el diputado debería informarse más, porque le está buscando la quinta pata al gato. “Son terrenos gigantescos y no es fácil movilizarse. Llegaron juntos porque hay buena onda y eso sería todo, no hay nada más allá de eso”, explicaron desde Manuka. De acuerdo a los registros, que tienen indicadas las reuniones de Walker hasta el 24 de octubre de 2018, figura una con la empresa neozelandesa entre el ministro y Swett, quien representa a Manuka y la empresa Toromino S.A., con fecha 19 de abril de 2018.[/cita]
Aquello ocurrió hace cuatro años, precisamente en la compañía Manuka, razón por la que la lechera enfrenta un juicio oral que comenzó el jueves 22 de noviembre y que ha acaparado las portadas de los medios de comunicación regionales. La empresa neozelandesa sacrificaba a terneros machos bajo la lógica de que el rubro de la compañía es la producción de leche y no la de carne y, por tanto, al nacer los mataban cruelmente de forma inmediata.
“Este mismo hecho que cometen acá en nuestro país, si lo hicieran en Nueva Zelanda, su país de origen, estarían todos presos producto que en ese país ya hay sanciones ejemplificadoras que han sufrido empresarios y ciudadanos que han cometido delitos de este tipo”, dijo Espinoza.
Desde Manuka afirmaron que ahora, bajo una nueva administración, ya no tienen nada que ver con el hecho, pues el juicio que se lleva a cabo hoy es contra uno de los trabajadores y no contra la compañía. “La empresa no está imputada, es una persona natural con su abogado”, explicaron a El Mostrador Mercados y añadieron que, tras los hechos del 2014, la firma cambió de gerente.
El imputado del que hablan es Gonzalo García. Él, junto con Zachary Ward –ambos involucrados directamente en los hechos del 2014–, abandonaron el país tras conocerse la macabra práctica, por lo que la causa judicial quedó en suspenso con ambos responsables prófugos. Pero en marzo de 2018 –según consigna el medio PaísLobo– la fiscal Leyla Chahín tomó conocimiento de que Manuka volvió a contratar a García y que Ward ocupa ahora el cargo de gerente de una empresa clon de la lechera, Grasslands, con presencia en Nueva Zelanda y Estados Unidos. Ambas firmas comparten los mismos directores.
Este fue el detonante para que Fidel Espinoza se abriera paso para acusar a los directores neozelandeses de “encubrimiento”, quienes no solo no se dieron por aludidos, sino que –según el diputado– también sostuvieron más de una reunión con el ministro Walker. Previo a su declaración en el juicio contra García, señaló que utilizará todas las herramientas de fiscalización que le otorga la Constitución para investigar el viaje del secretario de Estado: “Queremos saber cuáles fueron las reuniones que sostuvo y cuáles fueron incorporadas en la Ley del Lobby, porque nadie está por sobre la legislación chilena”.
Consultados por El Mostrador Mercados, desde la lechera dijeron que de cercanía nada, que coincidieron las agendas y no hay ninguna relación entre el gerente y el ministro de Agricultura más allá de su llegada juntos a SagoFisur. Explicaron que, efectivamente, sostuvieron una reunión, la que estaba agendada hace ya mucho tiempo y el motivo fue que Walker quería conocer la técnica del pastoreo. “Una que solo hace Manuka en Chile”, argumentaron.
La compañía asegura que la reunión figura efectivamente en el registro de Transparencia y que el diputado debería informarse más, porque le está buscando la quinta pata al gato. “Son terrenos gigantescos y no es fácil movilizarse. Llegaron juntos porque hay buena onda y eso sería todo, no hay nada más allá de eso”, explicaron desde Manuka. De acuerdo a los registros, que tienen indicadas las reuniones de Walker hasta el 24 de octubre de 2018, figura una con la empresa neozelandesa entre el ministro y Swett, quien representa a Manuka y la empresa Toromino S.A., con fecha 19 de abril de 2018.
Ante esto, Espinoza expresó que “esa es la soberbia con la que entró Manuka desde que llegó el nuevo gerente. Cuando estaba el antiguo había posibilidades de dialogar. No me cabe ninguna duda de que si son capaces de desafiar a la justicia, me desafíen a mí con este tipo de descalificaciones”, señaló molesto el diputado, que está a la espera de los 30 días que tiene por ley el Ministerio de Agricultura para responder a cada una de las interrogantes en la solicitud hecha vía Transparencia sobre la relación de Walker con Swett. “Esto no es buscarle la quinta pata al gato, es claro que hubo una grosera forma de eludir la ley por parte del ministro”, concluyó el parlamentario.
Consultados por El Mostrador Mercados, en el Ministerio de Agricultura no contestaron ninguna de las preguntas realizadas sobre el asunto.
Tras el cierre de esta nota desde la lechera precisaron que «más allá del profesionalismo y cordialidad que debe existir con cualquier autoridad, Manuka no tiene ningún tipo de relación ni con el ministro Walker ni con otro representante gubernamental ni institucional».
Y, respecto a las declaraciones del diputado Espinoza, la empresa sostuvo que el parlamentario “solo está cumpliendo con su labor fiscalizadora”.
(*) N de la R: posterior a la publicación de esta nota, el gerente general de Manuka, Cristián Swett, envió una carta al Director. Lea AQUÍ