El dirigente sindical es además secretario de la CUT y precandidato a la constituyente. En una entrevista, abordó los últimos dichos del presidente del directorio con respecto a la supuesta seguridad sanitaria al interior del tren subterráneo y otros temas relacionados con esta nueva etapa que vive la multigremial. Campos aseguró que «la respuesta de la administración frente a esta crisis económica ha sido ajustar los contratos del subcontrato y eso significa en términos muy simples: despedir gente para hacer caja y mantener la operación de la empresa».
Eric Campos Bonta es Profesor de Historia y Ciencias Sociales y Magíster en Comunicación, ha trabajado en Metro de Santiago por más de 10 años y fue recientemente electo Presidente de la Federación de Sindicatos de Metro por el periodo 2020 – 2023, organización que agrupa a los 6 sindicatos que existen en la empresa pública; tres de los cuales son de planta y tres de empresas subcontratistas, lo que en las cifras supone cerca de un 95% de sindicalización en un universo total de cerca de 14 mil trabajadores y trabajadoras
Consultado por las últimas declaraciones del Presidente del directorio de Metro, respecto a cuán seguro es viajar ante el evidente y explosivo aumento de casos de covid-19 en las últimas semanas, Campos Bonta dice que como trabajadores y trabajadoras del Metro les parece que lo responsable hoy día es «hacer un llamado al autocuidado y a garantizar condiciones de seguridad». Y es que a su juicio es contraproducente cuando lo que indican las mismas autoridades de gobierno es que los niveles de positividad han ido creciendo a niveles del peak de julio.
«Estas declaraciones del Presidente del directorio son de los creadores de las mismas mismas declaraciones del ministro Paris; que nos llama a autocuidarnos pero al rato nos dice que saquemos un permiso para irnos de vacaciones. Yo creo que él no logró dimensionar el alcance de sus palabras y el impacto que generan», sentenció Eric Campos que reveló que los hechos indican que este directorio, antes de la pandemia, desde su inicio, no se ha reunido ninguna vez, ni siquiera una vez con los trabajadores organizados.
«Me parece que particularmente en la pandemia esas deficiencias en la relación laboral han quedado al descubierto se han develado, tenemos una crisis, es decir, un diálogo de sordos, donde la empresa avanza unilateralmente sin preguntarle a los trabajadores y trabajadoras organizados», comentó.
Según Campos Bonta, la administración avanza unilateralmente, por ejemplo, en llamar a una licitación que va a significar seguramente el despido de cientos de trabajadores/as, cuando ya incluso despidieron 1500 trabajadores, por eso que, según dice, «es raro que se hable de un ambiente de mayor seguridad en el Metro, cuando se han despedido 600 trabajadoras del aseo en los últimos meses».
«El mismo presidente del directorio ha señalado que el 80% de nuestro financiamiento responde a la tarifa y ya llevamos casi un año con niveles de afluencias muy bajas y hoy día no está claro cuando volvamos a recuperar esa afluencia, entonces la pregunta es ¿van a seguir despidiendo trabajadores? ¿esa va a ser la respuesta a esta crisis económica producto de la pandemia?», señaló el dirigente sindical.
Sobre el financiamiento de Metro, el profesor Campos destaca que se trata de una empresa que depende mayoritariamente del ingreso por tarifa y frente a la pandemia «ha habido una baja de recursos ostensible». En ese sentido, aseguró que al interior de la empresa se han logrando mover solo 1 millón 100 mil pasajeros «y eso genera sin dudas una crisis económica». El presidente sindical aseguró que «la respuesta de la administración frente a esta crisis económica ha sido ajustar los contratos del subcontrato y eso significa en términos muy simples: despedir gente para hacer caja y mantener la operación de la empresa».
«Lo que no ha hecho el directorio es exigir a quienes les tiene que exigir y a quienes le tiene que exigir es al gobierno y finalmente al estado que haga una especie de rescate financiero de la empresa así como la Ministra Hutt cambió o reconfiguró los contratos con el transantiago para resguardar la continuidad operativa de esas empresas aumentando incluso las tarifas y los pagos. Esa intención de salvar a las empresas privadas por parte del gobierno no las hemos visto en el caso de la empresa Metro. El absurdo acá es que los dueños de la empresa pública se han preocupado de rescatar a la empresa privada y no al Metro, que es finalmente una empresa eficiente, ya lo hemos repetido muchas veces, de cada bip que hace el pasajero en hora punta, sólo $520 – $530 van a las arcas del Metro y en el caso de la micro por ese mismo pasajero, va $1.000 o sobre los mil pesos», dijo.
Campos mencionó que el monto que entra a las arcas de Metro por la tarifa que pagan los pasajeros es de aproximadamente $530 pero ¿qué pasa con el resto de lo que se paga por ejemplo en hora punta que son $800?
«El transantiago funciona como una sola torta, todos nuestros bip van a alimentar a la misma torta, la menor parte se la lleva el Metro que es más eficiente, que es más barato, que es más limpio; y la mayor parte de la torta, a diferencia de lo que piensa la gente, se la lleva el transantiago, uno podría decir linealmente que el resto del pasaje va a financiar el negocio privado de los buses del transantiago», explicó el presidente sindical para quien el desafío principal es convertir a los trabajadores y trabajadoras del Metro en un actor relevante en las discusión de la planificación de la ciudad y del transporte público, «yo creo que esa es nuestra misión estratégica».
«Ahora el plan de trabajo del 2021 va a depender del diálogo que vamos a realizar con nuestras bases, las directivas de los sindicatos afiliados a la federación», agregó.
En el mediano plazo, Eric Campos considera que en Metro van a estar cruzados por un conflicto inmediato, que es el despido de trabajadoras de las boleterías producto de esta licitación que va a desafectar a una de las empresas.
«Vamos a seguir enfrentando el recambio tecnológico que está llevando adelante la empresa con los procesos de automatización. Nosotros tenemos el deber o la necesidad de construir un relato político sindical que enfrente esa mirada que hoy día está presente en la empresa que supone: automatizar a costa de precarizar a las y los trabajadores del Metro independientemente si son de planta o son del subcontrato», argumentó.
En lo interno, cree que lo necesario es impulsar como línea de trabajo estratégica, la internalización de cargos de subcontratación. «No es posible que el metro tenga 7 de cada 10 trabajadores y trabajadoras subcontratados, nos parece que eso es poco ético para una empresa pública como el Metro y en el camino a ese desafío al menos tienen que otorgarse igualdad de condiciones».
Cabe mencionar que en 2019 se habló de la unificación de los sindicatos de planta de Metro. Respecto a esta iniciativa, para Campos Bonta se debe impulsar un proceso de unificación de los sindicatos, tema que quedó detenido producto de la pandemia en abril de 2020 cuando iban a hacer un plebiscito, sin embargo, dice, mientras esa unidad está pendiente, el compromiso sigue en pie.
«Creo que la federación tiene la oportunidad de convertirse al menos en un espacio de encuentro de todos los sindicatos, poner al centro cuáles son nuestros objetivos transversales, por lo tanto, que este periodo permita iniciar el proceso de construcción de un sindicato unificado en Metro. Para enfrentar los desafíos que vienen de automatización, para enfrentar los desafíos que vienen de precarización, para enfrentar los desafíos de teletrabajo, se requiere unidad, por separado nos van a seguir ganando las tesis de precarización que hoy día imperan en la administración de la empresa».
Eric Campos, que además de asumir la presidencia de la Federación, es precandidato para la constituyente, aseguró que se planteó desde el día 17 de octubre que tenían coincidencia con las demandas de los estudiantes, y lo dijeron, «no compartimos la forma sobre todo aquellas que atentaban contra la seguridad de los trabajadores y las trabajadoras del Metro pero denunciamos que fue el gobierno y particularmente carabineros que convirtió en un estado policial las estaciones del Metro los días previos al 18. Todavía estamos demandando verdad y justicia respecto de quién quemó el Metro, es una respuesta que la justicia chilena no ha sido capaz de responder y eso nos preocupa».
Los trabajadores creen en su capacidad de generar vocería pública respecto de temas trascendentes como son el derecho a la ciudad y el transporte público. Y es que Metro juega un rol fundamental en ese sentido en reducir esas desigualdades territoriales «y nosotros creemos que tenemos mucho que decir en el proceso de la nueva constitución en ese plano y también por supuesto en el plano del derecho al trabajo».
«En Chile no hay derecho a huelga garantizado en la constitución y cuando digo que no hay en Chile no quiero decir que esto ocurra solo en Venezuela, en Vietnam o en Cuba, esto ocurre en Italia, en Francia, en Alemania, en países que nos gusta compararnos, en países de la OCDE y que el derecho a huelga es una cosa civilizatoria al igual que el derecho a negociación colectiva ramal, por lo tanto esas demandas pueden sonar muy de izquierda en un país como Chile tan neoliberal», señaló, apuntando a que hoy día los trabajadores de metro tienen la posibilidad, «primero no solo de construir una nueva constitución sino que de evitar algo: que se reescriba el neoliberalismo con los lápices de la democracia, yo creo que ese es el riesgo fundamental que tiene el debate constitucional».
«Más allá del resultado electoral y más allá de mi condición de dirigente y de candidato. Vamos a compatibilizar ese rol y eso lo haremos cómo lo resuelven los trabajadores y las trabajadoras organizados, vamos a discutirlo en la asamblea de la federación, vamos a ver cuales son esos mecanismos para resguardar la absoluta libertad sindical. No voy a dejar de ser presidente de las trabajadoras y de los trabajadores por estar en la convención constituyente, al revés, es necesario; para estar en la convención constituyente, ser dirigente sindical porque eso nos mantiene conectados con la realidad diaria y concreta de la clase trabajadora en Chile», concluyó.