Corre el rumor en Wall Street de la proximidad de un nuevo superciclo de materias primas. Sus precios suben y suben, en plena pandemia. «Los mercados financieros parecen estar convencidos de que empezamos a ver la luz al final del túnel del COVID-19, estamos en un superciclo de materias primas. Con China a la vanguardia de la recuperación económica global, los precios del hierro, el cobre y el crudo podrían subir mucho más a lo largo de este año. En algún momento China pasará la batuta de la recuperación económica a Estados Unidos, que luego llegará a Europa”, dijo a DW Edward Moya, analista de mercados sénior del grupo OANDA.
Una palabra que había caído en desuso en los últimos años vuelve a estar en boga: superciclo.
En el contexto de un aumento de los precios del metal y el petróleo, banqueros y corredores predicen el comienzo de un nuevo superciclo de materias primas. Un ciclo que, entre el boom de los precios y el estallido de la burbuja, podría perdurar un largo período, incluso de varias décadas.
Los precios de las materias primeras se han visto impulsados por las expectativas de una fuerte recuperación pospandemia apoyada por una exitosa campaña de vacunación y programas de estímulo masivos.
“Los mercados financieros parecen estar convencidos de que empezamos a ver la luz al final del túnel del Covid-19, estamos en un superciclo de materias primas”, dijo a DW Edward Moya, analista de mercados senior del grupo Oanda. “Con China a la vanguardia de la recuperación económica global, los precios del hierro, el cobre y el crudo podrían subir mucho más a lo largo de este año. En algún momento China pasará la batuta de la recuperación económica a Estados Unidos, que luego llegará a Europa”.
El cobre ha subido un 80 % desde sus mínimos de marzo del 2020 hasta llegar a los 8.500 dólares por tonelada, su nivel más alto desde el 2012. La demanda de este metal, utilizado en viviendas, fábricas y teléfonos móviles para transmitir la electricidad, se utiliza para medir la salud de la economía. Otros metales, como el hierro y el níquel, también están subiendo en los mercados.
Los precios del petróleo también se han subido a esta ola de alzas, pues los corredores esperan que la recuperación que traigan las vacunas logre impulsar la demanda de combustibles. El barril de Brent está en máximos anuales, mientras que el West Texas ha ganado un 260 % desde abril.
Un superciclo puede definirse como un extenso período de auge de la demanda para un amplio abanico de materias primeras que lleva a un aumento de sus precios, seguido por un colapso de la demanda y eventualmente de los precios. De acuerdo con un informe sobre superciclos del Banco de Canadá, suelen “coincidir con períodos de rápida industrialización en la economía global”.
La industrialización de Estados Unidos desde finales del siglo XIX hasta principios del XX y la reconstrucción durante la posguerra en Europa y Japón, que trajeron una enorme demanda de materias primas, llevaron a superciclos de materias primas que duraron décadas.
Se dice que el siglo pasado abarcó cuatro superciclos. El último habría empezado en 1997, impulsado por el rápido desarrollo económico en China y otros países emergentes como India, Brasil y Rusia.
El superciclo estuvo motivado por una rápida industrialización y urbanización, especialmente a medida que China se consolidó como fábrica global y segunda mayor economía tras su adhesión a la Organización Mundial del Comercio (OMC). Acabó con el colapso de los precios de las materias primas entre el 2015 y 2016, cuando China cerró el grifo del dinero.
El rumor en Wall Street sobre un nuevo superciclo también se manifiesta en internet, especialmente en Estados Unidos, donde se produce el mayor número de transacciones financieras. De acuerdo con los datos de Google Trends, el interés en el término es el más alto desde la crisis financiera global del 2008-2009, que marcó el principio del final del último superciclo de materias primas.
Los analistas confían en la revolución industrial verde prometida por varios países, entre ellos Estados Unidos, Reino Unido y la Unión Europea, como parte de sus programas de estímulo pos-Covid.
“Las inversiones en la transición energética serán un impulso masivo y duradero para las materias primeras, estimamos que se gastarán al menos 33 billones de euros en los próximos 20 años”, dijo Simon Flowers, analista jefe de la consultora energética Wood Mackenzie. “Es un punto central de los paquetes de estímulo pospandemia y continuará mucho después”.
La apuesta por economías más verdes estimularía la demanda de cobre y acero para apoyar las infraestructuras de electrificación, así como de aluminio, litio y cobalto para vehículos eléctricos, dijo a DW.
Analistas de Goldman Sachs señalan que la convulsión del coronavirus, a diferencia de la crisis financiera global, es una “crisis de necesidades sociales”, que necesita una respuesta social que aborde la desigualdad, el cambio climático y el desempleo.
JP Morgan afirma que los precios de las materias primas también se verán reforzados por la debilidad del dólar y un aumento de la inflación. Los inversores tienden a incluir materias primas en sus portafolios de inversiones para protegerlos de los riesgos inflacionarios, pues los precios de las materias primas suelen subir al son de la inflación.
Flowers señaló que los precios del petróleo y el gas se han beneficiado “extrañamente” de la transición verde global.
“El caso del petróleo es extraño porque ha habido mucha infrainversión en petróleo en el último lustro y quizás estemos alcanzando un punto en el que la demanda de petróleo sigue siendo alta porque lo necesitamos para la movilidad, pero no ha habido suficiente inversión”, dijo.
Sin embargo, Flowers advirtió de que es demasiado pronto para decir que ha comenzado un superciclo, una postura que apoyan muchos analistas de metal, quienes esperan que la recuperación económica china se modere tras el fuerte rebote pospandémico y algunas economías tengan dificultades para reabrir como consecuencia de las mutaciones del coronavirus.
“Pero eso es lo que pasa con los superciclos”. Parecen obvios en retrospectiva, pero son mucho más difíciles de ver en el momento”, dijo el columnista de Reuters Andy Home. “¿Estamos a punto de experimentar uno? ¿Ha empezado ya? Todavía no está claro y podría seguir un tiempo sin estarlo”.