MERCADOS
Crédito: Vía Twitter @bcentralchile
Las proyecciones para la economía nacional consideran sobre todo “una caída muy importante de la actividad del segundo trimestre”, advirtió el presidente del instituto emisor. Los datos además preocupan al Gobierno. «La pandemia ha cambiado las cosas, esperamos un escenario de crecimiento negativo, donde nuestros esfuerzos están en atenuar los costos sociales y económicos para las personas», expuso el ministro de Hacienda, Ignacio Briones. Mientras, el ministro de Economía, Lucas Palacios, asumió que “se vienen meses duros (…) minimicemos el daño para recuperarnos rápido poscrisis”. Con todo, el presidente del ente emisor advirtió que “Chile enfrenta esta coyuntura con importantes fortalezas (…). Si bien esta es una emergencia que nos pone frente a un complejo momento para muchas personas, si sabemos manejarla bien, con políticas acertadas y colaboración de todos los actores, el impacto será transitorio”.
Un sombrío panorama para la economía nacional significa el Informe de Política Monetaria (IPoM) presentado esta jornada ante la Comisión de Hacienda del Senado por el Banco Central. Los datos arrojan que la economía chilena se contraerá entre un 1,5 % y un 2,5 % este año por los efectos de la pandemia de coronavirus, lo que significa la mayor caída desde la crisis de los años 80.
“La situación que enfrentamos es de características muy distintas a las de cualquier otro período de contracción económica del que tengamos memoria. La principal es que su origen está fuera del ámbito económico, pues es un problema sanitario que obliga a tomar medidas drásticas, que tienen un costo económico, pero que son necesarias para un objetivo superior que es salvar vidas humanas”, explicó el presidente del instituto emisor, Mario Marcel en la presentación que se concretó vía videoconferencia desde el Banco Central, debido a la emergencia sanitaria.
Los datos también preocuparon al Gobierno. «La pandemia ha cambiado las cosas, esperamos un escenario de crecimiento negativo, donde nuestros esfuerzos están en atenuar los costos sociales y económicos para las personas», expuso a través de su cuenta de Twitter el ministro de Hacienda, Ignacio Briones. Por la misma vía, el ministro de Economía, Lucas Palacios, asumió que “se vienen meses duros (…) minimicemos el daño para recuperarnos rápido poscrisis”.
A nivel internacional, Marcel asumió que “la inédita magnitud de estos fenómenos y su diseminación a escala global se ha reflejado en el deterioro de las condiciones financieras mundiales, que ha sido el más significativo desde la crisis financiera internacional de 2008 (…). Sin embargo, no se puede descartar un daño más prolongado y una recuperación más lenta en la medida que se extiendan las medidas de contención, más allá del esfuerzo de mitigación que puedan reforzar las autoridades en estos casos”.
Las proyecciones para la economía nacional son pesimistas y contienen “una caída muy importante de la actividad del segundo trimestre”, asume Marcel. A esto se suman otros impactos relevantes, como el deterioro del empleo, la inversión y la confianza empresarial, “que ya venían de un punto de partida frágil por las condiciones económicas observadas desde octubre pasado”.
“Más allá de que los últimos Imacec dieron cuenta de una recuperación de los niveles de actividad –incluyendo la cifra de febrero (2,7%) publicada esta mañana– las medidas sanitarias inciden con mayor intensidad sobre sectores que ya se habían visto afectados por la crisis social”, indicó el presidente del Banco Central.
En esta línea, ante el avance del COVID-19, el titular del ente emisor sostuvo que el impacto en la actividad observado desde mediados de marzo es más fuerte que el registrado en octubre de 2019.
“A diferencia de lo ocurrido en octubre, cuando la educación y la actividad de sectores como el comercio, hotelería y restaurantes se detuvo parcialmente –principalmente en las zonas con mayores episodios de violencia–, a partir de mediados de marzo la detención en estos sectores es generalizada a lo largo del país”, señaló.
Con todo, Marcel asume que “Chile enfrenta esta coyuntura con importantes fortalezas. Nuestro marco de política económica se ha reflejado en el hecho de que Chile es uno de los países que ha respondido con mayor rapidez y contundencia en la adopción de medidas de contención y mitigación del impacto económico del COVID-19”.
Por eso, la mirada a mediano plazo cambia, y hay cierto aire de optimismo a partir del tercer trimestre, dado que “se proyecta una recuperación que se expresa en el rebote de crecimiento proyectado para 2021, cuando la economía chilena crecerá entre 3,75% y 4,75%. Esto difiere bastante de otros episodios recesivos, donde la duración del shock es mayor y la economía muestra caídas por más de un trimestre, con una recuperación del crecimiento que tarda más en llegar”, explicó el titular del ente emisor.
En tal sentido, el jefe del BC destacó que «el Gobierno ha anunciado un conjunto de medidas que apuntan a proteger el empleo y los ingresos de los hogares, al mismo tiempo que va en ayuda de las empresas. En el caso del Banco Central, hemos tomado rápidas decisiones para mitigar los efectos de este nuevo escenario”. “Hogares y empresas deben poder acceder al crédito, a un costo razonable. El Banco está trabajando, junto a otras instituciones, para que esto ocurra”, señaló.
Al concluir, Mario Marcel destacó que “si bien esta es una emergencia que nos pone frente a un complejo momento para muchas personas, si sabemos manejarla bien, con políticas acertadas y colaboración de todos los actores, el impacto será transitorio y, en la medida que la pandemia sea controlada, todos podremos retomar nuestras actividades cotidianas”, lo que permitirá que la economía recupere su ritmo de crecimiento y deje atrás el período de contracción.
