MERCADOS
Paulo Guedes expuso su ambicioso plan para la economía de Brasil, basándose en la “hazaña” que los estudiosos de la universidad estadounidense llevaron a cabo en nuestro país. El jefe de las finanzas de Bolsonaro aseguró que Chile “es ahora como Suiza” y señaló que, después de 20 años de dictadura y 30 años de democracia social en Brasil, el giro hacia la derecha es saludable. “Cuando llegan los liberales, son buenas noticias, no malas”, concluyó.
“La gente de izquierda tiene la cabeza blanda y buen corazón. Y la gente de derecha tiene la cabeza dura y… no tan buen corazón”. Con esta frase parte la entrevista que Paulo Guedes, ministro de Economía de Brasil, dio al medio británico Financial Times.
El “Chicago Boy de Bolsonaro” contó su plan de liberalización previsto para la economía más grande de Latinoamérica, el que se basa en lo aprendido en la universidad estadounidense y en su experiencia trabajando en Chile durante la dictadura de Pinochet.
En la entrevista, Guedes llena de elogios a Chile, asegurando que la hazaña de los Chicago Boys es un ejemplo de lo que se puede lograr para revitalizar una economía golpeada.
“Vi a Chile más pobre que Cuba y Venezuela hoy, y los Chicago Boys lo arreglaron. Chile es ahora como Suiza”, aseguró.
El Financial Times apunta a que Guedes descarta los costos sociales de las medidas alentadas por el grupo de economistas, como el de una tasa de desempleo del 21% en 1983. “Eso es basura”, respondió el ministro.
“El desempleo ya estaba allí. Estaba escondido dentro de una economía destruida”, agregó.
El medio –que reconoce la polémica visión de Guedes– recalca que el actual titular de la cartera económica de Brasil partió de Santiago junto con su esposa tras encontrar que la policía secreta había registrado su departamento.
Y que, al regresar a Brasil, se convirtió en administrador de fondos, comerciante ocasional y prolífico columnista de periódicos. Además, dice que se reunió con Bolsonaro “exactamente hace un año y un mes” y, después de haber rechazado varias ofertas de empleo del Gobierno anterior, ahora su la jerga propia de un comerciante para justificar el haber aceptado esta vez.
“Pasé toda mi vida generando [la sobreproducción en el mercado de] alfa y observando que los sucesivos Gobiernos destruyen beta”, dice. “Ahora quiero mejorar la beta de Brasil”, declaró, usando la letra griega que describe el desempeño subyacente del mercado.
Después de 20 años de dictadura y 30 años de democracia social, el giro hacia la derecha de Brasil es saludable, dice. “Cuando llegan los liberales, son buenas noticias, no malas”, concluye.
Finalmente, Guedes aclara que el presidente Bolsonaro no es un “cuco extremista”, como a veces se le ve en el extranjero.
“Estamos creando una sociedad abierta popperiana”, apunta, una de las veces que recuerda al filósofo austriaco Karl Popper, quien defendió la existencia de una democracia liberal dinámica.
“Si Bolsonaro es rudo en sus modales, es solo una apariencia. Sí será rudo con los malos”, agregó, citando los 64 mil asesinatos que Brasil sufrió en el 2017. También aseguró que “la ideología es el verdadero enemigo”.
“Yo solo soy un científico haciendo mi trabajo. Todos tienen su rol”, añadió.
El ministro, descrito en el FT como el segundo hombre más poderoso del gobierno brasileño, dice que quiere reducir a la mitad en solo cuatro años el gasto público, revisando el complejo código tributario de Brasil, reduciendo la burocracia y privatizando los activos estatales.
La receta de Guedes para corregir la situación de Brasil es “una economía impulsada por el mercado, en lugar de la economía dirigista fallida que corrompió el orden político”.
“Su visión económica es más Ronald Reagan que Donald Trump, y parece realista acerca de sus restricciones políticas”, dice el medio. Y, tras reconocer que será un viaje lleno de obstáculos, Paulo Guedes afirma que “la economía crecerá más rápido. Pero no podemos ser ingenuos. Hay mucho daño por reparar”.
