La cumbre del G-20 pone a Argentina, el país anfitrión, en los ojos del mundo. ¿Cómo se encuentra su economía a tres años de gestión a cargo de Mauricio Macri?
En 2018 el gobierno argentino se vio obligado a recurrir a la ayuda del FMI para afrontar una dura crisis que se inició a finales de abril, con una corrida cambiaria que desestabilizó las variables económicas. Argentina se mostró como uno de los países emergentes más frágiles frente a factores externos, como fue la suba de tasas en Estados Unidos.
Su moneda sufrió una devaluación de más del 100%. La inflación acumulada en los primeros 10 meses del año es de casi 40%. Los índices de la actividad económica cayeron en septiembre por sexto mes consecutivo y se preveé una caída anual del PBI del 2,5%. En los últimos meses el país encontró cierta calma financiera y el gobierno confía en la recuperación económica. Pero, ¿podrá Argentina encaminar finalmente su economía?
DW dialogó con Marina Dal Poggetto, economista y directora de la consultora EcoGo de Argentina, y con Francisco Cantamutto, economista de la Fundación Friedrich Ebert en Buenos Aires.
Dal Poggetto destacó que el acuerdo entre el gobierno argentino y el FMI impidió el riesgo de un nuevo default. El convenio implica una política monetaria y fiscal muy agresiva que logró en estos meses estabilizar la dinámica del mercado cambiario, añadió.
Por su parte, Cantamutto sostiene que el programa negociado con el FMI no significa más que intensificar las políticas de ajustes iniciadas con la asunción del gobierno de Cambiemos. Subraya que es necesario evaluar la contracción de la actividad industrial no solo en términos de cantidad de puestos de trabajo sino en términos de calidad de empleo. Según su visión, el acuerdo se propone flexiblizar tanto el trabajo, como la seguridad y la previsión social.
La economista de la consultora EcoGo señaló que ciertos problemas estructurales de la economía se generaron durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner: “El gobierno anterior forzó un cambio en la distribución del ingreso que mejoró las condiciones de vida de la población. El aumento de los ingresos se dio a través de dos mecanismos: manteniendo fuerte el valor del peso y congelando las tarifas de los servicios públicos.» Estas variables permitieron que los salarios le ganaran a la inflación, lo que fomentó el consumo.
En un principio, el nivel de los salarios fue visto como un dinamizador económico, pero luego pasó a ser considerado como un costo muy alto que impedía competitividad. Dal Pagetto sostiene que a partir de ese momento la economía se fue cerrando y tuvo un atraso tarifario muy significativo que convivió con precios internos muy altos en dólares.
Corregir esta situación fue una demanda del mercado que se produjo mediante un `ajuste de shock´. Ese ajuste implicó un ajuste de las tarifas y una fuerte devaluación que produjo el desplome de 14 puntos en el salario real y del nivel de actividad económica. Frente a este escenario: «Para el año que viene, la apuesta del gobierno es que la estabilización financiera produzca la estabilización de la economía”, analiza Dal Poggeto.
A la hora de proyectar el año 2019, Dal Poggetto no pierde de vista que se trata de un año electoral: “La estrategia electoral de polarización del gobierno con respecto a Cristina Kirchner, que supone que en cualquier escenario de ballotage Macri le ganaría, empezó a estar en duda en las encuestas y eso de alguna forma repercute en el riesgo país, ya que se pone en duda el programa económico y eso asusta a los inversores.»
La economista explica que si la tasa de interés de la deuda argentina se mantiene en niveles altos, será incierta la capacidad de mantener la estabilidad cambiaria. Este contexto de inestabilidad cambiaria se produciría en un momento en el que el Banco Central tiene muy poca capacidad de intervención, según lo acordado con el FMI. En este sentido: «El juego, de cara al año que viene, es más político que económico», cree Dal Poggetto.
Cantamutto se muestra escéptico frente a las posibilidad de éxito del plan de estabilización, ya que los fondos que han ingresado al país y que permitieron que el dólar se estabilizara, solamente se mantienen por las altas tasas de interés, pero esa medida no es sostenible en el tiempo ya que impide cualquier tipo de actividad productiva.
El especialista de la Fundación Friedrich Ebert destaca que la aprobación del Presupuesto 2019 por el Congreso demuestra la habilidad del gobierno para lograr apoyo político. Pero eso no se traduce en un apoyo social, ya que las continúas manifestaciones en las calles dejan en claro que gran parte de la sociedad no está de acuerdo con el programa propuesto.
El 30 de noviembre y 1 de diciembre se celebra en Buenos Aires la cumbre del G20, para muchos una excelente oportunidad para Argentina. Dal Poggetto afirma que la cumbre del G20 es una buena noticia después de muchos años en los que el país estuvo aislado del mundo. Ese acercamiento al mundo tuvo una correlación desde el lado de la política, pero no desde el lado del mercado, aclara. Un ejemplo de ello, según ella, fue el acuerdo del FMI: sin el apoyo de Trump quizás no se hubiera logrado. «En esta cumbre existen muchos ejes de conflicto y en ese sentido hay que ser cautos con las expectativas”, sostiene Dal Poggetto.