Miles de trabajadores de la automotriz General Motors (GM) se enteraron este lunes de que pronto perderán sus empleos.
La compañía estadounidense, una de las más grandes y antiguas del sector del automóvil, anunció este lunes el recorte de unos 14.000 puestos de trabajo en Estados Unidos y Canadá.
El plan de reestructuración también incluye el cierre de producción en cinco plantas de esos dos países.
Según la compañía, la decisión llega después de que los automóviles de GM registraran ventas a un menor nivel de lo esperado y de que los costos de producción se vieran incrementados, incluyendo los nuevos aranceles impuestos sobre materiales como el acero.
En el anuncio de este lunes también se informó que se interrumpirá la producción de varios modelos: Buick LaCross, Chevrolet Volt, Cadillac CT6 y XTS, Chevrolet Impala, así como versiones del Chevrolet Silverado y Chevrolet Sierra.
En cambio, la producción de camiones, autos eléctricos y vehículos de conducción automática fue fijada como prioridad para la empresa.
«Las acciones que estamos tomando continúan nuestra transformación para ser una empresa altamente ágil, resistente y rentable, a la vez que nos brindan laflexibilidad de invertir en el futuro«, dijo la presidenta y gerente general de GM, Mary Barra.
Sin embargo, varios sindicatos expresaron su rotundo rechazo a las medidas.
El vicepresidente de United Automobile Workers de EE.UU. y Canadá, Terry Dittes, dijo que GM tomó una «decisión insensata» que pone «las ganancias económicas por encima de las familias trabajadoras».
El anuncio de este lunes no mencionó cambios sobre la producción en lasplantas de México. No obstante, GM adelantó que para el final de 2019 cerrarán las operaciones de dos plantas fuera de América del Norte.
GM calcula que este plan de recortes le dará un margen de US$6.000 millones de ahorro para finales de 2020, lo cual incluye una reducción de 15% en el número de empleados asalariados y del 25% en el de puestos ejecutivos.
Tres plantas de ensamblaje ya no recibirán pedidos en 2019: la canadiense de Oshawa, en Ontario; y las estadounidenses de Detroit-Hamtramck en Michigan y Warren en Ohio.
Además, las plantas de White Marsh en Maryland y Warren en Michigan también dejarán de producir para GM.
GM emplea en la actualidad a unos 54.000 trabajadores asalariados en esa región, lo que significa que los recortes afectarán a más de 8,000 empleados asalariados, además de a los contratistas en las plantas.
En febrero, la compañía dijo que cerraría una planta en Gunsan, Corea del Sur. También ofreció despidos voluntarios a unos 18.000 trabajadores en octubre.
El anuncio de este lunes generó muestras de rechazo entre trabajadores y autoridades.
El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, dijo en Twitter:
«Los trabajadores de GM han sido parte del corazón y el alma de Oshawa durante generaciones y haremos todo lo que podamos para ayudar a las familias afectadas por esta noticia y que vuelvan a ponerse de pie. Ayer hablé con Mary Barra para expresar mi profunda decepción por el cierre».
En EE.UU., el senador Sherrod Brown, un demócrata que representa a Ohio, calificó la decisión de la compañía como «codicia corporativa».
«Los contribuyentes de Ohio rescataron a GM y es vergonzoso que la compañía ahora esté abandonando el valle de Mahoning y despidiendo a los trabajadores justo antes de las vacaciones», escribió en Twitter.
Sindicatos en Estados Unidos y Canadá también advirtieron que presionarán a la compañía para que asigne más trabajo a las fábricas en lugar de cerrarlas.
En Canadá, el sindicato Unifor Local 222 dijo a sus miembros: «Para ser claros, Unifor no acepta el cierre de la planta como una conclusión inevitable».
«Recuerden, nuestra planta ha estado en esta situación antes, sin ningún producto en la línea y pudimos hacer una campaña exitosa para continuar las operaciones», señaló.