Dicho escenario termina por confirmar el débil escenario económico que afecta al país. El ente emisor ajustó su expectativa de crecimiento económico para este 2019 en un umbral por debajo del 3%, junto con el recorte de en la tasa de interés más fuerte de la última década.
En medio de un sin fin de rumores de un posible cambio de gabinete para darle un nuevo impulso a la golpeada administración de Sebastián Piñera, la noticia del Banco Central la tarde de este viernes remeció al mercado y al mundo político: tras su reunión de política monetaria anunció la decisión de recortar la tasa de interés en 50 puntos base, hasta un 2,5%. Junto con eso, el ente emisor estimó la proyección de crecimiento económico para el país este año en un umbral inferior al 3%, situándola en un 2,75%, una cifra a contrapelo de los augurios del Gobierno que hasta esta semana insistieron en que oscilarían entre el 3% y 3,5%.
El anuncio sobre el crecimiento económico es una sorpresa para los agentes económicos, quienes esperaban mayoritariamente que se mantuviera en el 3%, según lo estimó La Moneda y el ministro de Hacienda, Felipe Larraín.
Pero la mayor sorpresa fue el recorte en la tasa de interés, que es la mayor que ha registrado el país en una década exacta, desde junio de 2009.«En su Reunión de Política Monetaria #RPM de mayo, el Consejo del Banco Central de Chile acordó reducir la tasa de interés de política monetaria en 50 puntos base, hasta 2,5%. La decisión fue adoptada por la unanimidad de sus miembros», consignó el Banco Central en su cuenta de Twitter.
Dicho recorte no solo es una mala noticia para La Moneda de Piñera y su promesa de los «tiempos mejores» y de poner a «Chile en marcha», sino que confirma el débil escenario económico que atraviesa el país.
En un comunicado, el Banco Central explicó que «los principales desarrollos del último mes se han dado en torno a la guerra comercial, que se ha extendido a otros ámbitos de la relación entre Estados Unidos y China, además de abarcar a otros socios comerciales del primero. Los temores de que esto lleve a un peor desempeño de la economía mundial han afectado la valoración de los activos, con caídas de las bolsas y bajas de las tasas de interés de largo plazo».
El ente emisor agregó que «se ha producido una apreciación global del dólar y una disminución de los precios de las materias primas, incluido el cobre (…) Las proyecciones incluidas en el IPoM apuntan a que en el 2019 el PIB crecerá entre 2,75 y 3,5%, mientras que en el 2020 y 2021 lo hará entre 3 y 4%, asociado a una recuperación del ritmo de expansión en la segunda mitad de este año y el mayor crecimiento potencial. Estas proyecciones incorporan la decisión de política monetaria de esta Reunión».
En su comunicado oficial, el Banco Central también dio cuenta de una desaceleración en la inversión de maquinaria y equipos, ambas por debajo de lo previsto. Además señalaron que «el consumo no mostró sorpresas, con mayor fortaleza de su componente habitual. El Imacec de abril evidenció una mejora del sector minero y un crecimiento del no minero que se mantuvo algo sobre 2% anual».
«El Consejo considera que, a la luz de la actualización de los parámetros estructurales, la recuperación de la economía no ha sido suficiente para cerrar la brecha de actividad e impulsar la inflación. Por ello, estimó necesario recalibrar el impulso monetario», reza la declaración.