«Devaluar es muy fácil, pero devaluar es una máquina de generar pobreza (…). Queremos una Argentina que crezca, que se desarrolle, que produzca y exporte, así queremos conseguir los dólares» que le faltan al país, dijo el presidente Alberto Fernández durante un acto público. En tanto, para absorber la mayor cantidad de pesos posibles del mercado, el Tesoro anunció para el martes una importante licitación de Letras y Bonos en moneda local. A su vez, el riesgo país del banco JP.Morgan subía 21 puntos básicos.
La plaza financiera de Argentina se movió este lunes al ritmo de la vapuleada moneda soberana, la que no cesa en su caída por la desconfianza de los inversores sobre el futuro de la economía, el elevado déficit fiscal, la recesión y una alta inflación, frente a lo que el Gobierno insiste en que no devaluará para no generar más pobreza, entre otras consecuencias.
La voluminosa brecha frente a tipos de cambios alternativos preocupa por las consecuencias nefastas que acarrea sobre la marcha de la economía, y ni siquiera el compromiso oficial de no devaluar trajo algo de tranquilidad a los mercados.
«Devaluar es muy fácil, pero devaluar es una máquina de generar pobreza (…) Queremos una Argentina que crezca, que se desarrolle, que produzca y exporte, así queremos conseguir los dólares» que le faltan al país, dijo el presidente Alberto Fernández durante un acto público.
Para absorber la mayor cantidad de pesos posibles del mercado, el Tesoro anunció para el martes una importante licitación de Letras y Bonos en moneda local.
«La dinámica que están tomando los mercados paralelos del dólar es cada vez más preocupante, y es el reflejo de la creciente desconfianza que genera el manejo de la política económica por parte del Gobierno en el sector privado», reportó Invecq Consulting.
Agregó que «como hemos reiterado en varias oportunidades, el nudo gordiano de la delicada situación actual se encuentra en el triple desequilibrio fiscal-monetario-cambiario que muestra hoy la macro argentina y que al equipo económico no parece preocuparle o, al menos, no con la urgencia requerida».
«Devaluaciones bruscas e inflación descontrolada y persistente en el tiempo no son temas de preocupación medular en el siglo XXI. Ni siquiera se estudian de forma tan central y generalizada. Hoy solo registran importancia en países marginales, cada vez más pobres e irrelevantes en el contexto global» con el caso de Argentina, afirmó Pablo Besmedrisnik, analista de la consultora Invenómica.
El peso mayorista se depreció un 0,17%, a 78,24/78,26 por cada dólar gracias a la regulación de liquidez por parte del banco central (BCRA). Operadores coincidieron en que la entidad cerró la jornada con un saldo negativo de unos 50 millones de dólares en desmedro de sus golpeadas reservas.
«En la primera rueda de la semana, la última de octubre, el banco central tuvo que volver a utilizar recursos propios para subsanar el faltante de oferta en el mercado», dijo Gustavo Quintana, operador de PR Corredores de Cambio.
Analistas financieros coinciden en que pese a que las reservas del banco central superan los 40.000 millones de dólares en total, las líquidas reales ya se ubican ligeramente por debajo de las 1.000 millones, lo que le deja escaso poder de fuego a la entidad para frenar cualquier corrida cambiaria.
Por su parte, el peso en la franja informal aumentó un 2,63%, a 186/190 unidades en una plaza reducida de negocios, tras anotar un máximo intradiario de 187 vendedor, contra su mínimo histórico de 195 pesos del viernes. La brecha quedó en un 142,8% ante el peso interbancario.
En otras plazas cambiarias alternativas, el bursátil ‘Contado con Liquidación’ (CCL) subió un 2,3% a 165,1 pesos por dólar y el denominado ‘dólar MEP’ del Mercado Abierto Electrónico (MAE) perdió el 1,11% a 157 por dólar. Estos dos mercados permiten hacerse de dólares de manera legal.
Los bonos soberanos extrabursátil cedieron un 0,5% promedio por reacomodamientos especulativos de carteras en momentos en que los flamantes títulos del canje de agosto muestran retornos en torno al 16% en dólares.
El riesgo país del banco JP.Morgan subía 21 puntos básicos, a 1.446 unidades hacia la 17.00 hora local (2000 GMT), contra los 1.083 puntos anotados en septiembre cuando se reconfiguró el índice luego del canje de deuda y el tope de 1.464 del jueves último.
El índice bursátil S&P Merval se derrumbó un 5,55%, a 49.596,53 unidades como cierre provisorio, para cortar una racha de 16 ruedas consecutivas con una alza acumulada del 27,27%, básicamente por la cobertura de carteras mediante el ‘Contado con Liquidación’.